IT'S IN HER DNA - HAISETOPHER

«ocho»

La clase de educación física se ha vuelto una de las clases favoritas de Haise, bueno esa es una exageración... ahora ya no es la clase que odia tanto y hay una sola explicación para eso.

Christopher Vélez.

Desde que pasó lo del ataque de asma el castaño le presta mas atención de lo debido. Siempre cuida de ella y nadie se atreve a burlarse de ella cuando él está cerca. Ahora están en medio de elegir compañeros para crear equipos de futbol. Christopher Vélez es el capitán de uno, y su rival Ray Ford es el capitán del otro.

—Haise. —Ray dice, eligiendo su primera jugadora.

Todos a su alrededor quedan en shock, incluyendo la recién nombrada. Todos allí saben que la pelinegra no puede correr, mucho menos jugar al futbol  y ser buena.

—Oh Ray. —Christopher dice en un tono burlón. —buen intento, pero Haise es mía. —le da un guiño, poniendo la pelinegra a su lado.

Haise siente un remolino de mariposas en su estómago, escuchar a Christopher decir que es de él ha hecho ese efecto, pero eso es rápidamente cambiado por pensamientos mas lógicos. Es obvio que el castaño solo dice eso para que Ray no le gane en nada.

—Chicos. —el entrenador los reprende. —Gómez, tú te quedas con Vélez, y Ford deja de buscar peleas sino quieres que te repruebe en la clase y no puedas jugar al futbol. —

Ray pone los ojos en blanco mientras llama a uno de sus compañeros de equipo. Continúan así hasta que los dos equipos están formados y cada uno esta al lado contrario del otro en el campo.

—Tú te quedas aquí. —Christopher le dice a Haise, señalando la portería. —no tendrás que correr o hacer algo que te pueda dar un ataque de asma. —le da una sonrisa.

Haise no dice nada, simplemente le sonríe también.

En toda la clase el equipo de Christopher los mantiene en el lado de Ray casi todo el tiempo y si llegan a su lado los dos defensas se encargan en que no lleguen hasta la portería. Christopher anota un gol, haciendo que todo su equipo celebre y el castaño vuelve a ver a Haise, dándole un guiño. La pelinegra le da una tímida y rápida sonrisa antes de concentrarse otra vez en el partido. El tiempo se pasa rápido y cuando el entrenador suena su silbato todos caminan hacia los vestidores.

—Hiciste un buen trabajo. —el castaño le dice con una sonrisa, caminando a su lado.

—Tú también. —le da un golpecito en el bíceps. —tu gol nos dio la victoria. —

—Vélez. —el entrenador grita desde los vestidores de los chicos.

—Nos vemos Haisie. —le dice el apodo que le puso cuando eran niños.

—Chao, Chris. —se despide con la mano.

Haise va a los vestidores para cambiarse a su ropa regular. Al terminar va con Richard a la cafetería.

—Ven aquí. —el moreno la llama desde el principio de la línea para agarrar comida.

Hay unos abucheos de parte de las personas atrás en la línea, pero al ver la mala cara de Richard nadie dice nada.

—Rich... —

—No digas nada, vamos a agarrar de comer. —el moreno la empuja con suavidad para que camine.

Agarran de comer y se sientan en la mesa de siempre. Unas chicas pasan por su lado, dándole sonrisitas coquetas al moreno. Richard se ríe por lo bajo, tomando uno de sus pedacitos de pollo.

—Puedes ir a pedirles el número. —Haise dice entre risitas.

—Ha ha ha. —el moreno pone los ojos en blanco. —no gracias. —sigue comiéndose sus pollitos.