-Isa, él es...
-Claro que sé quién es, Molly- interrumpió a la forense mientras estiraba su mano hacia el detective con una sonrisa- Este hombre no necesita presentación, es un verdadero placer señor Holmes, soy una fiel admiradora de su trabajo.
S...
Sherlock estaba frustrado, toda la mañana había buscado en los libros y no encontró nada que le ayudara a descifrar el mensaje.
Isabella en su descanso había ido a ver a Molly, no le dijo lo que le mencionó Sherlock, pero quería ver a su hermana. Su última clase se había vuelto a cancelar, eran alumnos de último grado y estaban realizando trámites para su titulación.
Y John, después de haber "trabajado" en el consultorio, regresó a casa. Se había quedado dormido en medio de su trabajo y la mujer que lo había contratado, prácticamente lo había salvado así que le propuso salir esa noche.
-Necesito tomar aire. Saldremos hoy- dijo el detective mientras estaba rascándose la cabeza cuando los dos doctores entraron a la sala.
-De hecho, yo tengo una cita- dijo John sonriendo alegremente.
-¿Qué?- preguntó Sherlock confundido al mismo tiempo que Isabella preguntaba.
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-¿Enserio? ¿Con quién?- preguntó contenta por el doctor.
-Bueno ya sabes, es cuando las personas se agradan y salen a divertirse- dijo él contestando a Sherlock- Voy a salir con...
-Eso estaba sugiriendo yo- dijo Sherlock interrumpiéndolo, confundido.
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-No es cierto. Al menos eso espero- dijo él sin perder su sonrisa. Isabella soltó una pequeña risa viendo el intercambio de palabras.
-¿A dónde irán?- preguntó ella emocionada.
-Al cine.
-Uhm, tonto, aburrido, predecible- dijo Sherlock acercándose a ellos- ¿Por qué no pruebas esto? Estará en Londres por una noche.
-¿Al circo?- preguntó John riendo y mirando el papel que el detective le entregó- Gracias, pero no vine a pedirte consejos sobre citas.
Sherlock simplemente levantó sus hombros y se sentó en su sillón en su posición en rezo. Isabella le sonrió a John y le deseó suerte en su cita para luego irse a su habitación.
