chapter: nine

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Liam





La fotografía alcanza internet seis horas después de que entre en la habitación de Zayn.

TMZ la filtra primero, ¿¿cómo consiguen siempre lanexclusiva de todos?? Y después de eso, se divulga en varias páginas de hockey, blogs de celebridades, periodicuchos de cotilleos y periódicos que realmentendeberían tener mejores cosas que publicar. Dos diarios destacados realmente lo mostraron en su página principal, donde la imagen en miniatura estaba colocada más arriba en la página que un artículo sobre la captura de un terrorista.

Supongo que la visión de mí, Liam Payne, besando los labios de otro hombre, es una emergencia nacional. Y en ese momento, no hay nada que pueda hacer para apagar ese incendio.

¿También mencioné que estoy en cuarentena? Síp, al momento en que me deshice de mi equipo de protección, firmé mi propia sentencia de cárcel. El doctor Rigel había.entrado en la habitación con su traje de cuarentena con la enfermera enojada a su lado. Me informó que desde que me había expuesto potencialmente a lo que puede ser una peligrosa cepa de gripe, sería incapaz de dejar el aislamiento hasta que llegasen los resultados de Zayn. Entonces la enfermera enojada me quitó un poco de sangre y también la mandó analizar. ¿Tenía algún remordimiento? Ni el más mínimo. De todos modos no estaba planeando dejar el lado de Zayn. Al menos, de esta forma nadie puede echarme a patadas cuando se acabe el horario de visita. Y ahora que algún imbécil nos ha sacado del armario sin nuestro permiso no puedo negar que es agradable tener una excusa para esconderme del resto del mundo.

No sé quién sacó la fotografía, pero cielos, han encontrado oro con el momento íntimo que nos habían robado. Yo, sentado al lado de la cama de Zayn, presionando los labios fuertemente contra los suyos. Fue justo después de que recuperase la consciencia y había estado tan dominado por la alegría y alivio al ver esos hermosos ojos marrones mirándome que había olvidado que estábamos en una caja de cristal con las cortinas abiertas. Durmió durante otra hora después de eso, mientras sostenía su mano. Tal vez suena tonto, pero nunca me había sentido tan útil a nadie en mi vida. Si se despertaba confundido, quería que supiese que no estaba solo. A pesar de la mierda arremolinándose en mi vida ahora mismo, me sentía más calmado de lo que había estado en semanas. Porque por una vez sabía que estaba haciendo lo correcto simplemente cuando necesitaba hacerse.

Y cuando de verdad se despertó, estaba confuso.

—¿Dónde estamos? —preguntó, sorprendiéndome.

—En un hospital, cariño. Estás enfermo. Probablemente tienes la gripe, pero nos lo dirán después de que lleguen los resultados.

—De acuerdo —respondió, apretándome la mano.

Pero cada vez que se despertaba, más agitado se sentía. Y cuando se dio cuenta de la extraña habitación de hospital que era, no pasó mucho tiempo hasta que cayó en la cuenta del hecho de que yo también había estado expuesto. Y ahora no deja el tema.

—No deberías haberte quitado la mascarilla —farfulla—. Estás loco, Liam. No deberías estar aquí.

No es la primera vez que cuestiona mi cordura desde que se despertó y ahora estoy cuestionando la suya, porque, ¿en que otro sitio estaría? ¿De pie al otro lado del cristal viendo sufrir al hombre que amo?

—Te vas a contagiar de esta estúpida gripe ovina —murmura.

—Antes que nada, ni siquiera sabemos si tienes la gripe ovina —señalo. Estoy sentado en la silla al lado de su cama pero inclinado hacia él, acariciándole la mejilla con mi mano sin guante. Su piel aún está ardiendo, lo que me preocupa. Ha estado, al menos, seis horas con esa intravenosa. ¿No debería bajarle la fiebre?—. Rigel parecía creer que era poco probable, ¿recuerdas? Segundo, si lo tienes ya hay oportunidades de que lo tenga, porque tuve la lengua en tu garganta anoche. Tercero, debería estar aquí. Echa un vistazo a esta cámara de tortura, cariño. —Señalo el espacio opresivo—. Nunca te dejaría sufrir esto aquí solo.

╚ ≪ • 𝓾 𝓼  ❈ 𝐙 𝐈 𝐀 𝐌 • ≫ ╝ #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora