Capítulo 10

38 2 0
                                    

- ¿Qué sientes por ese chico, Carlos se llamaba, verdad? ¿Te gusta? ¿Qué sientes? -me miró divertida al ver mi cara roja escuchando el nombre de "CARLOS"-

- ¿Y-o...? N-nada, ¿por qué? -me puse más roja y ella se rió-

- No mientes Laura, sientes algo por él, lo que pasa es que te cuesta expresar tus emociones y sentimientos, estás confusa y no te das cuenta de lo que sientes por él -me dijo con cara de profesora universitaria-

- Ésas son paranoias tuyas Ana, te lo prometo, no siento nada por Carlos, entiéndelo -le insistí cansada-

- ¿Qué no sientes nada por él? Por dios Laura ¿me estás vacilando? No hay nada más que ver las miraditas que os echáis el uno al otro -me dijo y le miré con mi mejor cara asesina-

- ¡NO SIENTO NADA POR ÉL, SIGUE CON LA TERCERA PREGUNTA Y CERREMOS ESTE TEMA!

- Vale, vale no me mates, algún día me dirás que te gusta, pero bueno... Habrá que esperar -me dijo-

- Sigue

- Okay! ¿Qué música te gusta? -me preguntó entusiasmada esperando que le dijera la misma que la suya-

- Pues me gusta "Coldplay", "Simple Plan", "Maroon 5", "Mago de Öz", "Bastille" pero sobre todo "IMAGINE DRAGONS" -a ella se le iluminó los ojos, me estaba descojonando-

-¿Qué? -le pregunté riendo-

- ¡¡¿¿QUÉ!!?? Me gusta lo mismo que a ti por dios, somos almas gemelas -dijo entusiasma y las dos nos reímos-

- Bueno dejemos las preguntas para otro día y veamos una película ¿quieres? -ella asintió y escogimos una de comedia "Dando la Nota", bueno, algo es algo, ¿no?

Estábamos muy cansadas, era muy tarde y nos fuimos a dormir, recordé que mañana tenía que ir con Carlos a yo que sé donde, bueno, antes iría a dar un paseo con mi skate, ya hacía tiempo que no lo cogía, puse la alarma una hora antes, la dejé encima del escritorio y me fui a dormir, estaba rendida.

_______________________________________________________________

Me desperté por el sonido de la alarma, lo apagué rápido para que Ana no se despertara y fui a bañarme, cuando terminé, me puse unos pantalones negros con rayas azules marinas y una sudadera ancha de VANS y me puse mi gorra de Obey, después me vestiría de otro modo para ir a ese lugar con Carlos, que remedio.

Bajé, todos estaban dormidos incluso mi tía Ángeles, cogí una manzana recién comprada de ayer, cogí también mi skate y salí de la casa. Cuando patinaba en skate sentía que estaba en las nubes y más escuchando música de Imagine Dragons, estaba distraída, cuando de pronto se me acerca una bicicleta con un chico en ella, parecía agradable, estaba hablando por teléfono, parecía que era con su madre, hablamos un poco y nos dimos nuestros números, ese chico me caía bien, por cierto, se llama Joseph Hidalgo, se lo tendré que contar a Ana.

De pronto un sonido destructor se apoderó de mi vientre, tenía hambre, y yo con hambre puedo llegar a ser muy maligna, según decían -me encogí de hombros- vi un Starbucks Cafe's y entré, me senté en una de las sillas finales al lado de una ventana, vino el camarero a atenderme.

- Buenos días señorita ¿que desea? -me preguntó sonriente-

- Quiero dos cupcakes y un café con leche condensada, gracias -le sonreí, el asintió y se fue-

- Aquí tiene señorita, que disfrute del desayuno, bueno dejéjemos de hablar así que parecemos ancianos sentados en el umbral de la puerta de sus casas -reímos-

- Soy Michael Cerrada, encantado ¿tú? -me preguntó con una sonrisa adorable-

- Encantada, soy Laura González -nos estrechamos la mano como dos agentes de negocio secretos-

- Bueno, toma mi número, quiero ser tu amigo -me guiñó el ojo a lo que yo reí- Me tengo que ir a atender a aquel anciano, seguramente querrá su vaso de agua de todos los días para sus pastillas -rodó los ojos y me reí-

- Adios Michael, nos vemos -nos despedimos-

Justo cuando iba a darle mi primer bocado me habla una chica, tenía pinta de malvada, pero no me daba miedo, seguramente era una de las putas que querían joderte la vida, pues conmigo no lo va a hacer, suerte nena.

Dios, estoy loca, necesito un psiquiatra ¡ya!

- Mira la marimacho como come -rió a carcajadas- eres una puta, seguramente tus padres porque no eras buena para nada -se rió y yo me quedé exhausta- ¿y tu hermano mayor? Debería de haber ido también a un prostíbulo como tú, ¿no? -se ríe con sus secuaces-

- Mira niña malcriada, a mi hermano no lo llamas así, porque tu eres una puta como muchas, ah y se me olvidaba, una zorra plástica -sonreí- y te me vas yendo si no quieres que esto acabe mal -le advierto-

- Sí claro, putita -se ríe de nuevo, ya no puedo más, ¿quién se cree que es para llamarme así y hablar de mi hermano? Claro que nadie, la agarré de los pelos y le empecé a pegar puñetazos, ella se defendía con sus uñas, pero no servía para nada. Veo un chico entrar y es Carlos, veo que Michael y Carlos vienen para acá.

- ¡¡Parad!! -dijo Carlos y Michael al unísono y Carlos me agarró de la cintura alejándome y MIchael a esa zorra y salimos de ese Starbucks Cafe's, ahora... ¿QUÉ LE DIRÍA?... No quiero causar pena.

Una nueva vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora