Capítulo #16

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Martes 19 de marzo del 2019

Observo el trozo de papel perplejo, Rachel sonríe a mi lado y ambos no podemos creer que al final si logramos conseguir la aprobación.

Justo ahora el equipo se estaba preparando para la misión, saldrían a finales de este mes, lo que resultaba de cierto modo exasperante, deseaba mucho ir yo y apresar al asesino de una vez por todas, se me pedía paciencia, pero deben comprender que sentarse y esperar por algo que tal vez nunca llegue es realmente una tortura silenciosa que quebranta los huesos de quienes aguardan de pie en una espera infinita.

―Se que has hecho mucho por mí, pero te quiero pedir un último favor. Dice Rachel mientras aun observa incrédula el pedazo de papel, mi semblante se frunce y no comprende que mas puedo hacer por ella.

― ¿Me llevarías al sauce? Pregunta con voz casi audible.

Entonces no lo pienso dos veces, tomo la chaqueta y las llaves de mi auto para luego decir: ― ¿No vienes? La veo brincar de su asiento y comenzar a seguirme con pasos apresurados. Una vez en el auto el silencio resulta abrumador para lo que no comprenden que nuestros pensamientos no nos dejaban en paz, ni guardaban silencio.

― ¿Por qué quieres ir ahí? Finalmente cuestiono lo que me venía preguntando la mitad del camino.

― Quiero ver lo ultimo que ella vio, quiero sentir el miedo que ella sintió, quiero gritar a pesar de saber que nadie me escuchara ―, dicen que el tiempo sana toda herida y que el olvido siempre llega, pero no hablan de las cicatrices que nunca desparecen y que hay cosas destinadas a cargarse en lo mas profundo del alma y entre ellas esta su rostro ―explica mas para ella que para mí, la observo lleva la vista fija en la ventana y me parece que esta perdida en un punto inexistente para quien no conoce su dolor.

Las raíces de un sauce llorónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora