Una pedida de mano al estilo Ross

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Jade Lewis

Quince días después de saber la dura noticia de mi padre, afronté la situación lo mejor posible. Tras los consuelos de Ashley y Luke, las personas que más me importaban y quería sin contar a la familia, me di cuenta que debería de alegrarme por mi padre, y por mucho que quisiera estar con él, disfrutar de mi adolescencia, que aunque piense que sea la etapa más dura de todas, he de vivirla al máximo como el resto de mi vida. 

Así pues, esa mañana me despertaron los rayos de luz de mi ventana, me levanté enérgica y corrí a mi armario para pensar en que me pondría. Escogí una camiseta larga blanca, cuya camiseta tenía un poco de escote, pantalones negros vaqueros y unos botines de color beige. Después de echarme un vistazo, bajé a desayunar mientras ojeaba una revista de moda. Luego desayuné, fui al baño, conecté mi Spotify al altavoz y, me peiné y me maquillé mientras tarareba entre risas los versos de algunas canciones de la lista Pop Internacional . Una vez lista, cogí mis cosas y salí de casa. 

A continuación, me dirigí al instituto y me topé con una niña y un puesto decorado de manera extravagante. En él, la niña estaba sentada en un pequeño taburete y mezclaba unas cartas en una pequeña mesa morada y negra. Decidí acercarme a ella.

- Hola, buenos días. - la saludé poniendo la voz más aguda de lo normal para captar su atención. - Hola buenos días, ¿Quiere qué le mire el futuro?

No solía creer en el horóscopo, ni en el tarot, ni en nada parecido. Pero al ser una niña pequeña bastante alegre y entrañable, no me pude negar. 

- Sí. 

Empezó a barajar su baraja de cartas, también morada, y extendió estas una vez barajadas en la mesa. 

- ¿Qué signo del zodiaco eres?  - me preguntó con una sonrisa divertida. - Soy Escorpio. - le contesté con la misma sonrisa. - Esta bien Escorpio... ¿Qué le gustaría saber? Financias, Salud, Amor, de todo en general... 

No la dejé acabar en cuánto escuche amor, y no pude evitar pensar en Luke. Sorprendida a mi reacción, volteó una carta y me volvió a sonreír pero esta vez, con dulzura. 

- Le ha tocado los candados del amor. - sonrió esta vez aún más. - ¿Qué significa? - pregunté curiosa. - Significa que usted experimentará un amor prohibido, o lo está experimentando, y sin embargo algo muy bueno y beneficioso, le pasará con esta persona en el día de hoy. 

Automáticamente la cara de Luke pasó por mi mente. 

He de creer más en estás cosas -  me mentalicé

- Muchísimas gracias. ¿Cuánto le debo? 

Me entregó la factura y dejé el billete de cinco dólares en la hucha de cerdito. 

Después de dejar dicho billete, miré mi reloj el cual marcaba que faltaban menos de cinco minutos para llegar al instituto. 

Estaba aún a escasos metros de mi casa, tenía que correr si quería llegar a tiempo a clase. 

Y así hice, fui corriendo hasta ver el colegio y me topé con algunos alumnos que también llegaban tarde, al igual que yo. 

Una vez dentro, subí corriendo las escaleras intentando, no tropezarme con ellas. Lo cual conseguí ya que no me tropecé con ellas, pero sin embargo, sí que tropecé con alguien. 

- ¡Lo siento muchísimo! - exclamé apenas sin aliento, alcé la mirada y me topé con unos ojos azules. 

- No te preocupes. - dijo soltando una risa floja el ojiazul. - Me llamo Jake.

Enamorada de un Ross.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora