Capítulo 7: Al final, es mi hermano (Especial Malik x Kadar)

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Lamentó la tardanza, disfruten la historia.


Malik recordó aquel día que le fue presentado su adorable hermano Kadar, él tenía dos años y apenas empezaba a nacer aquel niño que desde que lo vio, sintió tanta alegría y alivio, se conmovió cuando lo miro, y supo que siempre lo cuidaría de todo mal.
Kadar no era inteligente a diferencia de su hermano que era un prodigio, él preferiría jugar todo el día con su consola de videojuegos, pero el primer año escolar de Kadar, fue...dejó mucho que desear para la familia de prodigios, su padre le quitó los videojuegos como castigo.
-¿Cómo puede fallar en recortar?- pregunto cansado su padre sentándose en el comedor de la humilde casa de los A Sayf, Malik hacia su tarea de matemáticas.
-Debes tener más paciencia, es un niño inquieto- su madre preparaba la comida, era un tranquilo domingo, hasta que su padre había recibido la llamada de la profesora de Kadar, informando de la inquietud del menor.
-Malik-llamó la atención del mayor, este lo miro- ¿Podrías enseñar le a tu hermano?- pregunto, le hubiera gustado que él o su madre le enseñaran, pero notaba la separación que ambos jóvenes tenían y debía unirlos, pues eran hermanos, Malik aceptó aun de mala gana.
Mientras Kadar lloraba en su habitación que compartía con Malik, una litera, escritorio y mueble con cajones era lo único que tenían, además del baúl de juguetes del menor, su padre lo había regañado, y como siempre lo comparó con su hermano mayor,  Kadar no odiaba a su hermano, más bien lo envidiaba era perfecto, y él era imperfecto.
-Kadar, padre me ha enviado a enseñarte- Malik entró a la habitación, Kadar se limpió las lágrimas y miro a su hermano.
-Ya sé, pero no quiero- contestó a regañadientes, Malik miro al pequeño, su comunicación era nula, debido a que Malik siempre hacia su tarea, y Kadar se mantenía en la consola, la relación con su hermano era muy alejada, ¿Cómo había pasado eso?, no lo sabía, pero ahora debía ayudar a su pequeño hermano y quizás así, fortalecerían aquel lazo de hermandad.
-Vamos, te gustará aprender-promesa que cumplió por que Malik era un tutor muy paciente, y hacia que Kadar entendiera bien el tema, además de que lo ayudaba a sus tareas.
Un día antes de sus exámenes, Kadar había llegado con sus cuadernos para hacer un último examen, Malik lo recibió, pero colocó los cuadernos en otro lado, y le dio el control de la consola.
-Vamos a jugar- comentó casual,  Kadar se sorprendió.
-Mañana es mi examen- argumento por si su hermano no lo recordaba.
-Lo sé, vamos a jugar- repitió el mayor y Kadar asintió, ya que ante todo, le fascinaba jugar con su hermano, lo cual últimamente le ponía demasiada atención.
Paso la semana, los resultados estaba en sus manos, ninguna subía más de 60 puntos, lo que significaba que estaba reprobado, llegó a casa de nuevo ocultando la tarjeta de calificaciones.
-Kadar tu tarjeta- su padre miro al joven, este miro hacia un lado.
-La perdí- corrió a su habitación a  esconderse, sabía que le iría mal, en la familia cuando pasas sobre el control un golpe o paliza era una excelente reprimenda, y Kadar quería evitarlo, así que se escondió, debajo de la cama.
Malik llegó de la escuela, le hubiera fascinado regresar con su pequeño hermano pero los labores de aseo lo habían mantenido ocupado, cuando llegó su padre lo miro.
-Hijo, tu hermano perdió su tarjeta de calificaciones, creo que reprobó - la noticia no le sorprendió.
-Pero... ¿Con cuanto reprobó?- la pregunta no tuvo respuesta, pero Malik ya estaba subiendo al cuarto.
-Kadar- la voz de su hermano lo asustó y desánimo, Malik miraba el cuarto, hasta que una mano salió debajo de la cama.
-Te he fallado- Kadar no era estúpido, pero entregó la tarjeta esperando una acción molesta, o un golpe, empezó a temblar.
-Perfecto- eso no lo esperaba, salió de su escondite, cuando su hermano le sonreía- felicidades-
-Pero reprobé todo- contestó extrañado.
-Eso lo noto, pero ¿no te has dado cuenta?- pregunto su sonrisa era radiante.
-¿Qué?- pregunto mirando a su hermano, quizás ya había perdido un tornillo.
-Tus anteriores calificaciones, no pasaban de 30, ahora estas aumentaron, el siguiente nos irá mejor- celebró el mayor, y sacó algo de su mochila, cuando Kadar lo vio, sus ojos azules resplandecieron, Malik había sacado un dulce.-Tú recompensa- se lo dio.
-Gracias- contestó feliz.
-Hablare con padre para que no te castigue, pero debemos seguir mejorando, eres muy inteligente- le dijo, mirándolo con suavidad, mientas Kadar desenvolvia el caramelo.
-Gracias- contestó, y su hermano sonrió, Kadar no supo que era exactamente aquella sensación que crecía en su pecho, pero era gracias a su hermano.
Con el paso del tiempo, los hermanos eran bastante unidos, mientras Kadar tenía 12 años, Malik tenía 14 años, y pasaba por él a la escuela.
Una tarde Kadar esperaba a que su hermano lo recogiera como ya era costumbre, pero el pequeño se sintió mal al ver a la chica que venía detrás de su hermano, y con inocente posesividad se acercó a su hermano.
-¡Que ternura!- exclamó la joven al lado de su hermano, Kadar sólo miro a Malik.
-Kadar, ella es una amiga Zafiro- comentó, pero Kadar sólo negó.
-Vámonos ya- enojado respondido colgándose de su hermano.
-Kadar, ella vendrá con nosotros para hacer una tarea- Kadar rodó los ojos, y agarró a su hermano.
Sólo se la pasaron hablando, y Kadar estaba molesto, sentía algo oprimiendo su pecho, y mientras ellos hablaban, se había quedado dormido.
-Malik, ¿Te gustaría salir por un helado?- pregunto la joven.
-Claro, despertare a Kadar-Malik fue a despertar a su hermano.
-No, se ve que está agotado, vamos tú y yo- la joven estaba siendo tímida, además de que ella tampoco entendía la atracción a Malik.
-No lo sé- dudo,  no quería dejar a su hermano sólo.
-¿No siempre estarás con tu hermano?- esa pregunta le sorprendió a ambos hermanos, aun cuando uno fingía dormir.
Malik empezó a sentirse extraño, mientras que Kadar quería llorar al imaginarse la vida cuando su hermano consiguiera a alguien más.
Al final, Malik acompañó a su compañera a su casa, y regreso, pensando en aquella pregunta, y los sentimientos que sintió al escucharla.
Es nuestro, y siempre estaremos para él.
Mientras Kadar ya estaba despierto jugando con la consola Malik miro a su hermano.
-¿Fuiste por un helado?- el pequeño no sabía cómo interpretar la irá que sentía.
-No, la deje a su casa, ¿Por qué?, ¿Quieres uno?- pregunto agarrando la mata de cabello negro rebelde, Kadar lo miro y asintió.
-¿Me lo compras?- preguntó inocente dejando a un lado el control, no noto que su ira se desvanecia.
-¿Y tú mesada?- respondió con otra pregunta, pero Kadar ya se lo había gastado, así que sólo bajo la cabeza, Malik sonrió-Vale vamos- acepto  y ambos salieron de la casa por un helado.
Desde hace un tiempo Malik dormía con Kadar, debido a que su litera se había descompuesto y por el espacio, debían compartir cama, a los hermanos no les molestaba, pero Malik empezaba a pasar por la pubertad.
Aquella pubertad le provocaba gracia al menor que aún no pasaba por eso, se burlaba del cambio de voz de su hermano, a veces se escuchaba gruesa, y otras un pitido, al final terminó con una voz profunda, que para Kadar le fascinó, además de que empezaba a notar la musculatura de su hermano, no obstante también empezó a notar la atracción que su hermano arrojaba, y más cuando un montón de chicas se amontonaban a su hermano mayor.
Una tarde Malik como siempre pasaba por él, y otra vez llevaba a una chica su nombre Sara, una joven de cabellos color café, y una mirada astuta, en el primer momento que la vio, a Kadar no le gusto.
-Kadar, vámonos- su hermano le tomo de la mano, y empezaron a caminar
-¿Tú hermano ya está grande para ser tomado de la mano?- la primera pregunta que Kadar odio, aun así no saltó la mano de su hermano.
-Nunca sabes lo que puede pasar- la respuesta fue tranquila, Malik tenía una personalidad tranquila.
-¿Otra vez harán trabajo?- pregunto a su hermano, este asintió, pero Kadar ya le empezaba a molestar otra vez.
Al llegar a la casa, Malik preparaba algunas bebidas, mientras que en su habitación estaba aquella chica y Kadar, ambos se lanzaban miradas de odio.
-Oye, ¿No irás a la sala a jugar?- pregunto, Kadar ni siquiera la miro y siguió en la cama.
-Veo que eres un niño maleducado, eso explica por qué Malik te debe cuidar- resoplo molesta, y Kadar sólo la ignoro.
-No te preocupes, he tratado con peores- comentó la joven, Kadar se desesperó, ¿Qué tipo de agua hacia su hermano para tardarse?
- Toma, vete de aquí por un rato- le arrojó un billete, Kadar bufo, tomo el dinero lo hizo bolita y se lo arrojó, dándole en la cara.
-No me iré- declaró, la chica se enojó y lo agarró del brazo.
-Me he fijado en tu hermano, y tú, pequeño bastardo, no me detendrás- la chica confesó, Kadar se asustó, ver aquella resolución en los ojos de color café de la joven, lo intimidó, pero no perdería tan fácil.
-Mejor fíjate en otro, a Malik no le gustan las prostitutas- si bien era un niño de 12 años y próximo a los 13, tenía un vocabulario para defenderse, pero no esperaba aquel golpe en su mejilla, le había dolido.
-Basurilla enferma- las palabras fueron lanzadas con cólera, sin saber el significado pero retumbo en Kadar, ¿Por qué le dijo enfermo?
-Creo que tienes que irte, mientras esté yo aquí, él jamás te mirará - Kadar le dijo con una voz profunda, pero la chica no se inmutó.
-Pequeño enfermo, ahora entiendo todo- afirmó la chica en tono ácido, Kadar se sorprendió- eso explica tu posesividad, tu humor de perros, estás enamorado de tu hermano mayor-.
-Creo que tu eres la enferma al pensar tal blasfemia- exclamó Kadar, aunque una parte de él estaba empezando a procesar sus sentimientos.
-Eres un asco, un maldito enfermo que quiere a su hermano- la chica fue brutal en las palabras, y Kadar empezó a comprender sus verdaderos sentimientos, pero estos venían con sentimientos de culpa y dolor, en ese momento las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, justo cuando Malik entró.
-Pero ¿Qué?- pregunto al ver a su hermano llorando, la chica se había apresurado a su lugar.
-No lo sé, empezó a llorar- la chica con falsa inocencia respondió.
-Kadar ¿Qué sucede?- Malik se acercó, pero Kadar corrió al baño y se encerró.
-Déjalo, puede ser berrinche- la joven miro a Malik preocupado, había dicho palabras sin saber, y pareciera que había dado en el blanco.
-Sabes, creo que deberías irte- Malik la miro con sus profundos ojos cafés.
-Pero ¿y el trabajo?- pregunto Sara desconcertada.
-Yo lo hago y colocó tu nombre, ahora vamos, te acompañó a la puerta- su voz se escuchaba enojada
-Pero Malik- replico Sara notando como Malik empezaba a guardar sus cosas.
-Vamos- la acompañó a la puerta y la empujó a la salida.
-Malik, no entiendo- dijo antes de que cerrará.
-Nadie en este planeta, toca a mi hermano y se sale con la suya, y créeme que haré una vida de infierno si vuelves a acercarte a mí- con eso Malik cerró la puerta, y sacó algunas galletas que escondía para dárselas a Kadar.
Kadar salió del baño unos minutos después, Malik no estaba, por lo que pensó que se había ido con su amiga, le dolió el estómago al pensar eso.
-Kadar, te traje galletas- el mayor entró y Kadar lo miro.
-Pensé que te habías ido con ella- contestó un poco dolido, Malik tomo de su mentón, y acarició la mejilla donde se veía un pequeño sonrojo por culpa del golpe.
-Jamás iría con una persona que daño a mi hermano- declaró, Kadar sonrió y ambos fueron a la cama a comer las galletas de chocolate.
-Ella me llamo enfermo, pero no sé porque- Kadar sonrió comiendo la galleta que le daba su hermano.
-Bueno, supongo que estaba equivocada- Malik fruncio el ceño al ver sus dedos llenos de chocolate.
-A ver, déjame- comentó, tomo la mano de su hermano y la empezó a lamer.
-Kadar, no seas sucio, iré a lavarme las manos- regaño mientras Kadar sonrió.
Malik entró al baño con una extraña sensación en el estómago, y algo empezaba a doler en su entrepierna, aún no sabía que era, pero que su hermano hiciera aquella acción, le había extrañado.

Espero les haya gustado, Gracias por seguir leyendo, y gracias por darme ánimos para seguir escribiendo esta historia.
Lamentó las faltas de ortografía que se me hayan escapado.
Nos vemos en la siguiente actualización.

Un sentimiento en la distancia [Ezio x Altaïr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora