La cena

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*POV África*

Desde los 5 años vivo en forks. Mis padres se fueron a vivir juntos a España, donde pasé mis primeros años. He tenido una vida difícil y confusa pero ahora a mis 16 años, voy a la universidad. Desde los 12, mi inteligencia ha ido subiendo, tanto, que me tuvieron que adelantar dos cursos.

Voy caminando por los pasillos de mi universidad hasta que chocó con alguien.

-Auch.-Me quejo masajeando el lugar del golpe.

-Lo siento, guerrera.- Levanto la cabeza al oír su voz, ese chico que ha estado conmigo cuando los demás me daban la espalda, cuando mi cabeza hacía cosas raras. Riley Biers.

-Riley!!- Me levanto de un salto corriendo a sus brazos.-Es increíble la casualidad de que estemos en la misma universidad.-Digo totalmente emocionada.

-El destino nos quiere juntos.- Me sonríe mientras me guiña un ojo. Debo reconocer que Riley es atractivo, muy atractivo, pero no lo veo como más que un mejor amigo. Y a pesar de que tiene miles de chicas detrás de él, le gusto yo.-Y oye, sigues con...eso...?

Desde pequeña he tenido algo raro en la cabeza, una...habilidad....

*FLASHBACK*

Una niña de 8 años, sentada en una larga mesa intenta coger un vaso de agua a un escaso metro, pero por desgracia de la pequeña, su pequeño brazo no lo alcanza. Rindiéndose, la niña vuelve a sentarse suspirando cansada y quedándose fijamente mirando el vaso, que a los pocos segundos termina cayéndose y derramando el agua que contenía. Una pequeña África, acostumbrada a esos detalles, fué rápidamente a contárselo a su mejor amigo, el único que no la tomaba por loca.

África no ha hecho nada más potente que mover unos centímetros algún objeto. No ha podido hacer más.

*FIN DEL FLASBACK*

-Sí, siento que cada vez se hace más fuerte, pero por raro que parezca, no puedo hacer nada más que mover algo un poco.- Digo un poco frustrada, siempre he querido desarrollar esa habilidad a más. Pero no lo consigo, estoy bloqueada.

Suena el timbre para ir a clases y eso hace que Riley y yo nos echemos una mirada y caminemos los dos hasta clase de biología.

*POV Riley*

Después de clase de biología, me acerco a África, la cuál, está guardando los libros de esa clase en su taquilla. Me pongo justo detrás de la puerta de esta. Cuando cierra la puerta de la taquilla me ve, y se le dibuja una preciosa sonrisa en la cara.

-Qué haces aquí?- Pregunta con cierta burla.

-No puedo estar en la taquilla de mi mejor amiga para ir al receso?- Le respondo de la misma forma que ella.

-Lo primero, es de mala educación responder con otra pregunta y segundo, te conozco y sé que no es eso, venga, suéltalo.

-Quiere salir a cenar conmigo, señorita?- Le pregunto con una gran sonrisa. Oigo bufidos de chicas que están detrás nuestro, pero no me importa, solo me importa ella.

-Por supuesto, caballero, solo dígame la hora y el lugar.- Ella ríe y yo la abrazo con fuerza dándole un beso en la cabeza y acercando mi boca a su oído susurrando la respuesta.

-A las 20:00 y en un restaurante lujoso.- Noto como África se estremece.

-Para ya, me están mirando con mala cara.- Vuelve a reírse despegandose de mi.

El timbre vuelve a sonar anunciando el retorno de las clases.

-Esta noche, guerrera.- La miro mientras ando para atrás intentando no chocarme con nadie.

-Esta noche...- Ella hace lo mismo, y cuando me responde, volvemos a andar con normalidad cada uno a lados opuestos.

Al terminar las clases, salgo y me subo a mi Mercedes.

Cuando entro en carretera, empiezo a pensar que puedo regalarle a África

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Cuando entro en carretera, empiezo a pensar que puedo regalarle a África. Quizá un cuaderno de arte? Si, a ella le encanta dibujar y todo lo que tengo que ver con el arte. Aparco enfrente de la tienda, entro y cuando pago, salgo y puedo ver que está lloviendo. Voy por las calles oscuras andando emocionado por la cita con ella hasta que oigo un ruido.

-Quien está ahí? Hola?-Nadie contesta, sigo andando hasta llegar a una plaza vacía. De pronto veo algo con mucha velocidad corriendo hacia mi, cuando me quiero dar cuenta, ese "algo" ya no está. Instintivamente me miro la muñeca derecha que empieza a arder, es como veneno. Me retuerzo hasta caer al suelo gritando de dolor. En mi cabeza solo está ella y su sonrisa, mientras grito, sonrío al saber que en mi último día de vida, iba a tener una cita con la chica más especial que hay.

Continuará...


La psíquica (Emmett Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora