Lo se

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Las clases como de costumbre no eran nada relevante en la rutina de Yamada, pues gran parte del tiempo destinado a estudiar lo gastaba dormitando y recibiendo los constantes regaños del profesor.

Para él, su día no comenzaba hasta estar devuelta en el aula del club, ahí pasaban cosas verdaderamente interesantes y dignas de atención.

Caminado tranquilamente y con la mochila por sobre el hombro llegó, pero para su sorpresa el aula del club de estudios sobrenaturales se encontraba desertica.

"Que raro, Shiraishi siempre es la más puntual, y Miyabi sale corriendo para acá en cuanto terminan sus clases"

- Así que, estamos solos,¿verdad, Yamada?

A sus espaldas, con su típico aire de superioridad, se encontraba Nene Odagiri, como siempre acompañada de su sombra adoradora, digo, Ushio Kimura(?

- ¿Qué haces aquí, Odagiri?- dijo secamente el peliazul-
¿No deberías estar investigando por tu propia cuenta a las brujas? en vez de tratar de robar el trabajo de otros

- ¡Ugh, no estamos aquí para robar información!, es más se perfectamente que no han avanzado en nada, pero ese no es el punto- la chica lo miró retadoramente, como si tuviera el poder de desaparecerlo en ese instante

- Nene ha venido a ayudarte- habló con resentimiento el peligris- Lo sabemos todo, Yamada

- ¿Ayudarme?, No se de que están hablando

- ¡Ay, por favor!, se necesita ser muy ciego o muy estúpido para ignorar lo obvio

- ¿¡De qué estas hablando?!

El chico no entendía el porque de repente ambos lo miraran con tanta intensidad, como si pudieran atravesarlo con rayos X y sus secretos más profundos estuvieran expuestos.

- Miyamura- dijó finalmente la de cabello morado

El peliazul sintío que se le secaba la boca de solo pensar en lo que podrían haber descubierto.

- ¿Acaso crees que no hemos notado como lo miras?, ¡Jah!, tus sentimientos son demasiado obvios, Yamada

- Y tan estúpidos- completó Nene- sabes que a él le gustan las chicas

- Si,lo se- respondío en un susurro resentido Yamada, que parecía a punto de romper lo primero a su alcanze

Si las miradas mataran Nene y Ushio ya estarían más que enterrados, pues el peliazul no despegaba su vista de ambos, mirandolos con desprecio.

- Entoncés... ¿eso es todo?- preguntó con un hilo de voz y dispuesto a irse- ¿Solo vinieron acá a decir una cuantas palabras para hacerme sentir basura?

El pecho le ardía en rabia y la cabeza trataba de enfriar sus ganas de abalanzarse sobre cualquier mueble y destruirlo.

- Claro que no, ¿Qué piensas qe somos?, recalcarte la realidad con unas cuantas palabras sería una pérdida de tiempo- repusó con un bufido la chica pelimorada

- ¿Entoncés...

Yamada se apoyaba en el marco de la puerta, volteado y sin dirigirles mirada.

Si volvían a decir o hacer cualquier otra cosa para fastidiarlo, simplemente se largaría azotando la puerta.

- ...qué quieres, Odagiri?

- Ya lo dijo Ushio, vengo a ayudarte- recalcó ya exasperada- ¿Acaso no te gustaría ser correspondido?

El peliazul se volteo, todavía con la mirada sombría pero un claro gesto de interés.

Miyamura Toranosuke era un amor de lo más plátonico, el modelo perfecto del chico preparatoriano con un futuro prometedor y chicas rodeandolo en cada esquina.

Era una locura pensar que él rey heterosexual pensara siquiera en fijar su mirada sobre él, un chico problema que no parecía tener solución.
Claro que le gustaría ser correspondido.

- ¿Qué estás tramando?

-¿Aún no lo adivinas?- preguntó sárcasticamente la chica

Yamada no era tonto, y sospechaba a que iba la pelimorada, sin embargo lo que se imagunaba parecía muy...cruel.

- Pues entoncés te lo diré- volvió a hablar la chica, interpretando su silencio como desconcierto- Bastará con que usemos mi poder para cautivar.

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Solo Un Beso. [MiyamuraXYamada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora