04. dispárame, imbécil.

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     El resto del día fue una mezcla de caos y confusión. Helena y yo reunimos las cosas necesarias por el momento en el supermercado y luego tomamos rumbos distintos, ella me dejó en mi casa para recoger algunas cosas (habíamos decidido que me quedaría en la suya hasta que todo este caos pasara) y luego se dirigió a guardar la comida y posteriormente ir a la iglesia. Len siempre había sido muy devota, y aunque yo tenía mis dudas sobre la fe y todo eso, respetaba sus creencias.

     Entrar a mi casa fue como un golpe de nostalgia en el estómago. Todo estaba exactamente igual que cuando me había ido. Nuestra casa no era muy grande, pero yo la encontraba acogedora y eso me encantaba. Las paredes estaban pintadas de un azul pálido y aparte del sofá azul donde me había sentado miles de veces con Gwen, Liv y las chicas a contarnos chismes y ojear revistas, había un sillón reclinable en la sala donde mi padre solía ver televisión y comer mis famosas magdalenas de chocolate.

     Me dirigí al piso superior con el teléfono en mano. Colgadas en la pared de las escaleras habían unas cuantas fotografías familiares. Yo y mis padres en mi primer cumpleaños, con el campo y nuestro viejo granero de fondo. Mi mamá y yo en medio de un picnic, ella llevaba un vestido floreado y su panza de siete meses ya comenzaba a asomarse. Incluso una de mi papá y yo en la entrada de esta casa, el día que la habíamos comprado.

     El pasillo de la planta superior era más de lo mismo. Fotos en las paredes y en pequeñas mesitas. Hubo un tiempo en que mi padre quiso borrar todo rastro de que mi mamá existió, cuando ver su recuerdo era demasiado doloroso para él y confuso para mí, pero ese tiempo fue muy lejano. Ahora solíamos recordarla con amor, veíamos viejos vídeos juntos y cocinábamos sus recetas más típicas en navidad.

     Abrí la puerta de mi cuarto lentamente. La sábana seguía en la misma posición que cuando me fui e incluso la puerta de mi clóset estaba entreabierta, pues había corrido a buscar algo de último minuto antes de irme a la fulana excursión. Suspiré.

—No es tiempo de distraerse —negué, y saqué dos pequeñas maletas de mi armario. En una comencé a guardar la mayor parte de mi ropa, zapatos y otros artículos personales como maquillaje y accesorios; haría la habitacion de invitados de Helena la mía durante un tiempo, no tenía ningún interés en vivir sola.

     Cuando la tuve lista, me acerqué a mi cajón de noche y saqué mi mas preciada posesión, la última foto que me había tomado con mis padres. Estábamos frente a la puerta de la iglesia de nuestra pequeña comunidad en el campo, mi papá llevaba un traje y su barba oscura, yo estaba vestida como la niña de las flores y mi mamá tenía un vestido rosado pálido con flores blancas, el cabello color miel le caía largo hasta la cadera. Su embarazo de nueve meses era más que evidente.

     No quería llevármela, solo la veía cuando me encontraba angustiada, cuando necesitaba recordar que alguna vez, las cosas habían sido tan sencillas. Volví a guardarla en su bolsita de plástico para evitar que se arruinase.

     La segunda maleta la utilicé para guardar toda la comida que me quedara en casa, o al menos la que podría dañarse más rápido, como la leche y los huevos. Al terminar puse ambas maletas junto a la puerta de la cocina y me recosté el mesón un segundo, para admirar todo a mi alrededor y pensar por unos segundos.

     Si Grizz no volvía con buenas noticias, estábamos completamente jodidos. Atrapados en un pueblo, aislados del mundo, ¿qué era lo mejor que podría esperarse? Yo podía lidiar con el caos y adolescentes imbéciles, tenía mis puños y mi arsenal de armas escondido en la casa para defenderme de cualquiera, pero por increíble que pareciera, no me preocupaban ellos.

     ¿Qué pasaba con la comida? ¿o el agua y la electricidad? En algún punto la primera se acabaría y podríamos morir de hambre, y si los segundos también entonces sería como volver a la edad de piedra. Tenía conocimientos de cómo sobrevivir al aire libre, al fin y al cabo venía de una comunidad rural de granjeros, pero esto nos sobrepasaba de tantas maneras.

Part of Me ❦ [Grizz Visser; The Society]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora