Cierren sus ojos por tan solo unos segundos.
Recuéstense junto a mi ¿acoso ustedes también lo escuchan?
Los que no han vivido con el alma les dirán que es tan solo el sonido del viento golpeando entre las hojas de este viejo sauce, pero yo se que e...
La mañana parece ir lenta y yo deseo que el día termine pronto. Doy una última calada de mi cigarrillo, lo tiro al suelo y lo piso con el zapato. Me dispongo a encender otro antes de entrar a mi oficina, pero el sonido de mi móvil me detiene, la llamada de un número desconocido alumbra la pantalla. No contesto seguro es mi banco dispuesto a reclamar alguna deuda para la que no tengo dinero, el divorcio me estaba dejando en la quiebra. Enciendo el otro cigarro y me lo llevo a la boca inhalo con ansias hasta que mis pulmones se llenan y luego dejo salir el humo lentamente, cuando voy por la segunda calada el mismo número vuelve a llamar, cojo el teléfono molesto y pregunto: ― ¿Quién?
―Jacobo Jopson soy el criminólogo Alden Smith tengo algunas preguntas sobre Adeline Bee y los días del campamento ―dice sin rodeos, me quedo petrificado ha pasado tanto en un solo año, perdí mi empleo, mi mujer segura se quedará con las custodias de los niños, perdí mi casa y ahora escuchar ese nombre me da nostalgia como si de pronto mil fantasmas me acosaran. ―Ya dije todo lo que se señor no puedo ayudarle ―digo con sinceridad. ― Igualmente me gustaría hablar con usted puede ser clave para finalmente resolver este caso ―. ¿Sabe cuántas chicas más han muerto o desaparecido? ―cuestiona por ultimo y suspiro.
― ¿Cuándo lo veo? Pregunto mientras observo a mi cigarro consumirse por sí solo. ―Hoy mismo dentro de dos horas si le parece bien ―dice y yo acepto.
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Estar aquí me trae malos recuerdos, mis manos temblorosas a duras penas sujetaban bien el cigarro, llevaba fumados tres e iba por el cuarto, mientras me sentía incapaz de tolerar unos minutos más de espera y fue estando a punto de levantarme para marcharme, cuando lo veo entrar ―Alden Smith mucho gusto ―se presenta ofreciéndome su mano la sujeto y tomo asiento nuevamente el está acompañado de una mujer me pregunto si es detective o algo así.
― ¿Qué tal tu día? Pregunta ella con delicadeza y su pregunta me impacta y entonces comprendo que las circunstancias no son las mismas que antes cuando era apenas un joven de 19 años cuya novia había desaparecido, tampoco un sospechoso, solo era un señor de 30 años cuya exnovia desapareció. ―Normal. Replico sin ánimos.
―Jacobo nos puede hablar sobre lo que recuerda del ultimo día que vio a Adeline, según el expediente dice que discutieron ese último día. ¿Es eso cierto? ―pregunta sin verme a los ojos y tomo aire mientras me digo a mí mismo tú puedes hacerlo, puedas hablar de lo que paso. Ya lo superaste.
―Últimamente me sorprende todo lo que puede pasar en tan poco tiempo, solo fue una semana y bueno era de tarde todos nos preparábamos para la gran fogata...
