Cap. 24

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Abrí los ojos al sentir a Theo subir encima de la cama.

-Buenos días Theo- dije achuchando sus mejillas.

Este niño me tenía enamorada, sus ojos eran como los de Niall, azules, brillante y trasmitian paz, tranquilidad. Hacía que mi demonio y mi ángel se llevasen bien por instantes, y que me olvidase de mis cosas.

-Nooooo, cosssquis nooo- chilló riendo.

-Siiiiiiii, cosquis siiii- respondí riendo.

-Bueno, poquitas- rió de nuevo.

-¿Vamos a ver a Niii?- pregunté levantándome de la cama.

-Siiiiii- chilló otra vez.

Irlanda había hecho que mi tripa creciese y Niall estaba encantado con eso.

Maura me mimaba y malcriaba casi tanto como a Theo.

Theo me guió hasta una especie de despacho en casa de Maura.

-Hola tío- chilló por quinta vez en el día.

-Theeeeeeeeeo- respondió Niall.

Me puse por detrás de la silla y observé lo que Niall miraba con atención en la pantalla.

-¿te gusta?- preguntó pasando las fotos.

Observé una por una, era una casa de ensueño, el jardín era enorme y tenía una piscina privada.  No tenía muchos vecinos y estaba, a decir verdad, a las afueras.

-Me encanta-dije abrazandolo de espaldas

-Vístete y después de comer nos vamos a Dublin, a verla.

Dejé a Theo allí y me fui al dormitorio para ponerme unas mallas y una sudadera verde botella, ancha.

Después de comer, Denise le cambió el pijama a Theo por un peto vaquero y tras poner la sillita en el coche de Niall, nos fuimos a Dublin.

-Bien, la casa es así y seria vuestra por más o menos cincuenta mil libras. Imagino que querréis pagarlo en libras.

-Si, claro- asintió Niall.

-El problema es que, hay otra persona interesada, si pagas ahora mismo, será tuya.

Niall me miró y se fue con el vendedor, mientras Theo y yo nos quedamos en el jardín.

Al cabo de media hora Niall volvió con dos pares de llaves y tras estrechar la mano con el vendedor, caminamos al coche.

-¿Te gustó, bebé?

-Me encantó, Niall.

-Extraño Irlanda y ya va siendo hora de tener mi propia casa aquí.

-¿No prefieres algo más cerca a Mullingar?

-No, no está tan lejos. Tan, vamos a formar una familia, ya va siendo hora de ir construyendo los pilares- me entregó una copia de las llaves.

-¿La has comprado para nosotros?- pregunté al borde de las lágrimas.

-Si, bebé, quiero que viváis cómo princesas.

Me abracé a Niall, mientras Theo nos miraba desde el suelo.

-Odio estar embarazada, me vuelve sentimental- repetí.

-Amo que estés embarazada, me deja ver como eres realmente.

-¿Qué haremos en Inglaterra?

-Puedes venirte a mi casa, o podemos comprar una y vender esa.

Fisioterapeuta» N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora