"The Southern College" [Mötley Crüe]

↪ Perdidos en Whiskey ↩

Lo que empezó siendo una botella para todos,empezó a ser dos.
Nikki se levantó para ir a poner algo de Heavy Metal en la máquina de música.
La gente que había en el bar,se animaba. Mientras que otros miraban raro por nuestra locura.

--Venga,venga,¡Una ronda de Jack para todos!--Dijo Vince,que llegó con la tercera botella en la mano.

--¿Otra?--Dije levantando mi cabeza con algo de ebriedad ya encima.

--Otra,hermosa. Y las que hagan falta--Dijo Nikki,que me levantó levemente del asiento.

Me fijé en Nikki,aunque iba algo ebria.
Me levantó del asiento-sofá color negro que había junto a la mesa.
Sujetó mis piernas y me sentó sobre las suyas.
Me sonrojé,pero no le di importancia.

--¡Tommy,pide vasos!--Exclamó Vince tratando de abrir la botella con los dientes.

--No,no. Los de chupito sirven--Dijo mientras fumaba--. No me voy a levantar.

Vince no rechistó,y consiguió abrir la botella.
Esto le costó casi ahogarse,por estar a punto de tragarse la tapa.
Sacó la tapa y la lanzó a saber dónde.
Luego comenzó a verter salvajemente el Jack Daniel's en línea.



Por la mesa se desparramaba toda la bebida.
Cuando vio que el líquido estaba al borde del vaso,y que no se podía llenar más,levantó la botella y la posó en la mesa.

--¡Para dentro!--Exclamó Vince,y tomó dos de los vasos,pues había más,y los bebió como si se tratara de simple agua.

--Jodido animal--Comentó Tommy,manteniendo el cigarrillo en la comisura de sus labios.

Nikki puso una mano sobre mi pierna derecha.
Justo al bordado grueso de mis shorts vaqueros.
Llevó sus dedos hasta la prenda,y la levantó para poder meter su mano en el espacio que sobraba.

--¿No bebéis?--Dijo Vince.

--Sí...Pero creo que pararé en un rato. Ya fue suficiente por hoy--Dije,y me bebí el pequeño vaso que estaba colocado al frente mía.

Bebía como si fuera agua,pero sorbo a sorbo,degustándolo. Cosa que poco podía hacer,ya que después de haber bebido tanto,acababas perdiendo la capacidad de saborear algo más que el profundo picor y vapor caliente que proporcionaba el alcohol.

--¿Te sientes bien,bonita?--Preguntó Tommy.

--Eh...¿Sí?--Contesté con inseguridad.

Nikki había comenzado a subir su mano,acariciando mis muslos,y eso me ponía irremediablemente nerviosa.

--¿Por qué...?--Pregunté y tragué saliva.

--No sé. Estás roja,y tiritando un poco--Dijo Tommy.

--¡Tiene fiebre! Me lo dijo antes--Exclamó Vince,ya ebrio,mientras bebía de la botella.

--Sí...Una fiebre...¡Tremenda!--Dije y exclamé al final,al sentir que Nikki subía aún más su mano.

Tommy apagó el cigarrillo en el cenicero,y asomó la cabeza por abajo.

--Sí,fiebre. Fiebre del manoseo--Respondió Tommy.

--¿Manoseo?--Preguntó Vince--. Pues ahora que lo dices,allí hay unas chicas muy guapas. ¿Vamos?

--Venga,va,te acompaño--Dijo Tommy,y se levantó.

--¿Vienes,Sixx?--Preguntó Vince,levantandose.

--No,gracias. Me quedo con ella--Respondió Nikki,que susurró las dos últimas palabras en mi oído.

--Tú te lo pierdes--Dijo Vince,y se fue con Tommy a la barra,a tratar de ligar con unas chicas.

--Deberías haber ido con ellos--Dije yo.

--Se te iría el calor--Dijo y me dio la vuelta,para que así quedaramos cara a cara.

--¿Por qué lo haces?--Pregunté.

--¿Hacer qué?--Preguntó como si no supiera,mientras pasaba mis piernas a cada lado de su costado,mientras las acariciaba de abajo a arriba.

--Lo sabes bien...--Respondí dejando salir un suspiro de mis labios--. ¿Por qué te empeñas en provocarme y enloquecerme?

--Porque me encantas. Y porque me encanta--Respondió,y de nuevo esa sexy sonrisa de medio lado,se dibujó en su rostro.

--Creo que alguna vez te dijeron que no metas las manos en el fuego--Dije y coloqué mis brazos alrededor de su cuello.

Sus pupilas se hicieron más pequeñas.
Me apegó a él,y me abrazó por la cintura.

--Pero a mí me gusta el fuego--Dijo él,mirando a mis ojos--. ¿Es eso pecado?

--Puede--Le sonreí.

--Entonces me gusta pecar. Y quemarme--Dijo acercando sus labios a mi cuello.

--Perdemos el tiempo--Dije mientras que veía como comenzaba a besar mi cuello.

--Aprovechamos el tiempo. Es diferente--Dijo entre los besos que me daba.

--Nikki,por favor--Dije y solté un pequeño suspiro al sentir como mi piel se erizaba,sensible.

--¿De verdad quieres que pare?--Preguntó y sacó su cabeza de entre mi cabello y mi cuello,para seguidamente mirarme a los ojos.

--Yo...--Suspiré. Realmente quería poder sentirme libre de besarlo y tenerlo a mi lado. Pero había muchas circunstancias que me lo prohibían.

--Dilo. Quiero oírlo--Susurró en mi oído.

--No...--Negué. Era eso,o estallar.

--¿No qué?--Preguntó. Aunque ya sabía la respuesta.

--Nikki. Escúchame. No quiero que pares. Tampoco yo quiero parar. Pero...No soy consciente de mis acciones--Expliqué exhausta.

--¿Qué quieres decir con eso?--Dijo él.

--A veces dejo el control a mi cuerpo. Y más si estoy algo ebria. Y eso puede acabar en una locura que luego me haga arrepentirme--Respondí,y suspiré profundamente.

--¿Arrepentirte? Crees que esto...--Colocó mi mano en su pecho,donde estaba su corazón,latiendo con rapidez--. ¿Se arrepienta de algo?

Lo miré a los ojos. Sentí como mis pupilas disminuían.
Ahora ya me había cautivado por completo.
¿Cómo era posible que en un momento tan tenso y descontrolado fuera tan tierno y sentimental?
Ni si quiera yo podía responder.

--¿Por qué eres así?--Pregunté.

--¿Así como?--Respondió con otra pregunta.

--Eres como un caramelo ácido,¿Sabes?--Me puse metafórica. Adoraba usar ejemplos para comparar--. Pareces algo..."Picante" por fuera. Pero por dentro eres dulce. Y eso me confunde.

--Bueno...Nunca me habían dicho algo así--Dijo él--. Pero supongo que es porque soy así. No puedo explicarlo.

--Y eso me gusta de ti--Comenté,levemente ruborizada.

--¿Te gusto?--Preguntó.

--Pues...No te lo voy a negar,Nikki--Dije--. Pero sé que para ti esto es un juego.

--¿Un juego? Claro que no--Respondió.

--No quiero ser simplemente un capricho tuyo. Si lo que buscas es divertirte,no soy la indicada--Dije yo.

--¿Por qué piensas eso?--Preguntó en un tono serio y algo decaído.

--Porque sé que adoras hacer locuras. Y que no podrías enamorarte de mí...--Dije yo y suspiré--. ...Como yo llegaría a hacerlo.

--Eso es lo que tú crees. Yo digo lo contrario--Respondió a secas.

--Dejemos que el tiempo vea--Respondí yo.