Part of Me ❦ [Grizz Visser; The Society]

20. en un mundo normal.

20

     El anuncio de lo sucedido se dio horas después del arresto de Dewey. Me sorprendí a mí misma demasiado ansiosa, sentada sola en uno de los bancos finales, con una mochila llena de todas mis cosas que recogí de donde Grizz, esperando que esto se acabara lo antes posible, para poder llevar a cabo unas cosas que tenía en mente.

      Allie esperó junto al podio a que la iglesia se llenara, a pesar de que faltaron ciertas personas, y luego se adelantó hasta la mitad del estrado.

—Hola a todos —saludó—. Seré breve, solo quiero darles una actualización de todo lo que pasado —explicó cogiéndose las manos. Esperó unos cuantos segundos para tomar aire—. Hubo un arresto esta mañana, y la confiscación de un arma. Greg Dewey.

     Un murmullo incómodo recorrió la sala, e incluso yo me removí en mi asiento. Si tenían el arma en las manos era cuestión de unos pocos análisis para que Gordie determinara si había sido la responsable o no del asesinato. Unos pocos días bastarían.

—Lo mantendremos en un lugar sin revelar hasta que descubramos qué sucedió, y si había alguien más involucrado —contiuó Allie—. Estamos cuidando de él, y nos aseguramos de que tenga todo lo que necesita. Sé que Cassandra habría querido eso.

     No despegué la mirada preocupada de Allie. Se veía incómoda ante todo este tema, así que hice una cita mental para hablar con ella en un rato, pero en ese momento tenía un asunto más que atender. No debería ser tan importante comparado a las otras cosas ocurriendo en el pueblo, pero no podía sacármelo de la mente. Grizz era lo que me consumía los pensamientos y debía hacer lo que me pareciera correcto.

      La iglesia se estaba vaciando cuando descubrí a Jean sentándose a mi lado. Me dedicó una mirada expectante, y entonces una sonrisa ladina le cruzó el rostro.

—Hola —le saludé— ¿Cómo has estado?

     Se encogió de hombros— Igual que todos, llevándolo.

— ¿Estuviste en la redada de esta mañana? 

—Así es. Los chicos creen que ahora somos policías o algo así. Jason quería leerle sus derechos a Dewey —puso los ojos en blanco, y yo solté una carcajada ante lo ridícula que debía parecer la situación.

—Supongo que mientras más finjamos, más fácil será mantener el control de todo —repuse en tono neutro. Jugué con mis dedos sin prestar mucha atención a mi alrededos; estaba repasando lo que le diría a Grizz, no quería equivocarme.

—Oye —Jean llamó—. Vi a Grizz un poco raro hoy... ¿está todo bien entre ustedes?

     Inhalé profundamente, llenando mis pulmones de aire, antes de asentir levemente y forzarme a poner la mejor expresión natural. Lo último que quería era algún chismoso escuchando y un rumor sin sentido volando por ahí.

—Claro. Es solo que las cosas han sido tan caóticas últimamente en el pueblo, ya sabes. Creo que todos nos sentimos un poco extraños después de todo lo que ha sucedido —expliqué.

      La sonrisa de Jean bastó para alejar cualquier preocupación de su mente.

—Oh, está bien. Sabes que puede hablar conmigo cuando necesites —se ofreció y le sonreí tranquilamente—. He estado pensado ciertas cosas... tú sabes lenguaje de señas, ¿verdad?

—Sí... —entrecerré los ojos— ¿Hay alguien en especial con quien quieras hablar, acaso? —alcé las cejas repetidamente, como sugiriendo algo.

      El rubio luchó por hacerse el desentendido— Pues, estaremos un tiempo aquí y me parece que es maleducado no poder hablar con todo el mundo con total normalidad.