Capítulo 7: Odio a Calisto

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Los límites de James conmigo no funcionaban, era una grata sorpresa saber que yo era una de las elegidas. No solo no se había escurrido de la cama en cuanto me quede dormida, que era lo que yo pensaba que sucedería dado su escudo protector anti gente en su cama, sino que estaba durmiendo como un bebe cuando me desperté por los golpecillos en la puerta de Judi anunciando la llegada del resto de la tropa. Le observé mientras dormía con la boca abierta y hasta cayéndosele la baba era condenadamente guapo, era como un surfista australiano, o al menos como yo me imagino a los surfistas en Australia, bendita imaginación. Le zarandeé un poquito y se removió apretando el abrazo que me había dado antes de dormirnos, hacia calor pero era reconfortante. Hundió su cabeza en el hueco de mi cuello y aspiro:

- Madre mía que bien hueles reina.

- Judi ha llamado a la puerta y dice que estos llegan ya.

- Um que bien, tengo hambre. – Todavía no había abierto los ojos- que bien me ha sentado la siesta.

- Sí pero tenemos que levantarnos antes de que lleguen estos y a alguno se le ocurra entra....

*sonido de puerta abriéndose

- CHICOS YA ESTAMOS AQUÍ

- Ala, ¿Qué hacéis? – Iker y Cesar nos miraban como si hubiesen visto a un alien, solo estábamos el uno encima del otro en la cama...vale, era raro.

- Echar la siesta. – La voz ronca de James retumbo en la estancia- ¿Traéis comida?

- Las chicas han ido a por ella a un bar cercano.

- Pues no me interesáis, largo de nuestra habitación. – Con los ojos cerrados, cogió un cojín de la cama y lo lanzo hacia la puerta.

- Ok, os dejamos "durmiendo" hahahaha.

Aquellos dos eran un par de hormonas y se pensaban que todos éramos iguales, pero no. Jim y yo solo estábamos echándonos la siesta sin ningún mal pensamiento de por medio, o puede que alguno por mi parte. Tan insistir algo más en que se levantase, al final conseguí poner al gigante en marcha y cuando entró por sus fosas nasales el olor a comida pareció revivir por completo, como si se hubiese tomado 3 red Bulls de una sentada, bajo los escalones de 3 en 3, menudo animal.

Cuando nos vieron bajar los chicos nos miraron con una sonrisilla que no me gustó nada, ¿Qué mierda estarían pensando esos dos? El resto estaba a su bola, poniendo la mesa y sirviendo a la vez, estábamos todos famélicos.

La comida transcurrió con normalidad, he incluso Calisto parecía estar integrándose poco a poco pero entonces llegó la mini excursión a un monte cercano – también te digo, a quien se le ocurre con 27 pedazo de grados ir al monte- y tras andar 50 minutos por un sendero rodeado de arboles y zarzas, Judi y Calisto nos pararon enfrente de un acantilado con unas vistas al mar preciosas, entonces empezaron a hablar y yo me temí lo peor. Nos contaron como había empezado su relación y las dificultades que se habían encontrado por el camino – vaya gilipolleces- para acabar diciéndonos que Calisto le había propuesto a Judi casarse y que eso iban a hacer, casarse. Yo creo que a mi se me tuvo que notar que no me hizo ni puta gracia, porque normalmente yo siempre apoyaba a Judi en todo, mientras el resto le decía que era una locura, pero en esto...

El silencio más sepulcral del mundo calló sobre aquellos dos tórtolos que esperaban con gestos de felicidad que alguien les felicitase. Ana y Clara se percataron de la tensión generada en el ambiente y se fueron a abrazarlos, no muy convencidas y después de ellas fueron el resto, incluido James y Abraham que le soltó a su hermana un "ya hablaremos" que sonó a "te vas a cagar cuando se enteren papa y mama". Yo me quedé sentada en una piedra mirando la línea del mar que se fundía con el cielo. Era una gilipollez que se casasen, discutían cada dos minutos y el la anulaba como persona, ella solo se dedicaba a perseguirle como un perrito. Mi cabeza estaba en ebullición cuando Catonto se dirigió hacia mí y dijo "¿No nos vas a felicitar? ¿No te alegras? "En ese momento algo dentro de mi cabeza se apagó, yo creo que hasta James escucho como ese interruptor que conectaba mi paciencia se disipaba porque levanté la cabeza y en mi mente me salían chispas por los ojos cual serie de anime:

- Eres subnormal, no me caes bien. Eres un gilipollas y ella se ha vuelto idiota a tu lado, ya no sabe hacer nada que tu no hagas, ni tiene vida propia porque te sigue a todas tus mierdas como un perrito. Por supuesto que no estoy contenta de que se case con 18 putos años, ¿a dónde cojones os pensáis que vais? No tienes ni un puto trabajo, tenéis que estudiar y hacer cosas de gente de vuestra edad, no casaros. ¿Sabéis como va a acabar todo esto? Te quedaras preñada con 19 años y arruinaras tu puta vida por un patán de mierda que se cree Cristiano Ronaldo pero no va a llegar a ser nada en la vida porque tiene 1 neurona y no sabe jugar al puto futbol. Hubiese sido mucho mejor que ya que nos traes hasta aquí, al menos le hubieses lanzado barranco abajo, anormal.

Catonto me miró con los ojos como platos y yo sentí que me había quedado como nueva. Necesitaba decirle a los dos todo lo que pensaba, quizás no había sido el mejor momento pero si se casaban y no soltaba esto me sentiría como un estafadora. Judi me miró con los ojos encharcados, oh mierda:

- No te alegras porque tienes envidia, Calisto tenia razón, por eso te cae mal porque tu quieres algo así, como lo nuestro.

- ¿Qué Calisto dice que de mí? ¿De que mierda voy a tener envidia?

Iker y James se acercaron a mi y me dijeron que lo dejase, pero era tarde, había entrado en un nivel de enajenación mental superior al normal en mí. Judi se fue camino abajo corriendo mientras lloraba y Catonto la siguió, no sin antes dedicarme una mirada de asco y rencor que era mutua. Los chicos a mi alrededor se relajaron un poco:

- Menuda liada, déjales que digan que se van a casar, van a romper antes.

- ¿Y si no rompen Abra? Si se casan tu hermana va a ser un 0 a la izquierda el resto de su vida.

- No me gusta Calisto Ali, pero es su vida, de todos modos iba a habla con ella después, me parece una locura siendo tan jóvenes.

- Pues a mí me parece muy romántico que se casen jóvenes. – La novia de Abraham me miró encogiéndose de hombros- A ver al final tu piensas que la anula, pero a lo mejor ella es feliz así.

- Nadie puede ser feliz así. – Gracias Jim- Pero estoy con Abraham en que es su vida, de los errores se aprende. - Voy a matarle, necesito respaldo-

- Casarse no es salir tres meses con un idiota.

- Pero existe el divorcio.

- ¿Todos pensáis que va a acabar en divorcio? – Todos asintieron convencidos- Entonces que mierda haces dándome lecciones de moral si sois unos hipócritas que les felicitáis aun sabiendo que va a durar dos horas.

Me giró con dignidad y cara de pitbull rabioso y tome el camino por el que habíamos vuelto, me iba a ir a la playa a disfrutar de mi jodido fin de semana de celebración post exámenes y me la sudaba todo lo demás. No tuve en cuenta un pequeño detalle, Judi y Catonto habían bajado por el mismo sendero y como era de esperar me los acabé encontrando, eso sí ella no parecía muy afectada en ese momento porque él la estaba metiendo la lengua hasta el estómago. Se separaron y sin percatarse de que yo estaba a dos metros Calisto le dijo "Esta enamorada de mí, te lo dije, por eso me trata tan mal y te habla mal de mí, nos quiere separar". A la mierda la playa, este vuelve a casa sin dientes.

No le pidas peras al olmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora