¿Quién es un buen muchacho?
Le preguntó el pelirrojo mientras le acariciaba las orejas a un ofendido Katsuki quien respondió con un simple:
Muerete.
-⭐- advertencias:
(🍅));Yaoi (relación chico×chico)
(�...
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Y continuamos..
Kirishima era algo idiota, eso todos lo sabemos, y aunque Katsuki tenía la respiración entrecortada y la vista pérdida... El todavía no se había dado cuenta que éste se encontraba teniendo un ataque de ansiedad. ¿Pero, quién podría culparlo? Nunca en su vida había presenciado uno.
Mierda... -susurró Bakugō luego de unos minutos, un poco más calmado, esa noticia le había caído como un gran, mejor dicho grandísimo, balde de agua; ¿En verdad se quedaría así? Claro, no le importaban los comentarios ni como lo verían los demás... Pero tenía varias desventajas, cómo que si sus compañeros lo seguían jodiendo los terminaría castrando a todos y eso no iría muy bien en su historial que digamos.
¿Estás bien, blasty? -y ahí estaba el pelirrojo, buen momento para preguntar, aunque se notaba en sus ojos la preocupación por su amigo.
Pov Bakugō.
Debía admitir que estaba jodido. Tener que cargar para toda la puta vida un par de orejas y una cola sería un completo fastidio, y pensar que había creído que sería algo temporal.
Sentía mi respiración irregular y no podía hablar.
Un ataque de ansiedad.
Hace mucho que no tenía uno, recuerdo que me ocurrían continuamente luego de que ese jodido villano de lodo me atrapó, pero habían cesado a las pocas semanas.
Traté de regular mi respiración, todavía no entendía como el idiota del pelos de mierda no se había dado cuenta que debía ayudarme en un momento como este.
Estúpido pelos de mierda, estúpidos ataques de ansiedad, estupidas orejas y cola.
-Mierda... - susurré y miré a Kirishima, y el muy pendejo me preguntó si estaba bien con una mirada ¿preocupada? o... ¿Nerviosa? Aunque...¿No debió preguntar eso hace ya un rato?
-¿Tú cómo crees?.- le dije secamente entre dientes, Eijirō debía agradecer que al menos le había respondido, aunque no pude acotar nada más ya que sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, al igual que una sensación... Tranquilizante.
El pelos de mierda me estaba acariciando la cabeza y las orejas.
Cómo a un jodido perro.
Quería apartar su mano pero la sensación que me causaba era tan satisfactoria y tranquilizante que mi cuerpo no me respondía.
Funcionó... -escuché decir a Kirishima mientras dirigía mi mirada hacia su rostro y podía ver cómo estaba malditamente tierno con esa sonrisa cariñosa en el y un ligero rubor.
Cursi.
Sentí un calor en mis mejillas. Joder. Me había sonrojado con ese pensamiento.
Jodidamente cursi.
Blasty... ¿Pensaste en lo que te dije la otra vez? -susurró el muy idiota en mi oído con una voz dulce lo que intencificó el ardor en mis mejillas, o cierto, se me había declarado.
¡Déjate de joder, Kirishima! Dame.. un poco de tiempo.. -dije lo último en un susurro y fruncí el ceño antes de bajar mi mirada- por cierto.. estaban deliciosos los chocolates...
Sí, ayer había encontrado en la puerta de mi habitación unos chocolates con un poema que decían ser del pelos de mierda, me sorprendió que supiera hornear dulces.
Pov omnicente.
Kirishima se puso nervioso y empezó a sudar ¿Qué chocolates? El nunca había preparado nada, mucho menos sabía cocinar... Derrepente escuchó un nuevo mensaje en su celular y se apartó de Bakugō para leerlo.
Era de "la más diva" que en realidad era Mina. Ella misma se había agendado.
Un mensaje no leído
La más diva.♥ 9:31: No es nada brodah ;v 9:31: Tú solo síguele el juego a la rubia
Kirishima 9:32: ¿¡Pero qué?! Tú le dejaste los chocolates, mina?!
La más diva.♥ se ah desconectado
No había duda de que los estaba observando, vaya acosadora.
