De un sueño a una pesadilla.

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-Donde. ¿Dónde estoy?

Nagisa caminaba por un pasillo largo con varias ventanas al rededor, cada una de diferente color y tamaño, la curiosidad le ganó y se dirigió a una de ellas, una pequeña de color azul cielo era su objetivo, al abrirla su mirada se lleno de nostalgia, era el hace varios años en el pasado cuando sólo era un niño y sus ojos sólo poseían curiosidad, asombro e inocencia, se alejó despacio y camino hacia una ventana de mallor tamaño con un color morado obscuro que casi parecía negro. Al abrirla su mirada se opaco y el crudo recuerdo lo golpeó, sus padres discutían mientras el ya hacía en el suelo llorando mientras los observaba. Cerró de golpe la ventana y camino un poco más, no tardó en encontrar otra que llamara sy atención, una que más bien parecía una puerta, una con un tono rojo brillante que parecía llamar la atención más aue cualquier otra. La abrió y se encontró con una casa moderna y espaciosa con varias decoraciones del clásico estilo japonés.

*La casa de Karma. *

Esa había sido la primera vez que había visitado si casa tan grinde pero a la vez cálida. Se adentró en ella viéndose a sí mismo siendo un adolecente que era fuertemente abrazado por el mayor mientras estaban viendo una película acurrucado en la habitación del pelirrojo.

-Nagisa te amo.

No respondió nada sólo le sonrió de forma dulce y acogedora dándole la respuesta en un gesto simple como aquel.

-Nagisa

Por alguna razón su voz sonó diferente y la sonrisa en el rostro de Nagisa desapareció.

-Nagisa.

Y va de nuevi aquella voz fuerte y grave que lo descolocada parpadeo muchas veces mientras su entorno se volvía borroso y su visibilidad disminuía.

-Despierta Ya!!

Abrió los ojos de golpe encontrándose con un cuarto diminuto con olor a carne quemada y de un color café que más bien parecía verde, parpadeo, trato de moverse pero fue en vano sus manos estaban fuertemente atadas a lo alto de su cabeza mientras que ahora traía el pelo suelto y lo único que le cubría era una camiseta que le llegava un poco por encima de las rodillas, fruncio el ceño, los recuerdos de la noche anterior.

- Ya era hora me estaba cansando de tu balbuceos.

Volteó hacia donde la voz y se encontró con un hombre alto y encapuchado que vestía totalmente de blanco sus ojos parecían irradiar un brillo blanco que le parecia6 simplemente siniestro.

- Veo que estas algo confundido mi nombre es Shiro, Shiro Yanaguisawa, soy el encargado de esta ... "empresa"

Sonrió de manera descolocada y alzó la mirada hacia aquel hombre.

-Entonces fueron sus hombres los que me trajeron aquí. Y dígame señor Yanagisawa que punto yo en este lugar.

- Creo que estas muy sonriente considerando tu posición. Pero venga jugemos. Mi Trabajo en este lugar es proporcionar mercancía de primera para después suvastarla al que ofresca más. Y tú resultase ser más valioso que ningún otro, vasto con decir quien eras para tener ya a más de 300 candidatos esperando el día en que serás subastado.

Si se sorprendió pero la sonrisa en su rostro no desapareció.

- Me alegra que sepan quien soy. Hacu estarán enterados de que retenerle no será tan fácil como con los demás.

- O valla que lo se después de todo tu eres estudiante de Koro ¿No es haci?

-...¿Cómo ?

-Cómo lo se ... simple ese sujeto fue el primeros que logró salir de aquí sin morir antes. Y por tu seguridad no te preocupes te tendremos bien vigilado.

Por una gran puerta de lo que parecía ser metal entraron dos figuras un hombre un poco más alto que Shiro y con una mirada color Neptuno brillante y detrás de el él una joven de cabello largo por abajo de la cintura.

- Kayano!!??

***

-Señor .... Señor Karma.

El pelirrojo estaba sentado en el sofá con los codos en las rodillas y la cara escondida entre las manos estuvo pensando toda la noche como localizar a Nagisa pero había pasado muy poco tiempo como para poder obtener una pista, era como si se lo uniera tragado la tierra y había pasado la noche sumido en la frustración y la desesperación.

La pequeña voz proveniente de detrás de una de las paredes lo hizo salir de sus pensamientos y voltear hacia donde la voz provenía topandose con la mitad del cuerpo de Sakura asomándose desde el otro lado de la habitación.

-Suscede algo.

La niña se inclinó un poco con una expresión de entre miedo y verguensa.

-T-tengo hambre.

Confundido vio el reloj en su muñeca y se dio un golpe mental por haberse olvidado de la niña. Ya pasaba de medio día y aún no había comido nada.

*Si Nagisa se entera me mata*

Se reprimido a sí mismo y se levantó dirigiéndose hacia la menor.

-Es cierto ya es tarde. Porque no me dijiste nada.

Las lágrimas se acumularon en los ojos de la pequeña y empezó a jugar nerviosa con sus manos al sentirse regañada. Esto fue notado por Karma quien se volvió a regañar al pensar que tal vez lo dijo con una expresión que no debía.

- No te estoy regañando. - Dijo mientras la tomaba en brazos. - Sólo... La próxima vez que necesites algo dime ... de acuerdo.

Sakura asintió escondiéndose en el pecho del mayor. La llevo hasta la cocina donde la sentó y le preparo algo rápido para merendar antes de preparar una comida más elaborada.

-Y Yo ¿Qué voy a comer?

La voz femenina provenía del otro lado de la cocina. Cuando Karma voltea a verla su mirada se lleno de seriedad.

- Encontraron algo.

-Koro cree tener una idea pero ... No creo que te agrade.

***♡♡♡***

Holaaaaa.

Resusite. Lo siento enserio.
Pero tengo una buena excusa ....

Mi teléfono se descompuso y es el único medio que tengo para escribir.

Y pues es todo, de echo el teléfono que traigo es prestado en lo que arregló el mío. Pero me esforzarse en regresar a mi ritmo.
Coman chocolate y nos leemos.

Los quiero.

*₩* ♡₩♡

Asesino indirecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora