Parte 13

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Un mes después de mi ruptura con Jennifer, entrando al mes de agosto, en un hermoso día soleado, me encuentro comiendo un helado en una plaza del centro, mientras espero la llegada de Troya y Helena.

Estoy sumido en mis pensamientos, cuando se me acerca una niña como de unos nueve años, corriendo.

-¿oye, tu eres Fathy?-me pregunta la pequeña.

La miro por un momento.

Analizo ese cabello castaño, piel pálida, ojos claros...

-¿samanta?

Samanta es la hermana de Anna, la conozco desde que era una bebe, siempre que iba a la casa de Anna, me la encontraba jugando solita en el patio.

Compartía un te imaginario con ella, mientras Anna se vestía para salir con Troya y conmigo, mientras la cara de pocos amigos del padrastro de Anna me miraba con malas pulgas.

Lo que me impresiona es que aún me recuerda.

-si soy yo.

-estas inmensa, creciste bastante desde la última vez que tomamos el té juntos.

-jajaajaj, ya no lo hago, eso se lo dejo a mis otros dos hermanitos.

-y que haces aquí sola.

-no estoy sola, solo me adelanté.

-con quien estas.

-con mi mamá.

-¿y cómo está tu hermana?

-cual, ¿la Anna?

-sí.

-no sé, debe estar adolorida otra vez, siempre que llega a la casa, llora y se encierra en su habitación.

El otro día llego a la casa con una herida en el labio, casi me desmayo, ya que había sangre por todas partes.

-como asi, ¿qué le sucedió?

-no sé, mi mama dice que debió tener otra pelea con el Tomas, su novio.

-como que otra pelea.

-eso escuche una noche que estaban conversando ellas dos. La Anna estaba llorando y mi mama la estaba retando o algo asi, no sé.

Pero que mierda me está contando la hermana de Anna...

Le iba a hacer una pregunta cuando llega la señora Emilia junto a nosotros y reta a Samanta.

-te dije que no te adelantaras, no vez que te puede pasar algo.

-hola señora Emilia.

-menos mal estaba contigo, ¿Cómo estas Fathy?

-bien, gracias.

-bueno hijo te dejo.

-chao Fathy, llámame algún día.

Sonrió

-oka, yo lo hago.

En cuanto las pierdo de vista, saco mi celular y marco el número de Anna.

Suena una y otra vez, pero no me contesta.

Al llamar por enésima vez, sin tener repuesta, decido ir a buscarla al trabajo.

Llego aproximadamente en unos 15 minutos al trabajo de Anna.

Una vez ahí me siento en un puesto desocupado y espero a que me atiendan.

Cuando lo hacen, no es Anna la que me atiende, sino una chica llamada Estela.

Encargo una bebida pequeña solamente y comienzo a beberla lentamente observando el lugar.

Anna, yo te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora