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iU – De fin a inicio

El colegio nunca sería más que eso sino fuera por los amigos, aquella verdad irrefutable aplicaba por lo menos para la mayoría en dónde estaba incluida.

En ese entonces mi obsesión estaba lejos de ser la de un adolescente siguiendo cada noticia que daban de su artista o celebridad favorita, en un país donde los avances tecnológicos tardan en llegar por lo menos dos años dejando las redes en un segundo plano, había que buscar otros personajes "inalcanzables" con los que obsesionarse, yo por mi parte decidí enamorarme de los protagonista de las historias y los libros de filosofía – por extraño que eso pareciera–, le dedicaba más tiempo a leer qué a cualquier tarea, intentaba imaginar a los protagonista de las historias no románticas e indagaba para entender un poco más porque Marx rechazaba todo pensamiento religioso, debido a que en este punto necesitaba una excusa propia para justificar porque yo misma dudaba de mi religión; también estaban los libros de terror y ciencia ficción en donde la maldad pasaba a ser el más puro demonio atormentando la vida de otros a la tecnología más malvada de nuestros tiempos. Tocar esa otra parte de mi vida y lo que supuso para las bases de mi pensamiento actual, me dan para otra historia...

En mi penúltimo año aún seguía sin tener un acercamiento a cualquiera cosa respecto al enamoramiento, todo a mí falta de interés y poner por sobre el tema otras prioridades simples a esa edad, como el hecho de ahorrar lo suficiente de lo que mis padres me daban para las onces en cosas que amaba hacer, en mi caso: ir a cine. Siempre se trataron de películas de terror y ciencia ficción hasta que una de mis amigas que vivía "enamorada del amor" insistió en que hoy viéramos una película romántica (que por cierto odié), alegando que era yo quien siempre terminaba eligiendo, a regañadientes le di la razón porque si, la tenía y terminamos comprando cuatro entradas para gastar dos horas en algo que no quería. Aun cuando la película no fue de mi agrado (creo que ya lo dejé más que claro), me causo un poco de curiosidad el tema y yo misma sabía que después de que ese sentimiento se planteaba en mí, no había manera de frenarlo hasta estar satisfecha con la respuesta. Busque en internet como buena millenial, pero al contrario de los que muchos imaginan lo que yo buscaba lo hacía basado en la ciencia y porque no, en este caso también termine leyendo un par de artículos de psicología y su explicación, entonces entendí por qué todas en ese entonces parecían tan dramáticas con el tema del amor y porque una de mis amigas término llorando por un tipo que apenas si conocía. Era tedioso para mí las conversaciones, pero tenía que admitir que me distraían y en ocasión el drama era a tal grado que me divertía, nunca deje de escuchar atenta cada historia de desamor pareciéndome cada vez más ridícula cada una.

  — Está saliendo con alguien del salón —comento mirando a la susodicha.

  — No creo que sea para tanto, ustedes no tenían nada.

  — ¡Con esas amigas para que enemigas! —sonreí ante la mala mirada que me daba.

  — Pero es verdad —le reste importancia aun con una sonrisa y recostándome casi del todo en el pupitre, mientras miraba atenta su molestia. —Y si mejor vemos una película hoy —propuse.

  — Está bien —concordó rendida —,pero de amor —rodé los ojos.

  — No —suspire, sabiendo que sí, veríamos por lo menos una película de comedia romántica debido a su "depresión"

En ocasiones tenía la sensación de que era posiblemente la chica más cuerda o rara (según se mire), ante todo ese drama hormonal que empezaba a hacerse notar en el salón: enamoramientos que duraban apenas unos días, llantos momentáneos, cambios de ánimos por un tercero. Se estaba propagando sin ningún control y yo que solo estaba ahí sentada escuchando todo no hacía más que reírme y sentirme confundida con lo absurdo que era muchas veces la situación.

¿Tenía gustos?, ¡claro que sí! Estaba en mis años, habían temporadas en las que cada día tenía un "amor platónico" diferente, casi siempre resultaban siendo los chicos de ultimo año, pero nunca fue nada que me quitara el sueño, nunca paso de una sonrisa tonta cada vez que veía pasar a x persona y a veces cuando me ponía muy romántica, salía algún suspiro, así de fácil hasta que llego el día, llego ese alguien, me llegó el momento en formas peculiares. 

QUIZÁ EN OTRO UNIVERSO © [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora