Debajo Del Del Árbol

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El sol se colaba por entre las hojas de aquel árbol, sintiendo la caricia de aquellos rayos sobre su piel.
Era una linda tarde de verano.

Yamada se encontraba recostado en el césped, con los ojos cerrados y un rostro calmo, pues en esos momentos estaba sumergido en un sueño profundo.

En cuanto abandonó la sala del consejo, se encerró en los baños durante unos 20 minutos, una gran parte del tiempo pensando en tanto y nada, con la expresión sonrojada de Miyamura volviendo a el en cada segundo.

¿Qué era peor?

¿Vivir un amor falso y efímero junto a el chico de sus sueños
o
Seguir con su cotidianidad consciente de que sus sentimientos jamás alcanzarían a Miyamura?


Demasiadas dudas.
Sabía que era cobarde, pues había salido corriendo con todo los que daba su ser hacia los jardines, huyendo, sin saber de que.

Hasta que se topó con ese árbol, aquel donde no hace mucho y en el cuerpo de Shiraishi, Miyamura lo encontró comiendo con gran gusto el desayuno de la chica.

Esa vez en donde no se creía que su amiga rubia hubiera aceptado en salir en una cita con el peliblanco (aunque en realidad sólo había sido un engaño). Esa vez donde sintió una presión en el pecho, sin saber porqué su pulso se aceleró al sentir su mirada sobre él.

Se encontraba cansado, mentalmente agotado y en poco tiempo se quedó dormido.

- ¡Amor míoooo! - gritaba una voz a la lejanía, mientras corría hacia la sombra de aquél tronco.

Yamada, quien apenas y había escuchado el grito como un murmullo, no se inmutó, ni siquiera pensaba que se dirigieran a él.

- ¡Yamada, amooooor!

De un salto, el peliazul se incorporó, deseando que ese grito y esa voz hubieran sido producto de su inconsiente adormilado.

Volteo de un lado a otro, pero no encontró rastro del chico, suspirando con alivio.
Claro el alivio se desvaneció tan rápido como sintió el peso que se abalnzaba sobre el en un abrazo un tanto... eh, bruto.

-¡¿Pero qué demo.. ¿Miya...mura?

Apenas y podía respirar, y no porque el peliblanco fuera pesado, si no porque su codo estaba casi estrategicamente clavado en su costilla.

- ¡Ya veo que estabas aquí!, ¡Te busque por todos lados!

- ¿En serio?

Todavía no lograba asimilar su situación, y le daba la impresión que el verdadero Miyamura, aquel que no estaba siendo afectado por el poder de Odagiri, le hablaba con esa dulzura afirmando que lo había estado buscando por todos lados.

- Digo, no tenías que hacerlo, Miyamura

En el contrario se dibujo un gesto de resentimiento que más bien parecía el berrinche de un niño.

- ¡Pero claro que sí!, ¿¡Cómo se te ocurre dejarme a medias en el salón?!

En la mente de Yamada un montón de ideas cruzaron entre confusas sensaciones, mientras que por un lado deseaba escapar nuevamente, otra deseaba desesperadamente besar nuevamente aquellos labio que le reprochaba tiernamente en ese momento.

- Hablas demasiado, ¿no crees? - dijó con una mueca melancólica surcando sus ojos

-¿Eeh?, tal vez, pero es tu culpa

- En ese caso... ¿Por qué no me besas, Miyamura?

Un sonrojo invadió el rostro de Toranosuke, mientras que el peliazul sonreía al ver el impacto de sus palabras frente a él.

Así debía ser.

Yamada terminará todo en el mismo lugar en que empezaron.

Y, sin esperar algún movimiento del peliblanco, Yamada se lanzó a besarlo.

Solo Un Beso. [MiyamuraXYamada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora