Pista de hielo

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- JADE LEWIS -

Lo primero que pensé nada más levantarme de la cama el día veintidós de diciembre, es en mi novio y sus planes absurdos de parejas de Hollywood. Ayer nos dieron por fin las esperadas vacaciones de navidad y Luke me avisó de que nos iríamos hoy a patinar sobre hielo, cuando yo no tengo ninguna idea de patinar, pero lejos de enfadarme con él, pensé en que simplemente pasaría rato con el chico que quiero. 

Miré mi móvil que se iluminó indicando que había una nueva notificación. Era Ashley.

- Holaa desaparecida! Cómo estás?? - leí en la pantalla de mi móvil, entré a WhatsApp dispuesta a contestarle.

+ ¡Holaaa! Lo siento soy consciente que te tengo abandonada. Mañana por la tarde te invito a un batido. Lo prometo.
- Más te vale que sea verdad, desde que estás con cierto pecoso apenas hablamos.
+ Lo siento de verás. Estoy muy arrepentida. Ya sabes que te quiero.
- Y yo idiota.

Después de hablar con Ashley, apagué mi móvil y encendí mi portátil para poner algo de música para después empezar a arreglarme.

Abrí mi armario cuando empecé a escuchar She de Harry Styles resonar en toda mi habitación. Decidí sacar un jersey rojo junto a unos vaqueros negros. Me los puse y fui al baño de mi cuarto, para peinarme con una plancha unas ondas en mis puntas, y maquillarme con tonos naturales.

Salí de mi habitación para ir a desayunar junto a mi madre, ya que había cogido quince días de vacaciones para pasar las navidades conmigo y el resto de mi familia.

- Buenos días mamá. - la saludé en cuanto la vi sacando un cartón de leche de la nevera. - Buenos días cariño. - le di un beso en la mejilla y me serví un zumo de naranja.

Normalmente tomaba café casi siempre, ya que era la única manera de despertarme pero, hoy para mi sorpresa estaba llena de energía, y aún más sorprendente: de buen humor.

- ¿Cómo va todo? ¿Estás bien? - empezó a preguntarme, y asentí con una sonrisa en los labios. - Más que bien.

Llevamos nuestras bandejas con el desayuno a la mesa del salón con cuidado de no derramar nada.

- ¿Más qué bien? - me preguntó con curiosidad. - ¿Has conocido a un chico o qué? - al escuchar eso escupí algo de zumo, me limpié con una servilleta y la fulminé con la mirada. - ¡No! - mentí.

Mi madre me miró y se me escapó una risa nerviosa.

- Seguro que sí. Dime... ¿Es Sam? Ese chico es un encanto. - dijo nombrando a un amigo que conozco desde preescolar. - Mamá no. - negué. - No hay ningún chico. - ella se dió por vencida y rodó los ojos.

Acabamos de desayunar entre risas, y planeamos pasar un día de tarde e hija para la semana que viene. Limpiamos los platos, y volví a subir a mi cuarto.

Había quedado con Luke a las cinco y media de la tarde, eran aún las once y media y no tenía nada que hacer.

Decidí adelantar algo de deberes de navidad mientras escuchaba algo de música, y sin darme cuenta mi madre me llamó para que bajara a comer. Eran las dos de la tarde cuando miré el reloj de mi portátil, se me había pasado el tiempo volando y había adelantado bastante.

Volví a bajar las escaleras, y la mesa ya estaba puesta. Pusimos nuestra serie favorita "The Big Bang Theory", y cuando sentí que en mi estómago ya no cabía más comida, recogí mi plato y me percaté de la hora, eran las tres.

Fue entonces cuando me di cuenta que quizá estaba algo nerviosa por ver a Luke. Tanto que decidí escribirle. Subí a mi habitación casi corriendo para llegar hasta mi móvil.

Miré su foto de perfil, salía él sonriendo como siempre con la equipación del equipo de baloncesto. Iba a verlo a la mayoría de sus partidos, me apasionaba verlo jugar y me quedaba embobada observando como fruncía el ceño y se concentraba en meter la pelota en la canasta, al igual que también me dejaba seducir cuando él se acercaba a mí con algo de sudor en la frente y con las venas de los brazos marcadas.

Decidí escribirle un mensaje algo simple.

- Hola pecosito. 💙

Al instante me respondió.

+ Hola preciosa. 😍
- Estoy algo nerviosa. 😥😅
+ ¿Por qué? 🥺
- Porque nunca he patinado la verdad, seguramente me caiga mínimo 50 veces. 😂🤣
+ Yo estaré ahí para levantarte las 50, y las que hagan falta. 🥰
- Cursi.
+ Tú me haces ser así.
- Lo sé. 😙😌
+ Te odio. 🖕🏻
- Me amas. 😌💞
+ Lo sé. ¿Y tú a mí?
- Te adoro idiota.

Nos quedamos conversando así hasta las cuatro, que según él tenía que ir a prepararse para nuestra cita.

Así que encendí la televisión de mi habitación y me puse a ver otra serie. Me puse una alarma para las cinco y veinte, para irme de casa en dirección al parque. Era el punto medio donde quedamos.

Llegué a Central Park cinco minutos tarde, pero por suerte él también llegaba tarde. Llegó a la vez que yo.

- Hola cari. - me saludó Luke dándome un pico. - Hola cosa bonita. - le saludé cariñosa cogiéndole de las mejillas y juntando nuestros labios.- Ay, ¿Ahora quién es la cursi? - preguntó ofendido y solté una carcajada. - Yo. - admití alargando la "o", Luke terminó por reírse y darme un último beso para después empezar a caminar hacia la pista de hielo.

Cogidos de la mano nos fuimos hasta Times Square, donde se situaba nuestro destino. Vimos una cola de gente, era algo grande así que tuvimos que esperar unos minutos.

En esos minutos me entretuve observando a mi novio. Iba con un abrigo negro, un gorro gris y unos guantes también grises. Su nariz estaba roja a causa del frío, y cuando se percató de que lo estaba mirando también, y le robé un beso que hizo que unos ancianos nos miraran con ternura, nosotros reímos avergonzados.

Después de casi veinte minutos esperando por fin pudimos entrar y pedimos unos patines de nuestra talla. Guardamos nuestros abrigos en unas taquillas, nos pusimos los patines, yo obvio con ayuda de Luke, y fuimos a la pista.

Luke entró deslizándose sin dificultad alguna entre la gente, y río al verme a mi intentando entrar a ella agarrada a la barandilla.

- ¡Deja de reírte y ayúdame pecas! - exclamé indignada, él aguantándose la risa vino a mi y me cogió de las muñecas.

Aprendí un poco a patinar gracias a él y ahora estaba patinando sobre hielo agarrada a Luke. Todo parecía de película cuando este se tropezó y cayó de culo, causando mi risa y terminar cayéndome yo también.

Con cuidado nos levantamos y volvimos a patinar, pero esta vez sin caernos. Estuvimos en la pista de hielo durante horas y antes de volver a casa, fuimos a la cafetería de la pista de hielo a tomar un chocolate caliente.

- Te quiero Jade. - expresó sincero Luke antes de fundirnos en un dulce beso.

Era la mejor cita de mi vida.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2019 ⏰

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