↪ Atrapada ↩

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[ - Joy B. Rose - ]

Desperté alrededor de dos horas después.
Me dolía la cabeza. Y aún me encontraba en un estado desconcertante por aquella sustancia.
Estaba en una habitación cerrada. Sucia y llena de escombros. Parecía un sótano descuidado. Pero con las puertas tapiadas.
Tan solo quedaba una disponible. Pero era blindada. No había mas que una ventana con rejas,por las que entraba la mínima luz que iluminaba aquella habitación descuidada.
Hasta que no pasaron alrededor de siete minutos,no conseguí poder recuperar toda mi consciencia. Aún tenía efectos de aquella droga.
Traté de levantarme,pero caí al suelo impulsada por una cadena atada a una de mis piernas.
No solo era eso. Tenía atadas ambas manos. Pero estas con una cuerda.
Me sentía inútil.
Adapté mi vista a la oscuridad,y pude ver unos muebles en estado de descomposición,y algún que otro material oxidado.
Aproximadamente estaban a unos tres metros de mí. No sabía si el alcance de la cadena daría para tanto. Pero necesitaba escapar.
Me tiré al suelo y comencé a arrastrarme como mejor pude.
Estaba llegando,cuando de repente la cadena dio un tirón. Ya no podía llegar a más.

--¡Mierda!--Exclamé.

Estiré los brazos aún atados, tratando de agarrar cualquier objeto que me pudiera servir. Y tras recibir un corte profundo,pude tomar un mueble de metal y de madera. O al menos,una parte de lo que quedaba.
Solté un fuerte gemido de dolor tras sacarme un trozo de metal incrustado en mi mano.
Dolía. Muchísimo. Pero dolería aún más si no conseguía salir de ahí.
Tomé la plancha de metal y madera que había conseguido arrastrar hasta mí,y con toda la fuerza del mundo,lo lancé hacia la pared,rompiéndolo.
Una vez que se destrozó en diversos trozos,tomé el más punzante y corté la cuerda,desatando mis manos.
Escuché algo en el exterior. Me vine abajo en cuanto supe que me habían escuchado.
Tiré de la cadena para tratar de desanclarla de la pared. Pero estaba muy reforzada en el metal prensado en el muro. Incrustado.

--¿Escuchaste eso? Esa perra hizo algo--Dijo una voz masculina al otro lado de la puerta.

--Se habrá despertado y del susto se habrá golpeado con algo--Dijo otra voz masculina--. No hagas nada. Podrías dañar el material.

--¿Material...? ¿Ahora soy un material?--Susurré en voz muy baja,para mí misma.

--Vamos a por algo de coca--Dijo el otro.

--Vamos. Luego miro a ver si a alguien le interesa comprarla--Dijo la otra voz,y enseguida escuché sus pasos pisando el terreno.

Me aseguré de no escuchar nada más que el leve viento que entraba por los barrotes de la pequeña abertura de la pared.
Una vez se fueron,me levanté y tomé otro trozo de metal afilado,y comencé a golpear el enganche de la cadena contra él.
Así,conseguí romperla.
Pero en ella aún quedaba el grillete y parte de la cadena rota. Y llevaba en él una cruel trampa...Un mecanismo de defensa.
Esto componía una serie de clavos por dentro,que al tratar de ser arrancados,se clavaban automáticamente.
En un par de segundos sentí un profundo dolor al notar que aquellos clavos habían atravesado todo tejido muscular y la piel,hasta llegar a la zona ósea,casi atravesando el hueso del tobillo.
Ahogué un grito y caí al suelo. Mi tobillo estaba destrozado,y poco podría caminar así.
Era un sistema anti huída. Y de los peores que puedan existir.
Tuve un leve desmayo por aquel intenso dolor,y por la pérdida de sangre de las heridas de la mano,del tobillo,y de la muñeca.

***

[ - Nikki Sixx - ]

Habían pasado dos o tres horas desde que la vi por última vez.
Para una persona que no entiende como estos sentimientos sean,puede pensar que son solo 120 minutos. Pero cuando cada minuto se convierte en un aumento de angustia,se hace horriblemente largo.
Nos encontrábamos en casa.
Los chicos se fueron a descansar,pero yo no podía. En mi mente solo rondaba un tema,y era ella.
Quise tomarme la justicia por mi propia mano. No me importaba tener que mancharme de la sangre de esos corruptos.

--Oye,Sixx--Dijo Tommy,que entraba en mi cuarto--. ¿Cómo te encuentras?

--¿Tú que coño crees?--Respondí mediante otra pregunta. ¿Es que no le resultaba obvio?

--Pues...Solo quería avisarte que nos vamos a dormir--Dijo después--. ¿Necesitas algo?

--No. Que me dejéis en paz--Respondí en tono cortante. No tenía ganas de nada.

--Bueno,tranquilo hermano--Dijo Tommy levantando las dos manos a la altura de su pecho--. No tengas tanta agresividad conmigo. Solo vine a darte el aviso.

--Bien. Ya lo diste. Ahora vete--Dije yo suspirando--. Necesito desconectar.

--Si necesitas algo,estoy en el cuarto de al lado. No creo que deba decirlo más--Dijo,y se dio la vuelta para irse fuera--. Ya lo sabes.

--Sí,sí. Gracias--Respondí.

Al ver que cerró la puerta,yo cerré la mía.
Necesitaba ideas. Muchas ideas. Ideas para recuperarla.
Siempre me gustó ver películas de acción. De asesinatos. Películas de terror.
¿Y qué sucedía cuando habían secuestros? Que registraban la señal vía satélite.
Y eso iba a hacer. Saqué mi móvil con prisa,y tecleé su nombre entre mis contactos.
Y la llamé. Pero no respondía.
De repente,cogió la llamada.

--¡¿Joy?!--Pregunté.

--Nikki...--Me dijo con voz débil.

--¡Por Dios,nena! ¡¿Estás bien?!--Pregunté alterado.

--Te necesito...No sabes cuánto--Dijo ella. Eso me dio una fuerte punzada en el pecho.

--¿Dónde estás? Necesito que me digas el lugar. Iré por ti. Esto va a acabar--Dije alterado. Busqué un mapa de la ciudad y sus alrededores.

--No sé...Estoy encerrada...No veo nada--Dijo ella.

--Necesito que busques una salida. Una descripción del exterior...--Suspiré fuertemente.

--Trataré de abrir la puerta--Dijo ella.

--Está bien...Hazlo tranquila y con calma. No te hagas daño--Dije yo,preocupado.




"The Southern College"  [Mötley Crüe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora