Solo Un Beso. [MiyamuraXYamada]

Informante

-Hey... ¿Cómo va todo Miyamura?

"Mal, ahora mismo quiero morirme"

- B-bien, Yamada- respondió, maldiciendose por tartamudear

-¿Buscabas a Miyamura?- preguntó Miyabi sonriendo como para animarlo

-Eh, no, de hecho sólo venía a dejar unos papeles porque me castig.. digo, porque el profesor me lo pidió- habló apresuradamente y terminando con algo que pareció una risa nerviosa- bueno...me voy, nos vemos luego en el club

Y salió corriendo dejando a Miyamura con un tic en la ceja de lo diferente que era la realidad a su vista exagerada de la vida, el chico ni siquiera le había dirigido ni dos palabras, ni de arrepentimiento ni nada y eso lo molestaba...lo molestaba aunque el fuera aún peor que el.

En ese momento entró el profesor y Toranosuke decidió que, si alguna vez tendría que volver a tocar el tema del beso y el hechizo entre más rápido mejor, todo debía quedar cerrado y olvidado para que ambos pudieran seguir con su vida.

Sin siquiera notarlo, había olvidado el objetivo planteado ese día y con mitad del cerebro en la clase de mantenía pensando una y otra vez en lo mismo: ¿Qué le diría a Yamada?

***
La clase de Historia era la más deprimente para Ryū, nada más que fechas y más fechas, tiempo, tiempo, todo parecía conectarse directamente con el tiempo y de vez en cuando se preguntaba si era el único al que los ánimos se le bajaban sólo de pensar en todas las cosas del pasado que narraban batallas épicas, reinos, imperios y millones de personas luchando y llevando al mundo un paso más adelante, mientras tanto, él apenas y podía con su vida, ¿Todo ese sacrificio para qué millones de personas como él pudieran vivir sin tener que lidiar contra, no se, samurais o invasores?

Su día no había empezado con el pie derecho, esa clase a primera hora era lo peor y se quedó dormido irremediablemente, siendo castigado para ir a llevar documentos de salón en salón y prácticamente por toda la escuela, lo había soportado con desgana resignada pero no satisfecho, el universo le cruzó a Miyamura en su camino, para acabarla de amolar y se sorprendió a si mismo sintiendo un alivio que se entremezclaba con algo parecido al pánico, ¿De qué? No sabía decirlo bien pero si reacción fue huir.

Huir, huir, huir, ¿Sólo sabía huir o qué?

Había entrado barriendose al salón y el profesor le dobló el castigo, pero lo tendría que cumplir el fin de semana, no lo emocionaba para nada pero en cierto modo ese era el precio de haber huido como todo un subnormal.

Las clases transcurrieron monótonas y al fin fue momento de ir al club, por un momento se le ocurrió que podría ser buena idea cambiar de cuerpos con Shiraishi y evitar a Miyamura pero la desechó pensando en que, con lo perspicaz que era la rubia de seguro lograría que le contara lo que le sucedía desde hace días.

- ¡Yamada! Que bueno que llegas- lo recibió Miyabi con entusiasmo

Al parecer es la única con ese ánimo, porque los demás parecía pensativos, serios y no pudo evitar desviar la mirada al asiento de Miyamura, quien parecía muy concentrado en algo y casualmente, para su desgracia, miraba directamente en su dirección

- ¿Qué pasa con esas caras?- preguntó tratando de romper la tensión y los parloteos de Miyabi- ¿Quién se murió?

- Un chico vino al club- empezó a decir Urara- dice que tiene información importante de las brujas