Capítulo 11

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Saihara estaba en el trabajo cerrando los ojos fuertemente intentando no hacer ningún sonido indecente, ya que tenía un consolador introducido en su trasero, que estaba vibrando demasiado.

Estaba completamente rojo pero tenía que revisar los archivos para investigar su próximo caso. Tuvo que aguantar 8 horas con aquello hasta que llegó a casa, Ouma lo estaba esperando con una sonrisa burlona.

Saihara cerró la puerta fuertemente, corrió al cuarto a quitarse esa cosa que lo estaba torturando por varias horas que tuvo que ir al baño varias veces para limpiar las corridas que tuvo en el día.

Ouma: Alegrate, fue uno pequeño y eres virgen del ano, qué envidia...

Saihara casi ni le pudo prestar atención hasta que se sacó esa cosa y lo miró confuso.

Ouma: Yo perdí la virginidad contigo. Recuerdo cuando era más joven, que soñaba con perderla contigo en nuestra luna de miel. -Se acercó a Saihara abrazándolo y acomodándose en su pecho. - que todo fuera especial y bonito, contigo siendo gentil conmigo mientras me dejaba hacer lo que quisiera mi amado Saihara-chan.

Saihara no pudo evitar sonrojarse pero a la vez sintió un nudo en la garganta.

Ouma: Pero la perdí en un callejón para después verte asesinando alguien, qué horrible es la vida, ¿no es así?

Saihara: ¿Cómo pude matar alguien? ¿Cómo pude abusar de ti sin pensar?

Ouma: Fácil, una amiga hizo esa droga, te hace peor que un animal en celo, sólo piensas en follar y tienes agresividad como también olvidas lo sucedido. Impresionante, ¿no?

Saihara no dijo nada, estaba en shock, claramente Ouma desde hace mucho había pensado en absolutamente todo.

Ouma: Sabes... Pensándolo bien, quiero hacerlo.

Saihara: ¿Qué?

Ouma: Quiero que me lo hagas de manera gentil y dulce, ¿ya me entendiste? Esta vez no lo olvidarás.

Ouma besó a Saihara por un segundo para después acostarse en la cama.

Ouma: Sabes lo que tienes que hacer.

Saihara tragó saliva, sabía que no tenía opinión, aunque tampoco le estaba pidiendo algo humillante; le contaba si quiera mirar a Ouma por todo los sentimientos acumulados pero decidió obedecer poniéndose encima de Ouma para besarlo tiernamente y después besar su cuello para empezar a quitarle la ropa ya que Ouma estaba todo vestido mientras que Saihara de la cintura para abajo estaba desnudo.

Este al terminar de quitarle la ropa a Ouma empezó a mirarlo de arriba para abajo pensando en cómo pudo ser capaz de dejarlo tan marcado y a la vez pensar cómo Ouma pudo dejarse hacer todo eso. Pero no era tiempo de pensar, cerró los ojos y empezó a lamer uno de los pezones de Ouma, este empezó a gemir y tembló un poco, Saihara abrió los ojos y lo miró para notar la cara avergonzada de Ouma con los ojos cerrados, parecía nervioso aunque no fuera su primera vez.

Saihara no comentó nada y prosiguió a poner un dedo en la boca de Ouma, este lo lamió y Saihara lo metió después en la entrada de Ouma lentamente.

Ouma: S-se siento un poco bien...~—abrió los ojos y separó un poco las piernas las cuales le temblaban. —

Saihara continuó sacando y metiendo el dedo lentamente por uno o dos minutos para después sacarlo tomando su miembro empezandolo a meter en la entrada de Ouma lentamente. Ouma lo abrazó y rodeó los piernas en la cintura de Saihara, este empezándose a mover lentamente sintió como Ouma lo besaba en la mejilla para después cerrar sus ojos y gemir.

Ouma: E-es la primera vez que eres gentil... S-se siente muy bien... ~

Saihara se quedó callado mientras continuaba, Ouma realmente parecía feliz, pero no con su sonrisa malévola o burlona, realmente parecía una pequeña sonrisa cálida con algunas lágrimas saliendo de sus ojos bajando por sus mejillas acompañado de algo de baba cayendo de sus labios con el sonrojo de sus mejillas que hacían querer besarlo, Saihara lo hizo sin pensarlo mientras sus lenguas se lamían mutuamente y los movimientos de sus caderas aumentaban un poco más sin descartar el hecho de no sobrepasarse.

Ouma: ¡Te amo, Saihara-chan!

Saihara con esas palabras se corrió dentro de Ouma y este lo hizo después al sentir el  semen de Saihara dentro suyo.

Unos minutos después Ouma ya estaba dormido abrazando a Saihara.

Este estaba mirándolo con tristeza.

¿Por qué te tuve que rechazar? Ahora no sé qué pensar.

¿Locura? Amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora