Capítulo 15: Una llegada inesperada.

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El sabor de la sangre en su boca era familiar y satisfactorio, miro a su rival quien se atrevió a golpearlo.
-Vamos Altaïr, levántate- grito Ezio mientras corrió por la holográfica cuidad de Siria, Kadar lo seguía de cerca. El enfrentamiento era captura la bandera contraria y sus enemigos los hermanos A Sayf, Altaïr se levantó y miro al otro hermano que buscaba la bandera.
-Creo que es hora de ponerse serio- explicó Altaïr sacando su hoja oculta, Malik suspiro, lanzó una bomba de humo y corrió a lado contrario, a dirección a la bandera, Sin embargo Ezio lo detuvo, y Altaïr estaba apunto de apuñalarlo, pero Kadar intervino, la bandera en su mano y la sonrisa de un niño que acaba de hacer una travesura.
-A la línea de meta- grito Malik, ambos corrieron, cada equipo tenía la bandera del contrario, era hora de tocar la línea, ambos empezaron a correr.
-No puedo creerlo, es un empate- grito Kadar sin embargo, Malik refunfuño junto con Altaïr, Ezio también sonrió.
-Vamos, debemos prepararnos- exclamó Ezio, los cuatro fueron al vestidor para arreglarse. En la noche, Altaïr terminaba sus ensayos, y se preparó para dormir, Ezio miraba la televisión plasma que colocó en su habitación.
-¿Has acabado?- pregunto Ezio, abrió las mantas para Altaïr se acostaba a su lado.
-Si, debo hablar contigo- susurro colocándose en los brazos del italiano, sintiendo su calor.
-Adelante, ¿Es algo malo?- pregunto, la preocupación en la voz de Ezio lo  hicieron sentir querido y amado.
-Yo...me he preocupado un poco, sobre la relación, y como confesarlo a mía padres, como sabrás mi cultura no es tan...- busco la palabra
-Libre de pensamiento, lo sé, no hay razón para apresurar la revelación a nuestros padres, es decir, yo tampoco se como decirle, pero por el momento, sólo quiero estar contigo, a tu lado, y cuando será hora de confesarlo, quiero que tu estés a mi lado apoyándome, como yo estaré en el tuyo- acarició la mejilla del sirio, y Altaïr sonrió.
-Gracias por entender- beso al florentino, disipando sus dudas.
Al día siguiente Leonardo acompañado de la hermana Claudia y hermano Federico, llegaron al apartamento, Ezio se sorprendió de sus hermanos y los hizo pasar.
-Es una sorpresa- comentó, su hermano miro a todos lados revisando el apartamento
-Te echamos de menos, así que hemos decidido visitarte- aclaro, entraron al departamento donde notaron a Malik y Kadar preparando la comida y a Altaïr en el sillón mirando la televisión.
-Vaya, es un lugar lleno, Ves hermano, por eso te dije que hiciéramos la reservación en el hotel- sonrió Claudia.
-Buenas tardes, soy Federico Auditore, soy el hermano mayor de Ezio, y la joven dama es nuestra hermana Claudia- presentó, luego miro a Leonardo.-Aquí, amigo de la familia Leonardo Davince-.
-Es un placer, Yo soy inquilino, Malik ASayf y mi hermano Kadar- presentó, Kadar sonrió.
-Yo soy Altaïr, igual huésped en este apartamento- aclaró saludando a los demás, Ezio suspiro, había demasiadas personas.
La cena fue una plática amena sobre las actualizaciones de los hermanos Auditore y su amigo Leonardo, mientras los sirios en algunos momentos lanzaban comentarios o preguntas, después de cierto tiempo Federico y Claudia junto con Leonardo empezaron a moverse para despedirse y regresar al hotel,  Ezio estaba sorprendido de que su hermano no indagara en su habitación.
Cuando se despedían, Federico llamó la atención de Ezio, se alejó del grupo que se despedía en el pasillo.
-Hermano, se de la relación que tienes con aquel llamado Altaïr- confesó, Ezio sintió que el calor abandonaba su cuerpo.
-¿Como...?- formulo la pregunto o eso intentó.
-Fue un ataque de pánico de Claudia, pero créeme hermano que no me opongo a tu relación....de hecho estoy feliz que encuentres a alguien que te guste....sólo que...- mencionó, Ezio dejó de respirar.
-¿Nuestros padres?- pregunto con miedo, no quería ser rechazado por sus mentores de vida.
-Dales tiempo, ellos te aceptaran....sólo es cuestión de paciencia- exclamó calmando a su hermano, miro al otro joven.
-¿Mis padres ya lo saben?- pregunto angustiado, Federico negó con la cabeza
-Cuando estés seguro, tú se lo dirás- abrazo a su hermano- estoy feliz por ti, te quiero, no importa como seas- susurro, empezaron a acercarse al grupo para despedirse y verse en otro lugar.
-Demasiadas personas- exclamó Kadar dirigiéndose a su habitación, Malik quien terminó de lavar los platos, lo miro, y luego miro a Ezio.
-Tienes una familia peculiar- sonrió, luego alcanzó a Kadar y ambos entraron a su habitación.
-¿Estás bien?- pregunto Altaïr, Ezio se sentó en el sofá seguido del sirio, ambos abrazados.
-Si...bueno, tal vez, aún me aterra decirle a mis padres, pero estoy feliz de que mi hermano y hermana me hayan aceptado- sonrió, Altaïr acarició su cabeza.
-Entonces, no hay nada de malo, además, yo siempre estaré contigo en los peores momentos, puedes apoyarte en mi- aclaró, Ezio se acercó para besar al sirio, un beso que prometía vida eterna y llena de amor, sintió que aquel beso le recordaba a una carreta de paja, aunque jamás había estado en una.
"No dejes de recordar lo que él nos hacía sentir"
No siempre estaban juntos, pero Ezio encontró divertida la manera en que Kadar lloraba cada vez que Malik le quitaba aquellos extraños bombones, y no es que se burlara de la crueldad pero era gracioso.
-Malik...no siempre protegeras esos bombones, en algún momento te descuidaras y serán míos- siseo con enojo, Malik enarco una ceja ante la amenaza.
-Si, ya ve a terminar la tarea- ordenó, el menor entró decaído a la habitación.
-¿Acaso esos bombones son un manjar?- pregunto Altaïr en la mesa, se suponía que estaba haciendo un ensayo, pero la discusión había llamado su atención.
-Más que manjar, es el exceso de azúcar- le dio un bombón a Altaïr y a Ezio, ambos hicieron una mueca al sentir la azúcar, era terriblemente empalagosa.
-Definitivamente Kadar no puede comer de ellos- aclaró el mayor, Malik suspiro cansado.
-Ezio, de casualidad ¿Tienes la llave de la alacena que tiene una cerradura?- pregunto señalando la puerta con una cerradura.
-No sé, pero la buscaré- exclamó, mientras ambos encerraban a los bombones, Altaïr emitió un ruido de frustración.
-¿Sucede algo?- pregunto Ezio sintiendo la molestia del sirio, Malik no dijo nada, pero por la palidez del otro, parecía que estaba en un estado muy malo.
-Es mi padre, vendrá a finales de mes, en su helicóptero - confeso, Ezio también se preocupó, y Malik suspiro.
-Viene con tu padre Malik- dijo Altaïr mirando a Malik, se veía tranquilo, sin expresión alguna
-No se lo digan a Kadar- ordenó, los otros dos aceptaron , pero notaron a Malik un poco perdido.
-¿Estarán bien?- pregunto Ezio al mirar como Malik entraba a la habitación.
-Si, es un hombre de carácter fuerte que logrará todo lo que se propone- aclaró.
-Ahora ¿Nosotros estaremos bien?- pregunto Ezio mirando a Altaïr, este le devolvió la mirada dorada, y se sorprendió de ver tanta fuerza.
-Si, siempre y cuando estés conmigo, todo estará bien- exclamó, Ezio sonrió y beso a Altaïr.
Los sueños se volvían extraños, en un espacio oscuro se empezaba a iluminar por una esfera dorada, Altaïr tuvo miedo a esa esfera, se iluminó lanzando rayos de luz doradas, quedó ciego por un momento, cuando abrió los ojos noto que aquella esfera se había vuelto una manzana, tan roja y tentadora, sin embargo cuando Altaïr la tomo en sus manos, empezó a pudrirse.
-No te sientas tan cómodo con la vida que llevas- la voz era antinatural, no sabía si era mujer o hombre, pero lo hizo temblar, provocando que soltara la manzana en descomposición.
-¿Quién?- gritó a la nada, pero el espacio oscuro era inmutable, sintió un choque en su corazón, el aire empezó a perderlo, jadeo para poder recuperarlo, pero era demasiado tarde.
-Altaïr- la voz de Ezio lo trajo a la realidad, se levantó lentamente, y miro la habitación.-¿Estás bien?-.
-Si, sólo...creo que una pesadilla- susurro, pero su corazón estaba agitado y temeroso, sintió los brazos de Ezio rodearlo.
-Ya estoy aquí, tranquilo- dijo, empezó a acostar a Altaïr junto con él, le dio un beso en los labios, tan inocente y puro que calmó al agitado corazón.
-Gracias por siempre estar aquí- susurro, Ezio lo abrazo, y se acomodó para dormir a su lado, sin embargo Altaïr seguí recordando el sueño.
"No por favor, no otra vez"
Kadar caminaba por el campus, era grande, ya lo había notado, y odiaba caminar más de la cuenta, pero no podía negar que el paisaje de las hojas de otoño cayéndose eran sin lugar a dudas algo excepcional.
-No te lo estoy preguntando- una voz fuerte llamó la atención de Kadar, sigilosamente observó al hombre gritándole a otro joven.
-Pero...no quiero estar en vacaciones de verano con el tío abuelo Aquiles- susurro el niño, miro a un lado, Kadar lo reconoció, no era difícil, considerando la apariencia del joven mohicano, o eso creyó que era, pues jamás hablo con él aún cuando compartían la clase de literatura
-Evangelina no se quejó tanto, así que tu también irás las próximas vacaciones de verano- aclaró el rubio hombre, no sabía quien era, pero su apariencia no lo hacía ver tan viejo.
-Esta bien abuelo Ken- aclaró el joven, Kadar se sorprendió, siguió mirando a los hombres.
-Espiar a las personas es malo- su hermano susurro en su oído asustando al menor, Kadar tropezó con su hermano.
-No es malo...bueno un poco, ¿Ya nos vamos?- pregunto.
-Aún tengo algunas cosas que hacer, ve a casa primero- ordenó, Kadar le dio un beso rápido en la comisura de su labio y salió corriendo del lugar, Malik observó a las personas, un brillo dorado fugaz apareció en el más joven mohicano, Malik cerró los ojos notando que no había sido nada, así que siguió su camino.
Cuando Kadar llegó al departamento, se sorprendió pues su padre estaba en el sillón junto con un hombre que no conocía.
-¿Padre?- pregunto, acercándose a su progenitor.
-Así es Kadar, es hora de volver a Siria- explicó con una sonrisa, abrazo a su hijo, mientras Kadar sintió su estómago revuelto, y el pánico lo dominó.

Como lo prometí actualización triple.

Un sentimiento en la distancia [Ezio x Altaïr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora