Solo Un Beso. [MiyamuraXYamada]

Escondete Luego De Hechar La Red

Entre besos y caricias, ese momento estaba siendo de lo más largo, el peliblanco se aferraba a Yamada demandando más de lo que le era dado, casi exigiendo algo más que unos simples roces, pues prácticamente se le estaba restregando al peliazul que lo acunaba entre sus brazos.

Sin embargo, el chico parecía no responder a su provocación, pues solamente le daba mimos en la cabeza y repartía besos por su rostro, dirigiendole dulces miradas que hacían que el otro se moviera con más ahínco.

En el fondo, Yamada sabía que todo esto no era real, sabía que sólo duraría unas cuantas horas, unos cuantos palpitares de su corazón esperanzado.
Estaba convencido que después de que aquello pasara, Miyamura se reíria avergonzado de ese acontecimiento, solo como una buena anécdota que contar.

Besó de nuevo la coronilla del peliblanco, que parecía que de un momento a otro iba a tumbarlo a base de besos.

- Hey...- Miyamura seguía jadeando- ¿Por qué no estás haciendo nada?, ¿no sientes nada?

Indiscretamente el peliazul desvió su mirada a la entrepierna del contrario, que efectivamente se veía desesperada por algo de atención.

Al notar como el peliazul observaba tan atentamente su anatomía, Miyamura también dirigí su nublada mirada a la entrepierna contraria, encontrándose gratamente con el mismo problema que el tenía entre sus piernas.

- Ves- dijó señalando con su rostro el problema de Yamada- se que también te mueres de ganas.

- Eso no significa que vaya a hacer algo de lo que te arrepientas después-fijó desviando la mirada, sin poder evitar el sonrojo.

- ¿Arrepentirme?- dijó mirándolo de arriba a abajo, examinandolo- ¿Cómo crees que me voy a arrepentir?, yo te gusto, tu me gustas, ¿Cuál es el problema?

- ¿Te gusto? - respondió como haciéndose el desentendido.

Casi inconscientemente había esperado a que el peliblanco le mencionara algo como eso, solo para oír esas palabras salir de su boca, saborear las de alguna forma.

- Obviamente, ¿esperabas que te correspondiera y prácticamente te este rogando por más si no sintiera lo mismo por tí?

Una sonrisa de lo más falsa se dibujó en el rostro de Yamada, una sonrisa que por dentro lloraba de manera descontrolada, sabiendo que cada sílaba pronunciada por su maldito amor platónico solo era el producto de un hechizo, una farsa que el mismo había creado para no tener que mirar de frente a la realidad.

-¿Podrías.. podrías esperar un poco? - trataba de que su voz no sonara tan quebrada, pero aún así Miyamura parecío no percatarse de su tono de voz.

- Por tí, lo que sea-respondió con un sonrojo en el rostro, y apartándose lentamente de encima del chico.

Tenía que escapar de ahí

Pensó en encerrarse en el baño, aliviar su "problema" y...

¿Acaso sabía ha er alguna otra cosa más que sentir lástima por lo que el mismo provocaba por sus impulsos?

- Ahora vuelvo...