Capítulo 5- "Aterradora Realidad"

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La sangre formó un gran charco y salpico en mi rostro al ver como la bala disparo en su pierna derecha, el mismo dueño se lastimo con su propia arma y agonizaba de dolor tocando su pierna aún perdiendo sangre, mi vista se fijo en aquellos ojos rojos brillantes, me miro con una sonrisa en su rostro y desaparecio así como había llegado antes, sin saber como lo hizo, los policías entraron a la habitación y vieron a gumball aún gimiendo de dolor en el suelo y yo aún atada sentada mirando el lugar donde aquel chico de ojos carmesí había desaparecido.

El sonido comenzó a bajar que ya nada podía escuchar, solo sentía como los hombres de traje y chalecos antibalas sostenían mis hombros y yo con los ojos bien abiertos ni siquiera podía creer aquel suceso tan extraño.

La policía me levantó y desató mis muñecas, la mirada petrificada que tenía en mis ojos no cesaba y aún así solo veía aún con el sonido a bajo volumen, era como si me hubiesen tapado los oídos y casi no escuchaba nada, así es como es estar inconsciente con los ojos abiertos además de contemplar un escenario que yo no podía dar explicación alguna, los médicos me atendieron y revisaban cada uno de mis signos vitales, aquella figura pálida se mostró ante mi cubriendo su rostro con una capucha negra con las manos en los bolsillos de esta, cada vez más mi expresión cambiaba y mis ojos más se agrandaban, hasta que una persona paso por mi camino y por fin que tenía el camino libre él ya no se encontraba parado ahí.

«¡¡¿Alguien expliqueme que es esto!!? ¡No entiendo nada!»

Cuando desperté ya estaba en el hospital encamada, conectada en tubos y escuchando mi ritmo cardíaco desde un monitor, me levante algo mareada y adolorida en todo el cuerpo, habia flores a mi lado ¿cuanto tiempo dormí?. Entro desde la puerta mi novio con un vaso de café y al verme despierta corrió hacia mi para abrazarme.

—_____!! ¡¿Estas bien!? Me entere de lo que paso y vine de inmediato!.. No sabes lo preocupado que estaba!.

Las lágrimas no tardaron en salir al sentir el cálido abrazo de finn, correspondí al abrazo y fuertemente sin soltarlo llore hasta que no pude más.

—Estaba muy asustada.. Creí que iba a morir.. —dije entre sollozos.

Finn toco mi mejilla chocando su frente con la mía.

—Todo esta bien.. Ya todo terminó—me sonrió.

Estaba tan aliviada que por fin haya terminado de verdad, me sentí mucho mejor al ver a finn de nuevo a mi lado, me llenó de tranquilidad cuando sentí sus labios en un tierno beso, enlaze mis dedos a su mano deseando que no se fuera. Nos separamos y me sonrió besando mi frente, ya todo estaba bien ahora.

••••

Al llegar a mi departamento finn me ayudaba a mantenerme de pie minutos después de haberme dado de alta en el hospital, finn me sento en la silla del comedor y dijo que volvería pronto que iria a comprarme algo para comer, siempre es tan considerado, beso mi cabeza antes de irse y dijo que no le abriera a nadie si alguien venía a buscarme asentí y él se fue sin pendiente alguno, me quedé viendo la televisión y pasaron la noticia de aquel accidente con mi jefe que poco después lo reportaron como muerto por causas desconocidas, me dio un escalofrío por mi columna y frío así que apague el aparato muy nerviosa.

—Te sientes mejor ahora?..—escuche algo atrás de mi.

Voltee a ver a mi espalda y estaba ahí sentado en la orilla del otro extremo del sillón, inmediatamente corrí pero logro atraparme sosteniendo mis brazos y acorralandome contra la pared.

—esa es tu forma de agradecer a la persona que te salvo?.. —no dije nada solo me quede mirándolo sorprendida.

—S-sueltame!! Fi--.. —tapo mi boca rápidamente evitando mis gritos.

—Sshh.. Si gritas te ira mucho peor que ese charlatán de tu jefe.

Susurro en mi oído.

Con una mano sostenía mis muñecas arriba de mi cabeza y con la otra silenciaba mis palabras, los nervios invadió mis piernas que no podía ni moverlas.

—te voy a soltar pero solo si prometes no gritar de acuerdo? —asentí rápidamente y entonces me dejo libre.

Sonreí y corrí cuanto más mis piernas me permitieron, mire hacia atrás pero choque contra su pecho agarrando mis hombros.

—Oye relajate si!? No voy a hacerte daño!.

—Sueltame!!

Trate de zafarme pero no podía contra su fuerza inhumana.

Mis esfuerzos terminaron por golpear su pie haciendo que él me soltara y volví a continuar con mi huida escondiendome en mi habitación ¿¡Finn donde estas!?.

—De veras que esto se pone cada vez más irritante.. —apareció de nuevo por mi retaguardia.

—¡¿Qu-Quien eres tu!?—dije retrocediendo varios pasos chocando contra la pared.

—La verdadera pregunta aquí es ¿Porque sigues huyendo de mi? Si ya te había dicho que no pienso lastimarte niña estupida!.. —Se apretó el puente de la nariz con el pulgar y el índice.— haber.. Dejémonos de juegos quieres? Solo vine para ver como estabas es todo..—el suspiro pesadamente.

—¿Porque me salvaste?.

El volteo a verme y acomodo su alborotado cabello azabache con los dedos haciéndolo hacia atrás.

—Tenía que devolverte el favor.. Tu ayudaste a simón así que lo hice.. Supuse que asustar a ese idiota no fue suficiente y te mantuve vigilada hasta que las cosas se pusieron intensas... —soltó una pequeña risa.

Era ese chico, entonces lo que paso aquella noche no fue un sueño ¡Fue real! De pronto el miedo que sentía poco a poco se iba desvaneciendo e inconscientemente lo abrace con mi cabeza en su pecho.

—Gracias.. —susurre desde su pecho.

Sus brazos me rodearon por mi cintura y duramos un rato pegados hasta que escuche el sonido de la puerta, finn por fin volvió y llegó con bolsas, me separe de marshall asomandome por la puerta, venía hacia acá y alterada voltee hacia donde se supone que estaba marshall, pero ya no estaba.. Desaparecio como siempre lo hace, abrace mis hombros y con una sonrisa boba en mis labios ¿Que diablos me pasa? Tengo novio! No debería pensar en ello.

Finn preocupado pregunto si todo estaba bien y yo con una gran sonrisa asentí, finn me llevo a la cocina y cene lo que el me preparó, después de comer vimos una película juntos abrazados con las luces apagadas y yo con una manta cubriendome del intenso frío, sin darme cuenta me quede absolutamente dormida y lo último que sentí fue la comodidad de mi cama y los húmedos labios de finn besando mi mejilla antes de cerrar la puerta.

El Nieto del Herrero (Marshall Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora