Capítulo 12: Lo que voy a hacer en el futuro

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- Tenías que haberte quedado, las chicas y yo hemos decidido echar las solicitudes en Madrid. – Esa tarde Ana, Clara y Judi habían quedado todas juntas en una cafetería para ayudarse a echar solicitudes en las Universidades que querían. Las tres se habían decantado por Madrid porque Ana y Clara querían estudiar una cosa que no teníamos en Cantabria, Politología y a Judi no le daba la nota para entrar en Cantabria.

- Yo paso de eso, me da pena que me vayáis a abandonar y no quiero recordarlo. – Era cierto, solo pensar en cómo se iba a fragmentar todo al año siguiente me ponía triste.

- Tú también tienes que decidir tu futuro.

- Mi futuro está aquí, mi padre ha echado por mí la solicitud en medicina. – Yo no quería eso para mí, pero tratar de convencer a mi padre de lo contrario era imposible, habíamos discutido- Pero me alegro por vosotras.

- Parece que te vas a morir, la medicina esta guay.

- No es lo que quiero.

- Pues díselo.

- Sabes que no es tan sencillo. Estaré becada por las notas, pero aun así si querría estudiar moda o diseño tendría que irme de Cantabria y sin contar con su apoyo económico lo veo difícil por mucha beca que tenga.

- Si hablas con él entrará en razón. – No lo iba a hacer. Por muy guay que fuese como padre tenía sus límites infranqueables y el tema de la moda era para él un hobby, nada más, no me quería perdiendo el tiempo.

Me despedí de Judi para continuar con mi rayada personal. Era un fastidio tener que elegir y por primera vez en mi vida tenía la sensación de que era una cosa que definiría mi futuro y claro, a la reina del anticompromiso le daba miedo meterse en algo que no quería. Odiaba medicina, no tenía vocación, pero ¿y si me metía a modelaje y no me gustaba? ¿y si no soportaba vivir lejos? Había más preguntas, pero no quería desmoralizarme yo sola.

Miré el reloj, había quedado en media hora con James para tomar unas cañas en un bar de moda y a lo mejor me venía hasta bien despejarme, aunque me daba la sensación de que me iba a cargar de otro tipo de preocupaciones como ¿Qué sentía por James? Mi vida era un desastre, pero supongo que era lo típico que le pasaba a todos los adolescentes. Como estaba enfadada con papa, no pasé por casa para saludar y me fui directa al bar aunque quedase un tiempo, quería ir andando, necesitaba que me diese el aire, aunque hacía bastante bochorno.

Si quisiese estudiar moda podría irme a Madrid como las chicas y con ellas cerca sería más fácil pero también se abrían otros melones interesantes para estudiar moda en Inglaterra, por ejemplo. En Londres había una buena escuela de modelaje que ofrecía becas jugosas para estudiantes extranjeros y estudiar en Londres, era estudiar en Londres. La posibilidad de mudarme a otro país no había entrado en juego en ningún momento, pero a lo mejor el cabreo con mi padre me hacía pensar que no sería tan mala idea, aunque tampoco es que quisiese sepárame de...ya sabéis de quien, no me hagáis decirlo en voz alta.

Me senté en el bar y pedí una caña sin que el camarero hiciese algún ademan de comprobar mi edad. James no tardó mucho en llegar, acababa de salir del trabajo e iba con camisa, pantalones y zapatos de vestir, estaba muy guapo y tentador:

- Reina – Me agarró la mano y la beso riéndose-
¿Tienes ojeras, no estas durmiendo bien? Ponme lo mismo que a ella- El camarero desde la barra asintió.

- No mucho, estoy agobiada con el tema estudios.

- Buff, entiendo, tu padre.

- Las chicas van a echar solicitudes en Madrid.

No le pidas peras al olmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora