Capítulo 9: Miedo y dolor van agarrados de la mano (Especial Malik x Kadar)

125 13 1
                                    

Lamentó mucho la tardanza.

Malik se lavaba la cara, apenas si respiraba, estaba asustado, tenía miedo de sí mismo, pues acaba de amenazar a muerte a su hermano, salió del baño y se acostó en la cama, debía dormir, debía olvidar, debía calmarse, antes de que fuera demasiado tarde.
Kadar entró a la habitación notando a su hermano dormido, se acercó y acarició el cabello corto, pero adorable, escuchó que gemía su nombre.
-Perdón, en verdad perdón hermano, te hice pasar por un momento terrible- se abrazó así mismo, abrazando sus rodillas, y empezó a llorar.-Sé que soy impulsivo, pero lo siento, sólo quiero...- se limpió las pequeñas lágrimas que ya recorrían su mejilla- quiero ser tu igual, y sientas orgullo ante eso- comentó y miro a su hermano, cerró la puerta con seguro, se abrazó a su hermano, le dio un beso en la boca y se acostó.
Malik escuchó el ritmo de aquella canción que traspasaba la neblina del sueño que mantenía, y rápidamente abrió los ojos, salto a contestar el teléfono empujando a Kadar en el proceso.
-Bueno- dijo asustado y mareado.
-Buenos días, soy el encargado de la zona de escalamiento de la hermandad, me temo decirle que Kadar está suspendido por su desobediencia- comentó y Malik suspiro.
-¿Por cuánto tiempo?- pregunto sentándose, Kadar quien había sido arrojado se levantaba igual con dolor.
-Dos semanas- contestó, y Malik miro a su hermano sentándose a su lado, tallándose los ojos y bostezando.
-Si está bien, no volverá a ocurrir, le agradezco el aviso- contestó y colgó el teléfono.
-¿Quién?- pregunto el menor, acercándose a Malik, e intentándolo abrazar, pero el mayor se alejó.
-El encargado, estas suspendido por dos semanas- Malik anunció dejando el teléfono, notando la hora, eran las 8 de la mañana, y claro era afortunado pues era sábado y los sucesos que había pasado lo habían dejado mentalmente agotado.
-Ya veo- contestó Kadar, igual de agotado y decepcionado de que Malik se alejara, aunque sabía que era su culpa.
-Escucha, yo...lo siento, no fue mi intención apuntar mi hoja hacia ti- Malik suspiro- yo en verdad no quería, me temo que debo sepa...- fue interrumpido por el abrazo de Kadar.
-Fue mi culpa, mi culpa, no te alejes, jamás lo volveré a hacer- comentó Kadar, abrazandose más fuerte.
-Yo también debo disculparme- dijo acariciando el cabello del menor, la neblina se alejó para ambos hermanos.
-Gracias hermano- Kadar colocó sus manos en las mejillas del otro, y sonrió, para Malik era una magnífica vista, aquellos ojos azules que siempre lo miraban con devoción y amor, aún en aquella tormenta, paso las manos por la cintura, acercándolo. Kadar acercó el rostro de su hermano y junto sus labios en un tierno beso, su lengua recorría tan dulcemente la boca del mayor, era un elixir aquel sabor que se juntaba.
-Será mejor que desayunamos, o nuestros padres nos mataran- riendo exclamó Malik separándose, pero Kadar lo detuvo.
-Malik, en verdad siento lo de ayer, fue irresponsable e imprudente, prometo que pensaré mejor la situación- bajo la mirada, y suspiro, si bien quería enseñarle a su hermano que era todo un hombre, que podía ser su igual, con aquellas acciones no lo estaba demostrando.
Malik se acercó al joven levantó su rostro y sonrió, aquella sonrisa que iluminaba a Kadar y le daba fuerzas para comprender cada situación, pues siempre Malik había sido su guía.
-Con que conozcas tu error, me basta, pero- tomo los hombros del menor y lo miro fijamente- recuerda Kadar, eres mi hermano, y te protegeré hasta de ti mismo si es necesario, porque te amo más que nada en el mundo- seriamente declaró, Kadar asintió, la fuerza con las que dijo las palabras, fue tan abrumadora que sólo le quedo asentir.
-Bien, vamos a desayunar- concluyó saliendo de la habitación, Kadar sonrió y se apresuró a alcanzar a su hermano.
Kadar sabía que no podía alcanzar a su hermano en ciertas habilidades, no obstante, empezó a notar que tenía cierta atracción a la Informática, y más cuando a ambos jóvenes se le regaló una computadora de escritorio, que conectaba a Internet, algo que abrió muchas puertas al menor, por Malik casi no le gustaba usarlo, pero la usaba sólo para trabajos escolares.
La primera travesura que Kadar hizo, fue hacker el sistema de la hermandad, y notar la lista de miembros de la orden, Malik lo había descubierto, y lo obligó a cerrar aquella ventana de información, pues temía que lo descubrieran y lo asesinaran, era exagerado, pero la imaginación de Malik era única, y Kadar lo noto.
Durante las prácticas en la hermandad, en los entrenamientos de combate en los que su hermano participaba , observaba técnicas nunca antes vista en libros, o vídeos, lo curiosos era que la mayoría eran técnicas de asesinato efectivo, Kadar sonrió ante aquel descubrimiento.
Aquella tarde se había pasado investigando las técnicas de su hermano, sin éxito alguno, había hackeado de nuevo el sistema de la hermandad para obtener la información de posibles técnicas que coincidirán pero no hubo una como tal.
-¿Qué haces Kadar?- pregunto Malik dándole un beso en el cuello, cuando su hermano estaba silencioso, era muy sospechoso.
-Tarea- no mentía, pero tampoco le diría la verdad a su hermano, aún no, sin embargo una idea se le vino a la cabeza-Vamos a Masyaf- declaró, Malik que tomaba un licuado que le dio su madre,  se atragantó.
-¿Para qué quieres ir a Masyaf?- pregunto, recuperando el aire, su hermano le quitó el licuado y le dio un sorbo.
-Viaje escolar, quiero ver algo ahí- Malik lo observó sospechosamente, luego suspiro derrotado.
-Hablaré con nuestros padres- comentó, y Kadar sonrió.
-Eres el mejor- le dijo y siguió en la computadora.
Kadar miraba desde la ventana del autobús, el camino a Masyaf era un poco aburrida, pero su hermano lo distraía con anécdotas o chistes, pues el viaje era largo.
-Ahh, recuerdo aquella vez que fui a Masyaf, ahí conocí a tu madre- comentó su padre en los asientos delanteros, Malik había insistido en ir en familia, cosa que a Kadar no le molestó pero tenía que ser sigiloso para los que venía a investigar.
-Si lo recuerdo, aunque no sabía que ya era obligatorio- comentó preocupada su madre.
-Si bueno, ya sabes, es obligatorio si quieres conocer la historia- Malik mintió, sólo un poco.
-Buena práctica, quien lo pensó parece que en verdad tiene potencial como educador- claramente Kadar sonrió, su hermano tenía un potencial para todo, en especial en las matemáticas, así ganaba dinero en las canicas.
-Pésimo para la informática- murmuró Kadar, pues su hermano no sabía ni manejar la computadora.
Llegaron a Masyaf la reja se abrió y entraron, su padre se asombraba de la tecnología instalada, no era de punta, pero antes se abría con una poleas.
-Bienvenidos a Masyaf, lugar de los asesinos levantinos de la hermandad- la voz en las bocinas anunciaba el inicio de un recorrido.
-Mira, ahí hay un combate- hombres con trajes de asesinos levantinos característicos de color rojo con blanco peleaban simulando los entrenamientos, Kadar sonrió.
-Soy Kasem su guía, yo les daré un recorrido- comentó, si bien Masyaf no era grande, le había implementado salas interactivas.
-Vamos a la sala donde se verá la película de el origen de los asesinos- la señorita los guio a la sala tipo de cine, Kadar empezó a desviarse, no sin antes ser atrapado por su hermano.
-Los distraeré, pero tienes 20 minutos máximo, y no te metas en problemas- dijo soltando al más joven y corriendo detrás de sus padres.
La sección en las que nadie tenía acceso más que los asesinos de alto rango era donde Kadar debía ir, pues la biblioteca era uno de esos lugares, colándose entre las sombras, miraba que la forma de entrar era por la puerta, recorriendo la credencial de asesino en el panel de control, Kadar se alegró de haber pedido prestado la credencial de su padre, se acercó y pasó la credencial, esta le dio acceso.
Buscando entre los papeles recordó algunas cosas, miro las técnicas en los pergaminos prohibidos, para ser de una era lejana, estaban bastante bien conservados, Kadar notaba que cada pergamino tenía el nombre de su creador, algunos más que otros, el nombre era de Malik Al Sayf, al leer el nombre, Kadar sintió una opresión en el pecho, una sensación de dolor lo agobio, quería llorar, pero no había tiempo, negó con la cabeza, dejó los pergaminos, ya había encontrado lo que necesitaba, regreso a la sala, y se sentó al lado de su madre.
-¿Dónde has estado?- pregunto, Kadar sonrió.
-Fui al baño, pase por un pequeño postre, todo está carísimo, pero tener gomitas en forma del símbolo de la hermandad, lo valió- comentó el menor y ambos asintieron, le dio una gomita y sonrió, miró la película aún pensando en las sensaciones que lo invadieron, eran tristes y dolorosas, dejó de pensar antes de que el nudo en la garganta lo traicionara.
Caminaron por la sala donde la foto de los antecesores se mostraba, sublime ofrenda del recuerdo, mientras pasaban, las imágenes se movían, hasta llegar al fundador más importante del lugar.
-Altaïr- la señorita guía presentó al asesino levantino que reconstruyó la hermandad, mientras hablaba, la imagen cambiaba, sus padres estaban asombrados, y Kadar notaba el rostro de fastidio de su hermano.
"Nunca cambia"
-¿Acaso no te gusta el mentor Altaïr?- pregunto Kadar con sorna.
-Era un igualado del credo, se creía demasiado, era un novicio- sus palabras eran acompañadas de fastidio.
-No lo sé, no lo conocí, pero es el mentor- Kadar respondió, en ese momento escucharon a su padre.
-En honor a ellos, les di el nombre a ustedes dos- su padre les susurró, cuando la señorita explicaba más de la vida de Altaïr.
-Altaïr tuvo como mano derecha a Malik Al Sayf, joven inteligente, pero le tenía un poco de odio al mentor por ser culpable del asesinato de su hermano Kadar Al Sayf- las palabras se perdieron en ambos hermanos, pues las sensaciones que sintieron fueron la combinación de ira, dolor, tristeza, por la sola mención de un acontecimiento en el que ellos no habían participado, pero los sentimientos ardían en carne viva.
-¿Están bien?- su madre había notado aquellas muecas dolorosas, pero ambos asintieron y continuaron con el recorrido.
"No quiero ya recordar"
Llegaron a casa cansados, y debido al descuento que se hacía en Masyaf cuando era domingo, ahora debían prepararse para la escuela al día siguiente, así que ambos hermanos se prepararon, y cuando todo estaba terminado, y después de comer con sus padres, decidieron que era hora de dormir, Malik fue el primero en acostarse, seguido de Kadar donde se abrazó fuertemente de su hermano, a ambos le había afectado la pobre historia de la mano derecha del mentor Altaïr.
-Malik- el menor miro a su hermano, la mirada de Malik era muy calculadora y fría, pero cuando miraba a su hermano, esta se volvía suave y sincera.
-Hmp- el cansancio lo dominaba, pero jamás ignoraba a su pequeño tesoro.
-Jamás nos pasará eso ¿verdad?- pregunto- siempre estarás conmigo, vivo ¿Verdad?-
-No sé- la respuesta hizo temblar al corazón de Kadar- pero haré mi mayor esfuerzo de estar siempre contigo, así como mantenerte conmigo hasta el final de nuestras vidas- Malik no era un poeta pero cada palabra hacía eco en el corazón de Kadar.
-Yo te prometo que siempre estaré a tu lado, hasta en la eternidad- Kadar beso a su hermano, ya se estaba volviendo un experto, más por la constante práctica que Kadar se obligaba a hacer con su hermano y durmió con esa sonrisa que siempre le provocaba el mayor.
Malik miraba a su querido hermano, desde que lo vio sintió amor, y ahora un fuego apasionado y lleno de amor se encendía en su corazón, le llegaba una pregunta que opacaba aquella calidez, preguntándose ¿Podré sobrevivir si pierdo a Kadar, como lo hizo aquel antecesor?, no sabía la respuesta, pero la intuía.
"No"

Lamentó mucho tardarme en  publicar el capítulo, tuve que terminar con un proyecto y no me quedo mucho tiempo libre.
Gracias por leer la historia
Nos vemos en la siguiente actualización.

Un sentimiento en la distancia [Ezio x Altaïr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora