Cap. 40: Súbditos

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"La sumisión de los súbditos a su soberano se entiende debe durar tanto y no más, cuando a éste le dura el poder para protegerlos"

- Thomas Hobbes


Divagaba por las calles de los barrios bajos en compañía de su líder...

Irónico, ¿Verdad?

Tan sólo unos días atrás prometí no vincularme con esta zona restringida; y ahora camino de la mano, bueno, quizás no tan literal como eso; pero, sí que voy detrás de esta sombra que infunde temor a sus alrededores...

Dejando a un lado la desolación que emanaba todo el sitio, la verdad era que, me resultaba imposible pensar que habían personas conviviendo en medio de la basura, además que llevaba tiempo sin identificar de donde provenía ese nefasto hedor que impregnaba mis fosas nasales y provocaba estas horcadas de devolver lo que fuese que tuviese en el estómago...

- Si vas a vomitar, que sea lejos de mí; porque como me salpiques, te corto la cara.

¿Y sí se trataba de un hechicero?

Bueno, creer en magos en esta época era algo infantil y sobre todo, imposible; sin embargo, podía llegar a ser cierto...

Como esas sociedades secretas que han sobrevivido durante tanto tiempo, escondiéndose en la oscuridad, y aprovechándose de victimas vulnerables...

Él podía ser parte de eso...

Tendría sentido...

- No soy ningún mago, ni leo mentes, cálmate un poco, ¿Quieres?

¿Qué no era mago? ¡Mis cojones!

Este hijo de puta tenía que poseer un poder inhumano, o ¿Cómo carajos...?

- Lo sé porque no has parado de analizar todo a tu alrededor, ¿No? Es normal que una persona que pisa por primera vez los barrios bajos, sienta el olor del rio contaminado, y que se pregunte como un ser humano puede vivir en medio de la miseria, ¿Verdad?

- Ummm.

- Además, no sé si lo haces a propósito, pero, tienes la extraña manía de apretar tus dedos cuando estás buscando respuestas a tus interrogantes; entonces, sólo puedo concluir, que en efecto, al decirte esa primer pregunta, tú, buscaste una solución infrahumana para explicar mi comportamiento; ¿Y cuál sería esa resolución?

Fácil, "Tom es un hechicero de una sociedad secreta"

¿Acerté? Claro que lo hice, eres demasiado predecible.

Soltaba toda esa mierda impresionante en mi cara, como si no se tratara de algo increíble, fuera de este mundo...

Recuerdo que en uno de los seminarios obligatorios de mi carrera, tuve que escuchar más de seis conferencistas, los cuales hablaban sobre los trastornos o síndromes más extraños que se han identificado en una reducida cantidad de los pobladores del planeta; habían casos tan increíbles, que se colocaba en tela de duda su existencia, sin embargo, gracias a las evidencias fotográficas y audiovisuales de cada patente, era posible convencerse de que por más raros o inexplicables que parecieran, eran reales.

Entre estos síntomas mentales, hubo uno que era conocido como "El don maldito", aunque científicamente, se le conozca como "Hipertimisia"; la cual fue descrita como una inusual capacidad de poseer una memoria fotográfica que recuerda cada detalle de tu existencia, incluyendo los días en los que eras un bebé; las personas con este síndrome, pueden describirte lo que hizo hace 10 años atrás, que ropa llevaba puesta e incluso, en qué lado del tren se sentó, sí es que se subió a uno.

DestinyWhere stories live. Discover now