Ambos caminaban por la acera en dirección a sus casas, Suyeon iba mirando al frente y Seungmin igual, aunque cada tanto, la miraba de reojo, soltando una pequeña sonrisa.
A él le agradaba. No sólo ella, sino también su compañía.
Estaba feliz de que ella hubiera sido su primera amiga al llegar a esa nueva escuela.
Sentía una extraña confianza junto a ella, como si se conociesen de toda la vida, cuando realmente llevaban poco más de dos meses.
Y es que, no compartían ninguna clase juntos, pero se había vuelto costumbre verse en los recesos y caminar juntos devuelta a casa.
Pero lo más raro, era que nunca habían quedado fuera de la escuela.
—Suyeon.— La llamó.
—¿Hmm?— Contestó, pasando su atención al chico a su lado.
—¿Quieres salir conmigo?— Soltó.
Que su amiga abriera los ojos por completo y sus mejillas agarraran algo—mucho— de color le pareció lo más tierno.