Amortentia (Draco Malfoy y tu)

23. Izei

Narra______Winchester.

Entre la guerra de cosquillas de draco y mi ataque de patadas, el huevo terminó escurriéndose de mis manos y se cayó al suelo.

Me quedé helada al ver que se habían formando unas grietas al rededor del huevo.
Inmediatamente me liberé del agarra de draco y me senté para coger el huevo.

-Madre mía, he roto el huevo de fénix.- digo temiéndome lo peor.

-No seas tonta, el huevo no se ha roto, está eclosionando.- dice Malfoy con cierta gracia.

No se como sabe tanto de estas criaturas, pero definitivamente me va a ser muy útil.

-Hay que ir a buscarle un lugar tranquilo para que salga del huevo.- propongo.

-Tienes razón, pero a donde ?.-

-Vamos a la sala de los menesteres, allí estará protegido hasta que crezca un poco.-

-NO.- Grita Malfoy con una cara de circunstancia que me sorprende.

-Por que no?.- pregunto extrañada.

-La sala de los menesteres no es buen sitio para un ave fénix, además tiene que ser un sitio espacioso, no lleno de cacharros.-

Narra Draco Malfoy.

NO.- Grito,  con una cara de circunstancia que me sorprende hasta a mi.

-Por que no?.- pregunta _____ extrañada.

-La sala de los menesteres no es buen sitio para un ave fénix, además tiene que ser un sitio espacioso, no lleno de cacharros.-

Tengo que improvisar algo.
No puedo permitir que Winchester esté cerca de la sala de los menesteres.
Es muy peligroso y lo último que quiero es involucrarle a ella, no me lo perdonaría nunca.

La razón, es que hay un armario evanescente, el cual estoy intentando arreglar, por órdenes del señor tenebroso.

No se cómo gestionar todas estas emociones, realmente temo por mi vida, pero temo más por la de mi madre, y por la de la estúpida Winchester.
Quiero contarle todo, pero sé que si lo hago, probablemente acabe muerta.

Quiero demostrar que soy fuerte y valiente, que valgo para esto, pero por mucho que sea un Malfoy, me he dado cuenta que hay cosas más importantes.

Salgo de mis pensamientos y presto atención a la pequeña preciosidad que tengo delante.
Sin duda,  una de las maravillas de este mundo, es verla sonreír

Narra ______Winchester.

-Está bien señor cuidador de criaturas. A donde sugieres que lo llevemos ? Digo con cierto retintín.

-Acompáñame.- dice bufando.

Me levanto y con todo el cuidado del mundo cojo el huevo y comienzo a seguir a Malfoy.

Ya llevamos un rato caminando y por el rumbo que lleva empiezo a preocuparme.

-Eeh, Malfoy, a donde crees que estamos yendo?.-

-A mi habitación por supuesto.-

-Y como piensas que yo voy a entrar? Si no te has dado cuenta... SOY DE GRYFFINDOR.-

Este ríe ante mi comentario y me responde.

-De igual manera que entraste hace unos días.- concluye con una sonrisa de medio lado.

Draco mueve una antorcha que está situada a unos metros de la entrada de su sala común, y ante nosotros un pequeño pasadizo empieza a mostrarse.

De un momento a otro ya nos encontramos en la habitación de Malfoy.

-Tienes pensado dejar al fénix en tu habitación?.-

-Quieres esperarte? Esta chica es impaciente como ella sola.- dice riendo.

Al lado de su armario hay una pequeña puerta que no había visto.
Este pronuncia el hechizo alohomora y la puerta se abre de par en par.
Entramos a una sala bastante espaciosa, aún que es pequeña el espacio está muy bien aprovechado.
Hay una chimenea de piedra y unas cuantas cajas.
Varios armarios empotrados, pizarras, baúles, cofres, escobas... aún que había bastante polvo.

-Antiguamente, este era el cuarto de limpieza de Hogwarts, pero como ahora ya no lo utilizan, he decidido darle yo provecho.-

Voy a contestar cuando noto que el huevo empieza a moverse.

Rápidamente, lo deposito en una pequeña mesa de piedra que hay junto a la chimenea.
Me siento en frente y draco imita mis movimientos, sentándose así a mi lado y en frente del huevo.

Agarro de la mano a draco ya que estoy muy nerviosa, y él al verme así, entrelaza sus dedos con los míos brindándome una tranquilidad inmensa.

Poco a poco el huevo se va rompiendo, y deja ver a una pequeña ave roja.

Poco a poco va saliendo del cascarón y puedo ver lo bello que es ese animal.

La gran mayoría de sus plumas son rojas, aún que en las alas tiene plumas azules y amarillas.
Tiene unos ojos amarillos, iguales que los mios, lo cual me parece de lo más curioso.

Tiene un gran pico color plata con una ligera raya en forma de cicatriz.
Al ver esto, me llevo la mano a la parte inferior de mi labio, donde tengo una cicatriz.

-El fénix adopta cualidades de su dueño.- dice draco aclarándome así muchas dudas.

-Es precioso.-digo con lágrimas en los ojos. Lágrimas de emoción al ver una escena tan maravillosa y única.

El pequeño animal se pone de pie y me mira, haciendo que nuestros iguales ojos se conecten.

-El fénix se llama Izei.- digo

-Que? Por que ? .-  pregunta Draco algo confundido.

-No lose, pero algo me dice que ese es su nombre.-

Draco no entiende muy bien lo que le estoy diciendo, así que decido centrarme solo en el pequeño Izei, que a partir de ahora, es mi familia.

-Hola pequeño, hola Izei.-
Al decir esto, el animal empieza a andar en mi dirección, y draco y yo acercamos nuestras cabezas hacia el.

-Como estas cosita?-

Draco ríe al verme hablar con el animal.

-Bienvenido a casa.-
El animal ya está lo suficientemente cerca para tocarlo, pero yo no puedo contenerme y abrazo al pequeño fénix.

Juraría que por un momento el animal me ha correspondido el abrazo, restregando su cabeza con la mia.

Cuando le deposito en la mesa otra vez, sigo observándole. De verdad que no puedo creer que este animal me haya elegido.

-Aquí está mamá pequeño.-

Acto seguido miro a Malfoy con una sonrisa y prosigo hablando.

-Y este de aquí, es papá.-
Digo cogiendo a Malfoy para acercarle más a él.

El animal camina hacia él y le indica que le acaricie, y Draco no se niega.

-Hola campeón, como estas.-
Dice y yo solo puedo contemplar el momento tan mágico que se ha creado en un momento.

Y así, entre abrazos y caricias, draco y yo nos pasamos toda la noche con el pequeño fénix.