Jongin
Todos los ojos estaban puestos en él cuando entró en el edificio por la entrada principal. El ritmo de todos pareció acelerarse, todos parecieron cobrar vida repentinamente, moviéndose más rápido, casi corriendo fuera de su camino.
"Buenos días, señor Kim" la recepcionista lo saludó amablemente, como lo hacía todas las mañanas. Él asintió secamente en su dirección, sin siquiera quedarse por un segundo. Había montones de trabajo que esperaban ser terminados. No tuvo tiempo de quedarse para bromas y charlas inútiles. Nunca lo hacía. En cambio, se apresuró hacia las barras donde las recepcionistas deslizaban su tarjeta de entrada. "¡Que tenga un buen día, Sr. Kim!"
Otros susurros con el mismo saludo lo siguieron hasta que llegó al ascensor. Había un chico joven allí, demasiado joven, tal vez 20 como máximo. Demasiado bajo para ser modelo. Demasiado soso para ser diseñador. Un interno, supuso.
"Oh, lo siento, señor Kim." el interno parecía sorprendido cuando lo vio, casi dejando caer los bocetos que sostenía. Luego se inclinó y salió del ascensor a trompicones. Lo que dijo a continuación, probablemente deseándole un buen día, no se escuchó porque las puertas del ascensor se cerraron rápidamente y Jongin lanzó un suspiro, mirando su reloj.
10:27
No había tiempo que perder. Su pie comenzó a golpear con impaciencia el piso del elevador hasta que finalmente llegó al piso 12 y las puertas se abrieron para revelar el largo pasillo blanco con paredes blancas y escritorios blancos. Los enormes ventanales y las puertas de cristal.
VOGUE.
Un lugar que se sentía tan natural, tan suyo, que casi exhala un suspiro, una mezcla de exasperación y alivio.
Caminó hacia adelante, el lejano ruido de tacones de sus empleadas sobre las baldosas blancas sonaba como música de fondo para su vida cotidiana en este momento.
Abrió las puertas de cristal y entró en la oficina blanca.
"-así que le dije que no me acostaría con él porque eso no suele ser lo que hago en la primera cita-"
"¿Desde cuando?" Sehun se burló.
"-pero hizo un mohín y era tan lindo y ¿qué se suponía que debía hacer entonces? ¿Decir que no?"
Sintió una sonrisa en sus labios ante la vista no tan inusual de Baekhyun con su cabello rojo desteñido sentado en el escritorio de Kyungsoo y mirando desafiante a un Sehun ligeramente aburrido, cuyos ojos estaban fijos en la pantalla del portátil. Los dedos de Kyungsoo tocaban el teclado, estaba escribiendo un correo electrónico al parecer, con un brillo de desaprobación en sus hermosos y grandes ojos, mientras sacaba algunos documentos del trasero de Baekhyun.
VOGUE. Un lugar que se siente como hogar.
"Nadie quiere saber sobre tus aventuras tan temprano."
Tres pares de ojos se movieron hacia él entonces. Sehun salió de su asiento de inmediato, apresurándose para ayudarlo a quitarse la chaqueta. Los ojos de Kyungsoo se dirigieron hacia él, una pequeña sonrisa extendiéndose en sus labios, una especie de sonrisa cansada, una especie de "finalmente va callarse porque estás aquí." Jongin lo entendió muy bien.
Y luego estaba Baekhyun, que saltó del escritorio con las cejas arqueadas.
"Un poco de follar nunca hace daño a nadie. Confía en mí." Su editor más confiable se cruzó de brazos sobre el pecho. "Además, no es tan temprano para nosotros. Algunos comenzamos nuestro día de trabajo a las 9."
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The Devil Wears Gucci (Kaisoo) -Traducción
FanfictionDescripción: Kyungsoo consideraba como alta costura aquello que costaba alrededor de 50 dólares. Pero todos en su trabajo parecen estar en desacuerdo. Especialmente su jefe, quien podría ser o no la encarnación de la perfección y de Satán al mismo t...