D O C E

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{Freddy el sabelotodo}




El ambiente en Smallville era diferente. Muy diferente al de Gotham eso está muy claro. Billy lo sabía y no quería ser egoísta pero lo poco que estaba ahí, le agradaba lo cálido que era.

Miró la granja Kent y después al cielo, mantenía su mano en su abdomen crecido y suspiró hondamente. Después, tapó su rostro con ambas manos para comenzar a lagrimear.

Extraña a su familia. Y también admite que extraña los reclamos de Damian por comer demasiado dulces y a Jason consintiéndolo comprándole chucherías de más.

El ojiverde sintió un brazo rodearlo por los hombros, limpio algunas lágrimas de sus mejillas y miró a Clark, quien mantenía su vista sobre él.

— C-Clark, yo...— mordió su tembloroso labio para intentar formular bien las palabras —. Perdón p-por no decir nada.

Kent sonrió de lado y le dio beso en la frente.

— No debes disculparte — contestó —, se que era difícil para ti pero...— suspiró negando —. Sólo quiero que sepas, que no te dejaré solo.

Billy asintió despacio y se acercó a darle un beso en los labios. El ojiazul lo tomó de la mejilla y limpio los restantes de sus lágrimas.

— Oigan chicos — un tosido se escuchó tras de ellos, ambos se separaron del beso y miraron a la persona llamándolos —. Billy no te había visto en tiempo! — sonrió la señorita Kent.

Las mejillas del menor se tornaron de color rojo casi como los tomates que se encontraban en el huerto de ahí.

— S-Señora Kent — Batson se alejó de Clark y fue directamente con la mencionada.

— Oh cariño, te he dicho sin formalidades — sonrió la peligris —. Sólo dime Martha — el menor asintió —. Cómo has estado cariño?

— Bien, gracias — sonrió el ojiverde —. Y usted?

— También bien, ya sabes, el hombre de ahí — dijo señalando al Kent —, no me ha llamado en semanas! Es un mal educado — negó tomando la mano de Billy —. Ven, gustas café?

Billy asintió:— Muchas gracias.

Clark los miró sonrió.

Martha Kent era una de las primeras personas (aparte de Freddy) que sabía sobre la relación de ellos. Aunque al principio lo veía difícil por la diferencia de edad, ver a Clark tan enamorado del ojiverde y feliz a su lado no pudo negarse ante nada. Cuando conoció a Billy sintió felicidad, era un chico demasiado tierno que contagiaba su alegría con todo lo que decía. Podría decir que también cayó en la adoración del pequeño Batson.

— Y dime Billy, cómo te ha ido, cómo has estado? — preguntó con una sonrisa Martha mientras le daba una taza de café y se sentaba alado del menor.

— B-Bien, si, u-un poco...aventurera mi vida pero...bien — el menor le daba vueltas al café con la cuchara para enfriarlo.

— Mi hijo te cuida bien?

Batson se sonrojó pero aún así asintió:— S-Si.

Superzam: All I wantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora