-¡Miyamura!
La voz del peliazul resonaba entre los pasillos, espantando a los alumnos que iban pasando.
"¡El delincuente Yamada va a cometer un asesinato! " se escuchó que alguien gritaba de fondo, siendo este grito ignorado por el peliazul.
Pensó un poco, claro, lo poco que se puede pensar cuando te encuentras en media carrera hacia que o quien sabe donde, y dando un giro en las esquina, se dirigió a la sala del consejo estudiantil.
Y ciertamente, ahí se encontraba el peliblanco que enloquecia sus latidos, después de todo el universo no lo odiaba tanto.
-Miyamura...
Repetía su nombre otra vez, casi como un mantra, un deseo, un ruego desesperado en el que solo deseaba quedarse así, admirando sus facciones y como la luz bañaba su expresión concentrada en los papeles frente del él.
-¿Yamada? - el chico había levantado su vista hacia el-¿Qué haces aquí?
Buena pregunta
¿Qué diablos hacia ahí?, de repente empezaba a darse cuenta de lo que se proponía hacer y, un nudo se le formó en la garganta.
La determinación parecía esfumarse tan pronto como llegó, ahora todo le parecía un acto patético y desesperado, se estaba humillando a su mismo...¿Ahora que le decia?
- Eeeh... Quería yo preguntarte si tu, bueno tal vez.. Tú...
"¡Ahora es cuando, Yamabaka!...
¡¡BESALO POR AMOR A LA YAKISOBA"
La voz de su insano inconsciente le pedía a gritos un poco de valentía, que no pensara tanto con su cabeza de arriba y, por una vez en la vida, pensara un poco en si mismo y en lo que quería.
Solo un poco de Miyamura...
Solo un poco...
El peliblanco seguía mirándolo expectante, sin entender ni jota del porqué Yamada tenía esa expresión en el rostro, una mueca melancolía, casi dolida ni del porque se estaba acercando peligrosamente hacia él, casi como si lo atacara.
-¿Qué estás hacien-...
-Solo un poco...- susurró antes de unir sus labios con los del chico frente a él.
El contacto era suave, un danza que acariciaba dulcemente los sentidos del peliazul.
Ya conocía esa sensación, pues no había podido olvidarla desde la primera vez que la sintió envolver todo su cuerpo y hacerle dudar de sus propia cordura, ese beso que, ya hacia tiempo el peliblanco le había dado, siendo en ese entonces un estúpido experimento.¿1 minuto?
¿2 minutos?
Realmente no le importaba el tiempo transcurrido cuando sus labios devoraban la boca ajena en un vaivén de caricias y saliva, quizá estaba alargando el contacto por temor a lo que sucedería después, o puede también que ese beso estuviera llenando algún sentir hueco que Yamada escondía entre algún recóndito lugar de su ser.
Al final nada es eterno, y lentamente fue separándose de los labios del contrario, respirando agitadamente y con los ojos fuertemente cerrados.
¿Tendría que decir algo?
¿Cómo hacía para eliminar ese incómodo silencio que se estaba adueñado del ambiente?
¿Qué debía hac...
- Yamada... - la voz de Miyamura interrumpió sus pensamientos
El peliblanco evitaba la mirada del chico, con las mejillas encendidas y jadeando de manera errática, una vista por demás adorable para el chico encima de él.
- ¿Qué... Qué acabas de hacer? - preguntó en un susurro el peliblanco, aumentando el tono rojizo que ahora cubría todo su rostro.
- Lo que me dijiste que hiciera...-las palabras sían solas de su boca, pues su atención estaba totalmente anonadada con el rostro del chico -...besar al chico que me gusta
En menos de lo que se esperaba, Miyamura ya se había lanzado de nuevo a sus brazos.
Bueno, quizá lograría conseguir más que solo un poco de aquel que robaba sus suspiros.
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Solo Un Beso. [MiyamuraXYamada]
FanficUna acción que debería ser insignificante. Un amor no correspondido. Se supone que solo era un beso