IT'S IN HER DNA - HAISETOPHER

«seis»

Miércoles por la mañana, Haise no se quiere despertar para ir a la escuela. Es la primera vez que esto le pasa a ella.

—¡H, estarás tarde para la escuela! —Paulina grita desde la cocina de su pequeño apartamento.

La pelinegra sale de su cama y entra a la regadera para darse la ducha mas rápida del mundo. 20 minutos después sale de allí poniendo su cabello en un moño alto desordenado y tomando uno de sus cardiganes holgados. Se mira al espejo antes de salir en dirección a la cocina.

—Haise, Richard está aquí. —su hermana informa, sirviendo su desayuno.

—Tal parece que ahora vives aquí con nosotras. —su amiga lo molesta con una sonrisa burlona en sus labios.

—Si, soy integrante no oficial de la familia Gómez así que sírveme el desayuno. —se sienta a la cabeza de la mesa como todo un rey.

—Ni que fuera tu sirvienta. —le da un golpe en la cabeza, poniendo sus cosas en la mesa.

—¡Niños, es suficiente! —Paulina pone dos platos en la mesa enfrente de ellos. —y cómanse el desayuno. —pone los ojos en blanco y regresa a la cocina ha prepararse un plato para ella.

—¿Estás bien? —Richard le pregunta con una sonrisa a medias en sus labios.

—Si. —la pelinegra frunce el ceño.

—Ayer... —

—Es pasado y no te preocupes, yo estoy bien Richard. —le da una sonrisa. —gracias por preocuparte. —le acaricia la mano.

—Ven, así es como me gusta verlos. —Paulina le da un beso en la sien a su hermana.

Como todas las mañana, terminan sus desayunos de prisa y salen a las carreras de allí para la escuela. El camino a la escuela es silencioso, Richard tiene mucho que decir, pero no quiere lastimar a Haise.

Cuando llegan a la escuela miran a Christopher con su grupo de amigos y Lauren a su lado, como siempre. Intuitivamente Richard coloca su brazo alrededor de la cintura de la pelinegra y la atrae hacia él. Caminan a los casilleros en silencio, hasta que Haise habla.

—¿Qué fue todo eso? —

—Lo necesitaba. —contesta, abriendo su casillero.

—¿Tu lo necesitabas? —cuestiona con la ceja alzada.

—Si. —miente, encogiéndose de hombros.

La verdad es que el único propósito de Richard es proteger a Haise a toda costa, él sabe que no muchas personas la molestan cuando está con él, y también necesitaba el abrazo.

—Haise... —

—Dime. —

—Si... que tal si Vélez deja a Lauren por ti... —

—Él nunca haría eso. —Haise la interrumpe.

—Pero, ¿qué tal que si? —Richard insiste.

—Él nunca haría eso. —vuelve a repetir.

—¿Por qué no? —pregunta indignado.

—Mírame, y mira a Lauren. —

—Quieres decir, mira a Mazikeen y mira a Lauren... porque si es así a la  tipa esa la dejaran botada en un segundo. —

—¡Richard! —ella lo regaña.

—Yo solo digo. —pone las manos al aire.

—Vamos a clases. —Haise lo empuja para hacerlo caminar.