Parte 10

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Me encuentro observando el infinito mar azul por la ventana de la habitación, la casa está en silencio, a lo lejos se escucha la interminable charla de las olas al romper con la arena.

Anna duerme en la cama solo con la sábana blanca envuelta en su cuerpo desnudo.

Camino hacia la cocina, necesito un vaso de agua.

Hoy se supone que debemos abandonar la casa antes de mediodía, asique debo despertarla, para que se levante lo más pronto posible.

Al hacerlo, ella reclama, pero luego asiente.

Preparo el desayuno mientras ella se ducha en el baño.

Al estar lista, llega a mi lado con unos pantalones negros y una polera celeste, el cabello como siempre lo lleva suelto y mojado. Se sienta en la mesa y tomamos desayuno en silencio.

-porque nunca te secas el pelo.

-no me gusta...

Sonrío, y seguimos desayunando.

Luego de terminar el desayuno, ordenamos, almacenamos nuestras cosas, poniéndolas en el auto, luego de cerrar la puerta de la casa con llave, emprendemos en viaje de vuelta a casa.

En el camino Anna enciende la radio y se pone a cantar la canción "morena mía" de "miguel bose"

Cuando estamos casi llegando a la casa, ella va dormida en el asiento mientras abraza uno de sus pies.

Estaciono el auto suavemente en el interior de la casa, luego de abrir la reja con el mando a distancia.

Me encuentro despertando a Anna cuando una señora entra en mi propiedad, y golpea la ventana de mi auto.

La observo por un momento, luego me doy cuenta de quién se trata, entonces bajándome la saludo cortésmente.

-hola señora Emilia, ¿Qué hace aquí?

La señora Emilia es la madre de Anna. La primera vez que la vi, yo tenía trece años, y había ido a la casa de Anna para hacer un trabajo de historia.

En ese entonces el padre de Anna aún estaba vivo, y ella era hija única. En ese entonces la señora Emilia tenía el cabello castaño tan largo que le llegaba casi a las caderas, recuerdo que siempre sonreía y siempre vestía colores claros.

A diferencia de ahora, los años han hecho estragos con su piel desaliñada, el cabello que en ese entonces era hermoso, ahora lo tiene teñido de un rubio apestado, sus ropas están descuidadas y algo sucias, y en sus ojos están las huellas de la tristeza y un moretón casi descolorido.

-vine a hablar con Anna, Fernando (Troya) me dijo que estaba contigo. –me dice la señora, parece nerviosa.

-claro, deje despertarla.

Ella asiente.

Recorro el auto y abro la puerta de Anna y le quito el cinturón, luego le muevo el hombro, ella despierta desorientada.

-¿Qué sucede Fathy, en dónde estamos?

-ya llegamos An.

-mmm oka.- se comienza a estirar y se toca la cara soñolienta.

-vamos, te buscan.

Me mira frunciendo el ceño

-¿Quién?

-yo, hija.

-m...mamá

Madre e hija se miran, luego les digo que lo mejor es que ingresen a la casa, ya que ahí estarán más cómodas.

Anna, yo te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora