Han pasado tres días desde aquella noche.
En donde la hice mía completamente.
A la mañana siguiente de aquella noche, nos despertamos. Ambos estábamos desnudos y abrazados en mi cama, me dolía la cabeza, sentía el olor de Anna en todo el lugar, parecía completamente absorta en sus sueños hasta que minutos después en los cuales no deje de mirarla ella se despertó completamente desorientada, miró la habitación, la cama, el desorden de nuestra ropa lanzada a lo lejos, me miró, se miró.
Recogió sus piernas las abrazó y se cubrió la cara, evitaba mirarme.
-estas bien- le pregunte.
Ella no se volteó a mirarme, estaba siempre en silencio.
Me comencé a sentir como un cerdo.
Acerque mi mano a su hombro y la toque levemente, ella se sobresaltó y por fin me miro.
Iso lo que menos me esperaba, me abrazo.
Estuvimos asi un tiempo hasta que se levantó y se fue a su habitación, después de aquello evito tocar el tema.
Y actúa como si nada hubiera pasado, me siento muy mal por eso.
Hoy es un día nublado en la universidad, es mi último día de clases, y para mañana ya saldré de vacaciones.
En la hora de almuerzo estoy comiendo con unos amigos de la universidad, cuando veo a Rebeca acercarse a mí, la saludo, y me susurra al oído una propuesta indecente, me rio asintiendo. Quedamos para la salida, pero de reojo veo pasar a Anna. Va con unas amigas, no se voltea a mirarme.
Sin embargo Rebeca la ve y dice.
-esa no es la tipa que nos interrumpió el otro día.
-si...
-que mal me cae, que se cree, si es más fea que Frankenstain. De seguro se le trisa el espejo cada mañana.-se ríe- con lo fea que es, y que hacia esa en tu casa el otro día Fathy.
-en primer lugar Rebeca, no la conoces para que hables así de ella, en segundo lugar, Anna vive conmigo.
-aun así me cae mal, y creo que se lo are saber.
Rebeca se levanta y camina en dirección hacia donde esta Anna, yo la persigo pero no alcanzo a detenerla a tiempo, Rebeca pasa por al lado de Anna y choca con ella obviamente a propósito, luego hace lo más infantil del mundo.
-fíjate quieres, me puedes opacar con tu fealdad.
-disculpa, te recuerdo que la que choco conmigo eres tú, además quien eres, te conozco acaso.
-ya quisieras sapito, no le hablo a cualquier cosa
-¿disculpa?
Me acerco a Rebeca y la agarro del brazo
-ya basta.-le digo
-suéltame, a esta me la cargo.
-asique eso era, Fathy puedes llevarte a tu noviecita por favor, y de paso dile que no me moleste, y que madure un poco.
-quien te crees tú "Betty la fea", aléjate de mí, no sé cómo dejan entrar a personas horrendas como tú, son como peste para la sociedad.
- No te guíes por las apariencias, que tú puedes ser muy bonita y todo, pero de cerebro no tienes nada, y es verdad, algunos se esfuerzan para llegar aquí, pero otros solo dan el sudor de una noche para poder pagarse sus cosas. Y no sé qué es peor, ser fea o prostituta.-la mira de arriba abajo- creo que lo segundo.-se va.
ESTÁS LEYENDO
Anna, yo te amo
RomanceNada de lo que pudiera hoy narrar es una excusa a lo sucedido a lo largo de los años desde el día en que la conocí... Aquella fría mañana de abril marcó el inicio de una buena amistad la cual fue protagonista de los mejores años de mi adolescencia...