—Rina, ya te dije que no.— Suyeon suspiró fastidiada, guardando sus cosas en la mochila y sacando una manzana.
No tenía idea del porqué, pero tenía esa idea de ser fitness en el momento.
De seguro era por las influencias de sus amigas y sus dietas raras y estrambólicas.
—¡Pero el primo de Tae es lindo! Es perfecto para ti.
—Por milésima vez, no estoy interesada en ir a una cita y menos con un desconocido.— Le dió un mordisco a su manzana y su amiga la vió indignada.
—¡Pero...! ¿Por qué?
—yga te dijge queu nog lo encuengtrro necesagrio.— Habló con la boca llena.
Su amiga estaba a punto de reprenderla por aquella acción, pero un llamado dejó a ambas algo desconcertada.
—¡Suyeon, te buscan!— La chica levantó la mirada, viendo cómo el chico entró al salón de clases de la manera más tranquila y aquellos alumnos que aún estaban en el aula, comenzaron a murmurar mientras lo veían dirigirse al lugar en donde estaban aquellas dos chicas.
Suyeon tragó duro la fruta, sorprendiéndose de la presencia del castaño en su salón de clases.
Ella nunca le había dicho a qué clase pertenecía.
—¿Qu-qué haces aquí?
—Vine por ti...— Murmuró tímidamente antes de alcanzar una silla y se sentó cerca de ella, bajo la atenta mirada de su amiga.— Estuve esperando toda la semana para comer contigo...— mencionó con más confianza— incluso te busqué en la cafetería.
Rina soltó una pequeña risita y Suyeon se sonrojó.
—¿Cómo supiste que esta era mi clase?
—Oh.— rascó su nuca con nerviosismo— Tuve que ir de clase en clase preguntando, suerte que no pasé de las seis.— Sonrió.
Ese comentario tan solo la hizo sonrojar más.
¿Se había tomado tanta molestia?
—¡Oh! te pusiste roja— Siguió hablando Seungmin y Rina tan solo veía curiosa aquella faceta de su amiga.— Igual que la manzana.— Intentó bromear.
—Igual que la manzana.— Repitió Rina y Seungmin recién cayó en cuenta de su presencia.— Mucho gusto, soy la mejor amiga de Suyeon, Rina.
—El gusto es mío. Soy Seungmin, amigo de Yeonnie.— Sonrió haciendo una reverencia.
—¿Yeonnie?— Dirigió su mirada a su amiga que reía nerviosamente.
—No sé p-por qué me llama así.— Sonrió nerviosa.
Grave error.
—Eeh...Suyeon tienes un poco de...manzana en tu diente.— Señaló su amiga e inmediatamente la pena se incorporó en su sistema.
Llevó su mano a su boca tapándola en cuanto escuchó la leve risa de Seungmin.
—Qué tierna.— Habló él.
¿Era posible que Suyeon, la chica que nunca se sonrojaba fácilmente; estuviera completamente roja solo por la presencia de un chico?
Rina ahora que lo veía con sus propios ojos, lo creía cierto.
