Capítulo 16

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Cada vez que Kyungsoo desbloqueaba su teléfono y había visto las palomitas azules debajo de sus innumerables mensajes, sentía una punzada en el pecho. Jongin había leído sus mensajes, pero no respondía. Tampoco respondía a ninguna de sus llamadas.

A medida que pasaban las horas de la noche, también había dejado de leer los mensajes, las palomitas grises lo torturaban y le molestaba la mente.

No había podido dormir ni un instante esa noche. No sabía qué sentir: había algo más que culpa y arrepentimiento. Algo más. Algo enraizándose más profundamente y lastimándolo con dureza desde el interior.

Decepción.

Controlando todo su cuerpo, devorándolo, torturándolo, hasta que no quedara nada por destruir.

Y entonces llegó la mañana, y se sintió entumecido. Se sintió vacío.

Kyungsoo tenía miedo de salir de su casa e ir a trabajar. Tenía miedo de tener que enfrentar a Jongin después de lo que había sucedido. Todas las palabras que tenía que decir, todas las disculpas, todas las excusas, las había escrito en esos mensajes de texto que habían quedado sin respuesta. Y no sabía qué más hacer. Qué más decir.

Pero cuando la dura alarma resonó en su habitación, se levantó lentamente de la cama.

Había cometido el error de evitar las cosas una vez. Y mira a dónde lo había llevado. Tenía incluso más miedo quedarse aquí.

Estaba cansado, su cara estaba hinchada por el llanto, sus ojos probablemente todavía estaban rojos y sin vida, su cabello estaba despeinado y llevaba unos jeans viejos y la primera camisa que había visto colgando del mango de su sofá.

Sehun seguramente tuvo mucho que decir cuando lo vio entrar a la oficina de esa manera: hecho un completo desastre. Pero en lugar de hablar, Sehun solo frunció los labios y permaneció en silencio. Kyungsoo apartó la mirada de los ojos compasivos del primer asistente. Cuando el más joven le preguntó si quería hablar sobre eso, Kyungsoo sacudió la cabeza sin hacer ruido. No necesitaba esto ahora. No necesitaba nada de esto.

El trabajo que había aprendido a completar rápidamente parecía tortuoso el día de hoy. Tenía que leer los correos al menos dos veces, sus vista se nublaba al leer las palabras. Redirigía las llamadas telefónicas a Sehun, no confiaba en su voz. No confiaba en sí mismo para hablar y arruinar aún más cosas.

Y a medida que el sol salía más alto en el cielo, los hombros de Kyungsoo seguían cayendo aún más. Lanzaba miradas ansiosas hacia la puerta de la oficina, esperando que llegara su tormenta.

Pero nunca apareció.

Jongin no llegó al trabajo ese día.

Ni al día siguiente.

Tampoco al día siguiente a ese.

No se presentó a su entrevista con Bazaar y no se lo había dicho a nadie.

La cadena de mensajes de texto no leídos y las llamadas no respondidas seguían creciendo y el corazón de Kyungsoo se encogía cada vez más con cada minuto que pasaba.

Este silencio, este silencio ensordecedor duele aún más que los gritos.

Y a lo largo de ese dolor y arrepentimiento, junto con la decepción y la culpa, algo más estaba empezando a despertar.

Preocupación.

Estaba preocupado porque no tenía idea de dónde o cómo estaba estaba Jongin.

Más de una vez, Kyungsoo deseaba poder retroceder en el tiempo y hacer todo correctamente. Debió haberle dicho a Jongin en el momento en que se enteró. Si lo hubiera hecho, tal vez no estarían aquí ahora.

The Devil Wears Gucci (Kaisoo) -TraducciónWhere stories live. Discover now