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~2028~ 15°

Ese viernes en la noche tras salir de la cafetería habíamos quedado en ir a casa de mis padres para recibirle el fin de semana que venía acompañado de un puente (día festivo o feriado como se conoce en otros países), aprovecharíamos para salir de la ciudad a un pequeño pueblo cercano de la misma.

Nos acomodamos en mi cuarto, que Tay ya conocía por otras ocasiones; cuando noté lo bien que se veía con las gafas que solía usar cada que estaba frente al computador y su cabeza un tanto ladeada, el rostro serio por el grado de concentración en que estaba, sentí la necesidad de besar el lugar de su cuello que tenía expuesto por la posición en que se encontraba. Me acerqué sin poder ni querer detenerme para posar apenas mis labios, al comprobar que mi acción provoco su sonrisa repetí el movimiento, uno, dos, tres... dejé de contar las demás.

  — Me haces cosquillas —dijo entre risas.

Como no se trataba de una queja, seguí, esta vez con más intensidad permitiendo que mi lengua entrara en el juego, al hacerlo su respiración empezó a ser irregular, al igual que la mía.

  — Bebe —llamo sin apartarse —estamos en casa de tus padres —agrego esta vez alejándose un poco, provocando que bufara.

No era la primera vez que yo intentaba ir más allá.

  — Tengo que reconocer que esa excusa es la mejor que me has dicho hasta ahora —repuse de manera brusca. Cuando vi la mirada que me daba, me arrepentí de mis palabras —Lo siento amor —me retracte rápidamente —no quise que sonara de esa manera.

  — Pero querías decirlo —afirmo de manera tranquila, suspire en respuesta —también quiero y quiero que tu seas la primera —esa confesión me choco, aun cuando intentaba minimizar su confesión.

Pude haberle dicho que yo tampoco había estado con nadie, porque solo una persona además de Kay me había hecho sentir de esa manera, pero como no queríamos apresurar nada también lo dejamos estar; el asunto es que decidí guardármelo para mí, dejando pasar la oportunidad de unirnos un poco más si me confesara también. No era por falta de confianza o inseguridad, solo quise guardarme un poco más para mí el asunto.

  — Va a pasar cuando queramos que así sea —deje un beso corto en sus labios —te quiero de aquí a veintinueve mil quinientos sesenta y cinco vueltas terrestres —comente cuando el número me golpeo de repente.

  — Amor —repuso, mirándome de esa manera en la que me quitaba el aliento —sé que esa es la vida promedio de un humano aquí.

  — Exacto —confirme, algo aturdida con la escena.

  — Acepto —dijo, dejando ver sus dientes al sonreír —pero igual quiero el anillo.

  — ¡Eh! —alegué en un tono de broma —yo nunca dije eso.

Qué manera la tuya de romper los momentos —repuso,fingiendo molestia —. Pues yo te amo, pero siento que ahora que me soltasteeso, mis palabras quedan en nada. Sabía que debía haberlo dicho tan prontosurgió el sentimiento en mi —se auto reprocho en voz alta, cuando reparo de nuevoen mí y pareció percatarse de que las palabras salieron de su boca seguramentepor mi mirada un poco confusa.

QUIZÁ EN OTRO UNIVERSO © [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora