Capítulo #19

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Miércoles 20 de marzo del 2019

―Los resultados llegaron esta mañana, no se encontró ninguna huella dactilar, pero la sangre corresponde a la de tu hija ―digo con cautela y temor a una reacción indeseable, pero Rachel mantiene el semblante serio y dice: ―Tenemos el arma homicida.

―No exactamente creemos que fue la piedra que causo la lesiones leves en el cráneo de tu hija antes de su asesinato, pero lo más interesante es que también encontramos sangre seca de Adeline Bee, una joven que desapareció junto a otras dos en el 2009 del campamento entre montañas, muchos la daban por muerta pero con esto podemos dar seguridad de que aun está viva y que posiblemente el asesino la mantiene cautiva en algún lugar ―explico mientras busco entre la información de su desaparición algo que tal vez pase por alto antes y pueda resultar útil, pero no hay nada.

―Adeline Bee, Carmen Gonzales y Yaritza Brown. Son las tres chicas que desparecieron ese año, todas compartían la misma cabaña, eran buenas amigas, se cree que todas salieron a caminar al bosque y no encontraron el camino de vuelta ―dice Rachel para hacerme saber que entiende de lo que estoy hablando.

― ¡Exacto! Esto nos deja saber que ellas son la raíces del caso, si comprendemos su relación con el asesino, estaremos un paso más cerca de saber quién era, ve a la oficina de Mark dile que llame a todos los conocidos de las desaparecidas, los volveremos a entrevistar tal vez nos digan algo importante, tal vez el asesino es uno de ellos ―digo con emoción.

Las raíces de un sauce llorónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora