05. la más razonable.

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     Los siguientes diez días el pueblo se sumió en un estado de locura controlada. Casi todas las noches la mayoría se reunía donde Harry a beber y pasarse los porros, o a simplemente festejar. Algunas veces yo me les unía y otras me quedaba con Helena viendo una película grabada de hace muchos años, o simplemente hablando de cualquier cosa. Mis maletas seguían en su casa, pero yo no me pasaba mucho tiempo allí.

     Desde aquella primera noche que me quedé donde Grizz, no sabría decir si nos volvimos mejores amigos, o simplemente dormíamos juntos (en el sentido más puro de la palabra) para pasar el rato.  El punto es que empecé a quedarme todas las noches en su casa, abrazada a él, y además comenzamos a hacer otras cosas juntos. Lo primero fue el cocinarle algún dulce todas las noche (cuando los huevos aún no se dañaban) por lo que se hizo un fiel fan de mis recetas. Luego empezamos a quedarnos encerrados las tardes en la casa leyendo. Él me había prestado un libro de Sherlock y yo le puse a leer Jane Eyre, uno de mis clásicos preferidos.

 Él me había prestado un libro de Sherlock y yo le puse a leer Jane Eyre, uno de mis clásicos preferidos

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     Era cómodo pasar el tiempo con él, hablando o no. Ni aunque estuviéramos en silencio se sentía extraño o tenso. Sabía como hacerme reír y charlar de nuestras cosas favoritas era tan sencillo que parecía que nos conociéramos desde hacía muchísimo tiempo.

      Respecto a estar solos en el pueblo, era otro tema. Todos estuvimos algo asustados los primeros dos días, no podíamos quitarnos de encima la preocupación, el miedo y la incertidumbre. Pero en algún punto teníamos que salir, comer, intentar hacer algo en este lugar nuevo que parecía casa, pero no lo era. Entonces se volvió un poco divertido, la libertad de ir hacia donde quisiéramos y no tener un horario de llegada fue refrescante, o no nuestros padres molestando por cualquier cosita.

     En otras palabras, encontramos consuelo en la irresponsabilidad ahora permitida.

     Pero eso no podía durar para siempre.

     El décimo día, me levanté y como algunas veces sucedía, Grizz no estaba en la casa. La mayoría de las mañanas acompañaba a Luke a la tumba de Emily; él seguía triste y consternado por lo sucedido, igual que Gwen. Las chicas habíamos acordado reunirnos esa tarde, para pasar el rato y hablar, antes del juego de fugitivos que Harry organizaba esa noche.

     Estaba terminando de atarme los tennis para ir a casa de Helena, cuando recibí un mensaje suyo en mi móvil.

LEN

     "Cambio de planes, reúnete conmigo en la glorieta. Lexie y un grupo están haciendo algún tipo extraño de ritual"

     Le envié un pequeño emoji como respuesta y me preparé para lo que sea que un puñado de adolescentes ociosos tuviesen entre manos. Lexie iba y venía en nuestro grupo, a veces resultaba muy divertida y todo, pero otras simplemente agarraba manías como no querer reunirse con nosotras por semanas, o se quedaba ayudando a su madre a hacer sus compras frenéticas, por lo que me había contado Gwen. 

Part of Me ❦ [Grizz Visser; The Society]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora