¿Cómo demonios se vive sin saber como utilizar tu poder?
África es una vampira psíquica que va a ser buscada por Aro vulturi pero él no sabe lo poderosa que se vuelve. Emmett y ella vivirán esas situaciones y se ayudarán. Qué es ese olor que él nota...
Damon me lleva a un bosque muy fértil. Él va delante de mi, yo solo miro a todos lados intentando ver algo para comer, estoy hambrienta. Mi hermano se gira y puedo ver que sus pupilas están dilatadas, supongo que él también necesita comer.
-Vamos Áfri, usa tus sentidos, están mucho más potenciados ahora. Olfato, vista, todo...- Damon me alienta, y mientras va nombrando sentidos, los voy activando en su totalidad. Hasta que capto algo.
Corro hacia la esencia a sangre con Damon detrás, hasta que llegamos a un callejón. Mientras nos escondemos en la oscuridad de la noche, observamos que una pareja va paseando de la mano. Me giro a mi hermano fuera de control.
-Lista?- Asiento repetidamente mientras vuelvo a fijar mi vista a la pareja hasta que Damon coge a la chica y la tumba en el suelo atacando su cuello. El chico asustado observa como me acerco.
Con velocidad vampiríca, corro hacia él mientras lo cojo del cuello estampando su cuerpo en la pared. Y lo miro a los ojos, que a los pocos segundos la expresión de su cara pasa de un miedo horroroso a una tranquilidad inmutable.
Lamo su cuello notando como las venas van llevando sangre a su corazón y este late fuerte por el terror pero al fin, clavo mis dientes en su fina y suave piel. El sabroso sabor metálico de su sangre, si no fuera una inmortal, diría que me está empezando a marear. Al ver que el chico empieza a agonizar, lo dejo de golpe en el suelo sintiéndome saciada y dirigiendo la mirada a mi hermano que ha terminado hace rato con la chica, apoyado en la pared y con una sonrisa, lo cojo del brazo y nos vamos dejando a la pareja en el mismo estado.
(...)
-Lo has hecho bien, impresionante.- Me dice Damon sentado en el sillón de la sala al lado de la chimenea mientras lee el periódico.
-Estaba hambrienta, han podido ser mis instintos.- Digo desganada.
-La mayoría de nosotros, en sus primeros meses son como animales. Muerden algo y ya están buscando más. Solo para matar, la vida humana es como su juguete nuevo y favorito. Y tú has tenido más control, a parte de haberlo como hipnotizado.- Me dice con una ceja levantada, dejando el periódico en la pequeña mesa y poniéndose con las piernas separadas, sus brazos apoyados en estas y sus manos entrelazadas mirándome con curiosidad.
Relaja su expresión y vuelve a mirarme pero con tristeza.
-Debo irme, tengo que ver arreglar una cosa en mi antigua ciudad.- Damon se levanta y se vuelve a sentar más cerca de mi cogiendome las manos.
-No hay problema, vas a volver,no?- Digo con un poco de temor a la respuesta .
-Claro, ahora tengo que cuidar de mi pequeña hermanita.- Me revuelve el cabello y yo río mientras intento arreglarlo.
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