09. así somos en realidad.

3.2K 230 10
                                    

capítulo nueve.

     Cuando terminamos de bajar las escalera, nos encontramos con que un diluvio se desataba afuera y todos se habían reunido en la cocina de Harry, bastante espaciosa a decir verdad. Las luces parpadeaban cada pocos segundos y había una tensión general en el grupo.

     Como si todos no supieran lo que veníamos de hacer, Grizz fue a sentarse en uno de los mesones de la cocina y yo me paré al lado de Helena, algo nerviosa con esto de las luces intermitentes. Mi mejor amiga me tomó de la mano y la apretó, intentado reconfortarnos a las dos.

— ¿Qué pasa cuando se apaguen de verdad? —preguntó Gwen, estaba sentada en una silla detrás de nosotras— ¿Quién las encenderá?

—Tal vez nunca se enciendan de nuevo —respondió Grizz. Le eché un rápido vistazo, tratando de ignorar lo guapo que se veía. Es que joder, se veía así todo el tiempo.

— ¿Tienes algunas linternas? —preguntó Jason. Harry se encogió de hombros y mostró su IPhone como respuesta—. La batería no durará, hombre.

     Vamos, que estos chicos sí sabían usar la cabeza de vez en cuando.

     Clark dio una palmada— Expedición a la ferretería, ¿que se anima?

—Yo voy —respondí con una sonrisa cómplice y animándome de repente. Helena me vio chasqueando la lengua, pero ambas sabíamos que no podía hacerme cambiar de opinión, no cuando ya se me había metido la idea en la cabeza.

     Las luces de la casa se apagaron, y un escalofrío me recorrió la espalda.

—Deberíamos irnos a casa —sugirió Olivia, que casualmente estaba sentada al lado de Grizz. Me hubiera encendido en celos como me había pasado con Elle horas antes si no hubiese estado más preocupada por la cuestión de la electricidad—. Antes de que esto se ponga feo y se apaguen las luces de la calle.

—Pueden quedarse aquí —dijo Harry echando un vistazo al grupo—. Si quieren.

     Nadie contestó, pero era lógico que todos se habían puesto nerviosos y no consideraban esa idea una opción. La mayoría probablemente lloraría nada más llegar a casa, de miedo e incertidumbre. De pánico antes las cosas que seguirían sucediendo si no encontrábamos una manera de volver con nuestros padres.

     Quería entrar en pánico como había hecho aquella mañana en la cocina de mi casa, pero si bien mi padre no me había preparado cómo sobrevivir en un mundo paralelo, sí me había dado mis buenas clases de cómo actuar ante un apocalipsis. Aunque este no fuera el caso, lo que había aprendido podía aplicarse. Sabía como armar una lámpara de queroseno, curar una herida infectada y otras tantas cosas que me temía tendría que empezar a utilizar pronto.

—Yo me iré a casa con las chicas —anunció mi amiga, después de que las luces volvieron—. Si te vas a quedar donde Grizz, mándame un mensaje para saber que estás bien —me susurró, a lo que asentí con una sonrisa divertida. 

     No podía mostrarle frente a todo el mundo que estaba asustada. Y no por unas luces parpadeantes, sino por el caos que se nos venía encima.

—Claro, cuídate —le susurré.

[...]

     Solo hay una palabra para describir lo que pasó en la ferretería a la que llegamos.

     Caos.

      Cuando los chicos y yo nos bajamos del carro de Jason la lluvía seguía cayendo por lo que nos empapamos al cabo de unos segundos. Habían personas entrando y saliendo de la tienda y un montón de vidrios rotos alrededor de la entrada, por lo que deduje que la habían forzado sin mucho esfuerzo. 

Part of Me ❦ [Grizz Visser; The Society]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora