Ambas células caminaban hacia donde la pelirroja debía entregar el oxígeno, disfrutaban de la compañía del otro ya que parecía que ningún inconveniente quería aparecer y era mejor así.
1146 disfrutaba como la chica se emocionaba por todo y cualquier mínimo detalle no pasaba desapercibido para ella ¿Entonces por qué era tan despistada? Bueno, eso no le interesaba ya que era parte del encanto de la eritrocito.
—Y entonces, Hakkekkyu-san, llevé los nutrientes a una célula muy amable e incluso me dio unos cuantos pastelillos de fresa y chocolate. —dijo con las mejillas rojas, le encantaba mucho la fresa y era una ironía debido a su color de cabello.
—Esa célula es muy amable. —dijo con una leve sonrisa el neutrófilo, “demasiado amable, diría yo” pensó con un poco de celos, tenía que darse prisa y sacar sus sentimientos a flote antes de que su amienemigo se le adelantara. —Que bueno que tengas que repartir a células gentiles.
—Oh, no, Hakkekkyu-san. —sonrió la chica con nerviosismo rascándose la nuca, no le gustaba recordar malos ratos. —No todas son amables.
El albino vio a la eritrocito con cierta seriedad, ¿Acaso alguien se atrevió a lastimarla? De ser así, él mismo tomaría cartas en el asunto. —¿Por qué lo dices?, ¿Pasó algo?, ¿Alguien te lastimó? —se preocupó.
—Yo no diría que me lastimó... —bajó la mirada con un poco de melancolía para después ver al leucocito con el ceño fruncido, se había molestado. —¡Esa célula me tocó el trasero, era un pervertido!
—¡¿Qué hizo qué?! —se exaltó el albio, si, sin duda golpearía a la célula pervertida ¿Cómo se atrevía a tocarla? “Respira, calmate” se dijo. —¿Y qué hiciste?
—Por inercia le pegué en la mejilla y salí corriendo del lugar. —se rio con culpabilidad. —Ya me habían advertido que esa célula era una pervertida pero no lo quise creer, pero ahora que me pasó a mí, ya me lo creo... —suspiró. —Supongo que no debo ser tan confiada con todos.
—Lo siento. —se disculpó el neutrófilo, se sentía culpable, su trabajo es proteger a las células del cuerpo y aunque ella no había salido lastimada sentía que le había fallado.
—¡No es tu culpa! —se sorprendió AE avergonzándose un poco. —No es tú culpa, Hakkekkyu-san, fue mi culpa por confiada además no estabas ahí. —le sonrió amablemente provocando que el leucocito se pusiera un poco rojo por suerte podía ocultarlo gracias a su gorra.
—De todos modos, Sekkekkyu, ten más cuidado. —los dos se sorprendieron ya que el de blanco había acariciado la cabeza de la pelirroja, algo que jamás había hecho pero trató de hacerlo pasar como cualquier otro gesto de amabilidad y gentileza. —Y-yo también estaré más al pendiente. —desvió la mirada.
—S-sí. —dijo completamente avergonzada la eritrocito lo que hizo su amado señor leucocito le sorprendió, él jamás había hecho eso y ahora que lo hizo y aunque fue por encima de la gorra solo provocó que su “corazón” latiera más rápido, un sentimiento que no se explicaba por completo pero que sabía por donde iba. —¿Cómo ha ido tú día, Hakkekkyu-san? —le preguntó para desviar lo que había sucedido.
—Ah, ya sabes, lo normal unas cuantas bacterias, nada fuera de lo usual. —dijo cortante pero no porque quisiera sino porque así era él, por el amor de Dios, odiaba eso de él ya que 4989 era todo lo contrario ya que podía hablar y hablar sin parar, siempre tenía un tema de conversación.
—Ah... —soltó la chica dándole a entender que si era todo lo que tenía que decir.
—... —No sabía que más mencionar, vio a la eritrocito con cara de “tragame tierra”, en efecto, debía trabajar más en eso.
—¿Y esas bacterias eran feas? —cuestionó AE con curiosidad y por otro lado 1146 agradecía enormemente que la pelirroja hablara demasiado ya que así no se quedarían en un silencio incómodo.
—Eran Escherichia coli, pero pudimos acabar con ellas. —le sonrió para no preocuparla. —Y si, eran muy feas. —intentó bromear pero la pelirroja no lo había captado debido a la seriedad con la que había hablado.
—Pero que bueno que estás bien, me preocupa que algo te pudiese pasar. —le sonrió al neutrófilo demostrándole un sentimiento sincero con razón 4989 había caído bajo sus encantos, no cualquier célula se preocupa por los glóbulos blancos, todos creen que no tienen sentimientos y que son unos sanguinarios violentos cuando en realidad si tienen sentimientos y les lastima que les teman.
—Gracias, es un gesto noble de tu parte. —el albino dijo con un sentimiento encontrado, quería abrazarla y agradecerle el tan amable gesto.
De tanto caminar y conversar amenamente no contaron con que el tiempo pasaría muy rápido y que el camino sería aún más corto de lo normal.
—Aquí es. —señaló la puerta AE. —sólo debo entregar esto y mis pedidos del día de hoy habrán terminado. —dijo con emoción, por fin podía irse a descansar un poco.
—Eso es bueno. —comentó mientras veía como la chica entregaba el oxígeno con una gran sonrisa posteriormente vio como regresaba hacia él. —¿Terminaste? —cuestionó con amabilidad.
—Así es. —le sonrió.
—Oye, Sekkekkyu, estaba pensando ya que terminaste tu trabajo del día de hoy podíamos... —decía observando a la pelirroja que lo veía inocentemente pero no contaba que su amienemigo se haría presente.
—¡Hola, chicos! —salió de una reja del piso con su característica sonrisa. —¿Qué hacen?
—Hola 4989. —saludó fríamente 1146, justo cuando había ganado valor para invitarla a comer algo con intenciones de que fuera una cita pero no, éste (4989) tenía que salir de la nada.
—Hola, '89-kun. —saludó con emoción la pelirroja, ver a sus amigos sanos y salvos era grato.
“89'-kun” pensó 1146, ¿Desde cuándo mucha confianza?
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Declaración de Sentimientos
Fiksi PenggemarExisten distintas maneras de demostrar los sentimientos hacia la persona más importante en la vida o en este caso, a la célula más importante.