Capítulo 15

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Eran las 8:00, faltaba una hora para ir al cine con Carlos.

Carlos, ahora que lo recuerdo.

¡TENGO MUCHAS GANAS DE VER A SU HERMANITA! ¡LA VERÉ MAÑANA! ¡GRACIAS DIOS, ME ENCANTAN LOS NIÑOS PEQUEÑOS Y LA NUTELLA! ¡DIOS BENDIGA A LA NUTELLA! YO TE CONVOCO... Bueno, seguimos con el tema, que me desvío.

¿A QUÉ SON ADORABLES LOS PEQUES? Ya se lo que responderán. NO. Me da igual, me importa un pimiento lo que piensen.

 ¿Saben? Es un poco mujeriego ¡un poco! No me reprochen, pero no tanto, porque es adorable y aunque sea un idiota mujeriego, no suele coquetear con todas. Ah, y hablo de Carlos.

Estaba jugando a un juego de guerra en el teléfono móvil que me descargué ayer en la tarde. Y poco a poco me emocionaba más.

- ¡VAMOS, PUTA BRUJA, MUERE Y VETE AL MALDITO INFIERNO! -le reproché a la bruja fea del juego-

- YO TAMBIÉN TENGO ESE JUEGO, TEN CUIDADO QUE VICIA -me dice Elena pasando por mi habitación pero cuando le iba a responder, se fue-

Parece un fantasma, aparece y se va.

Aparece y se va.

Aparece y se va.

Okey. Ya paro.

Había pasado media hora, apagué el móvil, me dirigí al baño para darme una ducha. Salí envolvida en una toalla al cuerpo y fui a ver que tenía en el armario.

Tenía vestidos, pero... ¡Já! No me los voy a poner, algún día los quemaré con un canto gregoriano en la cima de una montaña.

Los. Odio.

Cogí unos pantalones vaqueros celestes y una camisa violeta con un pañuelo cerrado color blanco y me los puse.

Me delineé los ojos y me dejé mi pelo suelto, libre como el mar.

Y cojí mis converses favoritas, negras con flores verdes y purpurina plateada y blanca... Lo sé, muy infantiles, pero... ¿qué quieren qué le haga? Mis gustos son muy raros, en algunas cosas puedo parecer muy adulta y en otras muy infantiles, pero no me malinterpreten, NO SOY RARA, EH.

Salí de mi habitación dirección a la cocina en busca de algo de comida porque tenía muuuuucha hambre. Mi estómago parecía un oso sangriento a punto de morir.

Iba de camino a la cocina a alimentar a mis tripitas, cuando iba por el pasillo de los dormitorios, al lado de la habitación de Pablo hay una estantería grande y detrás de ella había una carta... Y como ya saben ¡ME DIO LA CURIOSIDAD! Lo siento mucho, no soy chismosa ni curiosa pero en ese momento sí.

La abrí y ví que ponía:

Cariño, soy tu madre, esta es la entrada para entrar al hospital Laura y tú, venid temprano, creo que a tu hermana le agradará mucho Laura por lo que me has hablado, estoy deseando de ver como congenia tu hermanita con tu amiguita. No pierdas este papel, sin el no podrás entrar, y no querrás eso, sé que tienes muchas ganas de ver a tu hermanita. ¡HAY UNA NOTICIA IMPORTANTE DE ELLA QUE TE TENEMOS QUE CONTAR!

Os esperamos. Un abrazo a tí y a la familia de Ángeles. Muack.

Oh oh.

¿Y si la está buscando?

Después cuando nos veamos se la daré.

Me guardé la entrada en el bolsillo de mi short y caminé por fin hacia la cocina sin ningún impedimento.

Llegué a la cocina ¡VIVA!, habrí el refrigerador y cogí... Ustedes dirán que cogí nutella pues... ¡Así es! Van a ser adivinos en tarot de mayores, se los aseguro.

Cogí mi bote de Nutella, fresas y nata. Saqué dos recipientes hondos para echar lo que iba a preparar.

Y sí, cogí dos, uno para mí y otro para Elena que le gusta mucho la nutella, aunque es menos eufórica con ella que yo, pero bueno.

Corté en pedacitos las fresas y las eché en el bowl, le eché un poco de nata y mucha nutella encima y mezclé todo.

Listo para comer, uhm... Deliciosho.

Terminé de comer mis hermosas fresas y fui a sentarme en el sillón para ver la televisión de mientras.

Estaba viendo Guerra de Cupcakes, y me llegó un mensaje de Ana...

«Laura, pasátelo bien con Carlos, espero que os divirtáis. Te quiero friendforeveralone xD.»

Se lo agradecí, subí la vista hacia arriba y vi a un Carlos nuevo y sersiiii, muy sersiiii.
Llevaba un jersey marrón claro en forma de cuello V, una bufanda negra y blanca, unos pantalones vaqueros doblados por el tobillo y unas vans masculinas, y por supuesto, con su cabello despeinado.

Wow... Estaba espectacular...

¡Laura controla tus impulsos pillina!

Cállate maldita conciencia, no me seas jodidamente malpensada.

Me quedé embobada en sus ojos y al fin me di cuenta de que habló.

- Hola princesita -me saludó dulcemente-

- No me digas princesita, lo odio -le respondí-

- Vale tranqui Lau -rió entre dientes y me dió un beso en la mejilla en forma de saludo.

Oh. Por. Dios.

¿Qué es eso? Estaba nerviosa y no sabía por qué, pero bueno, ya se me pasará.

- ¿Vamos? -me tendió la mano para agarrarme a él y salir de la casa-

- Vamos -confirmé-

Y dicho esto, salimos de la casa y entramos en una tienda para comprar golosinas.

Cuando salimos, vimos a unos chicos mirando con cara de asesinos a Carlos y viceversa, me estaba asustando...

¡¿Qué pasa aquí?!

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2015 ⏰

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