Capítulo 6: Última entrega del día

1.3K 158 17
                                    

La eritrocito observó como los dos neutrófilos se iban persiguiendo a la bacteria con velocidad y voracidad mientras iban gritando sus típicas frases de "Matenla", "Antígeno detectado", "Muere", entre otras.

—Espero que estén bien. —AE dijo con una sonrisa viendo directamente por donde se habían ido los leucocitos. —¿Qué voy a hacer? —suspiró con melancolía.

—¿AE-chan? —habló otra voz en dirección a la pelirroja.

AE volteó su mirada hacia la voz que le llamaba, sosteniendo su helado y con una sonrisa habló:

—¡Sempai...!

—¿Qué estás haciendo, AE-chan? —llegó con una sonrisa mientras sostenía una canasta de nutrientes. —¿Ya terminaste todas tus entregas?

—Sip, terminé antes de lo previsto. —Sonrió con orgullo. —Y Hakkekkyu-san me ayudó un poco...

—¿Entonces estabas disfrutando de tu descanso con un neutrófilo? —AA5100 arqueó una ceja con una sonrisa de lado.

—Eran dos... '89-kun y Hakkekkyu-san. —La pelirrola dijo como si nada, probó su helado e hizo una mueca de gusto. —Nunca me canso del helado de fresa.

—Escucha, AE-chan. —La castaña sostuvo a la pelirroja por los hombros y la vio fijamente a los ojos.

—¿Se-sempai? —cuestionó nerviosa, no entendía qué pasaba. —Se le van a caer los nutrientes...

—Eso no importa pero... A cada rato te veo con ese neutrófilo y ahora se unió otro, me dices que siempre te ayuda cuando te pierdes... ¿No te parece extraño? —comentó la castaña con unos ojos más fijos sobre su amiga.

—¿Q-que quieres decir, Sempai? —AE estaba más nerviosa, en parte sabía a que se refería su amiga y por otro lado creía que era mera coincidencia.

—Te conozco lo suficiente, AE-chan. —Sonrió sabiendo que su amiga había sido flechada. —Más importante. —soltó a la menor. —No completaste tu última entrega.

—¿Eh? Pero estoy segura que...

La castaña la interrumpió. —Revisa tu lista de pedidos, como dije, te conozco y eres lo suficientemente despistada como para no fijarte en tu última entrega.

Hizo caso, la pelirroja sacó su cuaderno de bolsillo y leyó todos los pedidos, estaban completos. —No falta ninguno.

—Dale vuelta a la página.

Cambió a la siguiente página y ahí se percató de su error. —Oh... ¡Me falta una entrega! —gritó con espanto, ¿Cómo pudo pasarlo por alto? si no fuera por su Sempai posiblemente la hubieran regañado de forma atroz. —¡Debo darme prisa! —dejó su helado en donde recién estaba sentada. —¡Gracias! —y sin más salió corriendo a su nuevo destino.

—De nada... Supongo... —Suspiró la castaña. —No la presionaré. —Se encogió de hombros y se dispuso a seguir su camino.

🔴⚫🔴

La eritrocito de cabello rojizo iba corriendo con su carrito con la caja con oxígeno, no se fijaba por donde iba ni que rutas tomaba solo quería llegar antes de que se hiciera tarde y la célula se molestara con ella por su incompetencia.

Iba a buena ritmo hasta que de la nada se estrelló contra otra célula que le daba la espalda a ella y todo por quitar la vista del camino por unos cuantos segundos.

Ambos quedaron acostados boca abajo en el piso con el carrito volteado y la caja tirada con unas cuantas abolladuras.

La eritrocito fue la primera en reaccionar, rápidamente se puso de rodillas y comenzó a disculparse como si no hubiera un mañana, esperaba que la otra célula no estuviera muy, pero muy enojada. —¡Lo siento, lo siento, lo siento!

Por el contrario, la otra célula se puso de pie, se sacudió el uniforme y miró a la responsable del inconveniente, tomó aire ya que la regañaría horriblemente:

—¡¿Se puede saber que rayos te pasa, eritrocito?! —gritó con ira. —¿Es que no ves el camino o qué?! —y enfureció más. —¡Eritrocito incompetente!

—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —la chica seguía disculpándose, levantó la mirada y se sorprendió aun más por saber con quien había chocado. Maldecía su suerte. —¡Lo siento, Señor Linfocito!

⚪🔴⚫

Los neutrófilos habían acabado con las bacterias que se habían filtrado al cuerpo, llegaron al cuertel de su escuadron por otros uniformes ya que su ropa había quedado completamente manchada de sangre, no había ni un rastro blanco de su uniforme.

—Parece que les fue bien. —Dijo 2001 recargado en el marco de la puerta principal del cuartel U.

—No diga eso, líder... —Se deprimió 4989. —Estoy lleno de sangre, así no me podré acercar a AE-chan.

1146 solo gruñó por lo bajo, quería dejarle en claro que parara con eso. —Limpiate entonces.

2001 observó a los dos neutrófilos, al parecer el más joven todavía no se percataba de los celos del leucocito con tendencias emo.

—4989. —llamó serio 2001.

—¿Si?

—¿Cuáles son tus intenciones con la eritrocito AE3803? —2001 observó de reojo a 1146, pero al notar que solo se quedó callado decidió proseguir. —Espero que no estés jugando.

—¡No! —4989 se incomodó. —Ya dije que me gusta e iré en serio con ella.

—¿Cómo aquella vez en donde encontraste una bacteria bebé y te la querías quedar como mascota? —habló con autoridad 2001. —Si mal no recuerdo, dijiste que la cuidarías en serio, pero...

—¡Entiendo que fue mi culpa! —se avergonzó 4989. —Solo quería enseñarle unos trucos con mi cuchillo...

—Era solo un bebé... —Susurró para sí mismo 1146.

—Pero con AE-chan es diferente... —Finalizó 4989 con seriedad.

—Entiendo. —Suspiró 2001. —No quiero problemas con nadie ¿Entendido?

—Sí, líder. —el más joven saludó como militar. —Además, no es como que le enseñe trucos a AE-chan con el cuchillo. —Se encogió de hombros.

—¡¿Qué?! —exclamó 1146.

—Es una orden. No lo hagas. —finalizó 2001.

Declaración de SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora