Part of Me ❦ [Grizz Visser; The Society]

27. temor.

27

      Sólo porque sabía que Bean y el grupo de improvisación iban a hacer su primera presentación al finalizar la cena, tomé a Grizz de la mano y nos dirigí hacia uno de los asientos más cercanos al estrado. Cerca de nosotros quedaron Helena, Luke, Allie y Will, quien echaba miradas alrededor, muy feliz con lo que había conseguido coordinando la cocina. Clark, Jason y Shoe trajeron los pavos a una de las mesas con toda la comida y a partir de ahí cada quien se levantó para servir su propia porción.

     La comida estaba increíble, desde la ensalada de guisantes hasta el puré de patatas y el pavo ni qué decir. El ambiente fué cálido y agradable, la decoración quedó increíble, con banderines de color naranja, amarillo y marrón; centros de mesa y pequeñas luces de colores dentro de ellos y a lo largo de las mesas. Todos comimos y charlamos en medio de risas, y para cuando tomé el último bocado de pavo, ya sentía el pantaón apretado en mi estómago; pero aún faltaba el postre.

     Helena me hizo una seña para que la siguiera cuando los platos quedaron vacíos, por lo que me levanté y acompañé a mi amiga hasta la mesa con pasteles y galletas. Era algo díficil caminar entre tantas sillas, gente que se levantaba y algunos que estaban o muy llenos o algo borrachos, pero no imposible. Encontré mi pastel de manzana sin quemar, junto a uno de calabaza con crema que llamó de inmedito mi atención.

—A ver, a ver —pedí con emoción, dejando los platos a un lado. Helena no pudo contener su expresión feliz y estiró la mano izquierda en mi dirección, y la sostuve entre las mías para poder ver mejor lo que adornaba su dedo anular; un precioso aro plateado con una pequeña piedra brillante en medio—. Oh por Dios... es tan hermoso. 

     Mi amiga contuvo un chillido de emoción, pero saltó un poco sobre sus pies.

—Estoy tan, tan feliz —su mirada se iluminó por completo. Sin contenerlo más, tiré de su mano para poder acercarnos y envolverla en un abrazo. Nos separamos con una sonrisa en el rostro.

— ¿Has pensado en una fecha? —pregunté al tiempo que me servía una porción de pastel de calabaza, y en otro plato destinado a Grizz, puse un trozo del pastel de manzana que había hecho esa mañana.

—Posiblemente enero. Mi dama de honor tiene que regresar de su expedición y luego vendrán las fiestas.

—Cierto. Tal vez te dé una piña por navidad.

—Seguro puedes hacer una tarjeta —Helena me guiñó un ojo. Solté una risa y ambas volvimos a la mesa.

      Tomé mi lugar al lado de Grizz, quien me recibió con un sonoro beso sobre mi cabello. Tenía las mejillas sonrosadas y unas cuantas botellas de cervezas destapadas frente a él. No estaba borracho, pero sí un poco feliz. Juntó su silla a la mía cuando me senté y puse los platos frente a nosotros.

—Mira lo que te traje —dije sin poder contener mi emoción. Estaba muy orgullosa de mi pastel.

—Se ve increíble —se inclinó para tomar el primer bocado. Esperé un par de segundos mientras lo probaba, mi mirada fija en él. Degustó con lentitud el postre y cuando terminó, se echó hacia atrás con una sonrisa en los labios—. Esto sabe increíble, Vee —me tomó de las mejillas para dejar un beso dulce en mis labios—. Gracias por hacerlo para mí. Eres la mejor.

       Asentí torpemente con la cabeza al tiempo que sentía mis mejillas hervir, inmensamente feliz por sus palabras. No tuve mucho chance para pensar en ello, porque Helena llamó la atención de todos en el estrado. Mientras Grizz sostenía mi mano y con la libre cada uno comía de su respectivo postre, todos le prestamos atención.