Destellos en el Desierto

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Se ve al comisario consternado por tal imagen... Hinata sonriendo pero con gotas siniestras de sangre en aquella foto, su mundo se volvió a caer pensando en que los Akatsuki pudieran cumplir tal amenaza, cuando una pequeña luz de esperanza de tener una vida junto a Hinata empezaba a iluminar su oscura vida, llegaba esto y la apagaba sin piedad.

-Naruto... es hora de irnos- dijo con calma pero con compasión Shikamaru, tenía alguna idea de lo que pasaba por la cabeza de naruto en aquellos momentos, pero no tenían tiempo para eso, debían acudir a la junta en Sunagakure.

Tratando de sacar tales pensamientos negativos de su cabeza, cosa que le costó varios minutos de silencio y algunas rebeldes lagrimas que cayeron por sus mejillas, logro enfocarse en lo que tenía que hacer, seco aquellas lagrimas levanto su frente guardo tal foto se encamino a la salida y antes de salir de aquella celda dijo:

-Limpien esto y busquen todas las pistas que puedan, revisen las cámaras de seguridad y testigos quiero saber que paso aquí.- dijo serio, frio y algo dolido el comisario.

-ya oyeron al comisario... a trabajar.- dijo Shikamaru al ver que varios agentes no se movieron sorprendidos de aquella reacción del comisario.

Se dirigieron al auto y con velocidad partieron rumbo a Sunagakure ambos detectives, mientras Hinata llegaba a la mansión Uchiha, como siempre le abrieron la puerta pero grande fue su sorpresa que no fue Karin quien le abrió la puerta sino que su esposo Sasuke.

-¿Dónde estabas Hinata?- dijo frio y con recelo en su tono de voz

-Ehh... Sasuke... yo... - los nervios se apoderaron de ella, Sasuke era frio, pero esta vez su frio era más intenso y sus ojos reflejaban odio.

-Deja de tartamudear como una estúpida y dime de una maldita vez... ¿Dónde diablos estabas?- dijo con furia Sasuke y en esa frase tomo con fuerza y violencia la muñeca izquierda de Hinata.

-Sasuke... suéltame... me haces daño.- rogo Hinata

-Estabas con ese infeliz de Naruto ¿no es así?- dijo Sasuke leyendo todo en Hinata

Ella no supo que decir y solo le volvió a pedir que la soltara ya que el agarre de Sasuke era fuerte y violento... y en un movimiento rápido del Uchiha la beso en contra de su voluntad, se sintió asqueada al ser besada por Sasuke, sintió pavor al ver a este Sasuke, más cuando este termine el beso y le advirtió:

-Escúchame bien Hinata... Tu eres mía... y jamás... jamás volverás a ver a ese maldito de Naruto... desde ahora te quedas aquí... y no saldrás a menos que yo te lo permita... ¿entendiste?- dijo autoritario Sasuke con fiereza y odio en sus palabras, Hinata supo que hablaba en serio y no pudo hacer más que llorar ante eso y ver con odio al Uchiha,

-Hmph... lo único que haces es llorar... me das lastima Hinata... pero eres mi mujer... así que ahora vas a cumplir con tus deberes...- dijo con lujuria el azabache y casi arrastrándola se la llevó al cuarto y allí soltó toda su frustración y odio en un acto sexual, ya satisfecho dejo a Hinata llorando en la cama y antes de salir del cuarto se devolvió y en su oído le advirtió de nuevo:

-No vuelvas a ver a Naruto... o te juro que le daré un destino peor que la muerte... adiós amorcito.- dijo dándole un beso en la mejilla y salió de la habitación.

Allí se encontraba Hinata... se sintió asqueada, dolida, con terror, lloro y clamo por que viniera Naruto y la rescatara, pero sabía que es no iba a ocurrir, otra vez por su culpa Naruto estará en peligro, y esa luz de esperanza que había nacido ayer se apagó de la manera más horrible, la habían violado... pero quien le creería si fue su propio esposo... lloro hasta mas no poder... se sentía de lo peor... con Naruto todo fue tan cálido, suave y con amor... con Sasuke... todo fue asco y terror... se culpó por ser tan débil... por no frenarlo... pero se congelo al escucharlo decir que le haría daño a Naruto... ¿qué podía hacer? Su vida se había convertido otra vez en un infierno... pero esta vez Naruto no estaba para solucionarlo... fue al baño y se ducho tratando de sacarse el hedor de Sasuke, sacarse ese hedor y sensación maldita que le había dejado el Uchiha... luego se vistió y de nuevo se recostó en la cama se abrazó a sí misma y llorando se quedó dormida al sentir que las fuerzas la abandonaban.

La tragedia que nos volvio a juntarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora